Francisco Díez de Velasco lleva más de quince años liderando proyectos que indagan en las diferentes religiones existentes en Canarias y España, desde una perspectiva no sesgada que busca visibilizar la pluralidad.
Este catedrático adscrito al Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna es uno de los especialistas más prestigiosos de España en el ámbito del estudio del fenómeno religioso. No es de extrañar que, cuando en 2006 la Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia, realizó un estudio de las religiones en las diferentes comunidades autónomas, encargara al grupo de investigación HISTOREL liderado por Díez de Velasco el desarrollo del análisis correspondiente a Canarias, cuyo resultado quedó plasmado en el libro Religiones entre continentes: Minorías religiosas en Canarias, publicado en 2008 por la editorial barcelonesa Icaria.
A continuación vendrían estudios monográficos sobre algunas de las religiones consideradas de “notorio arraigo”, como es el caso del budismo y la iglesia ortodoxa. Paralelamente, en estos años también se han desarrollado estudios acerca de la metodología del estudio de las religiones e, incluso, una guía para la implementación y gestión de espacios multiconfesionales (como, por ejemplo, las capillas o salas de silencio en hospitales, aeropuertos y otros espacios públicos). Todo ello, a la vez que imparte docencia sobre estas materias en los grados en Historia y Antropología Social y Cultural de la ULL, así como en posgrados de otras universidades españolas.
La idea motriz de sus trabajos ha sido abordar el fenómeno religioso desde una perspectiva metodológica sólida y rigurosa que intente evitar análisis con sesgos ideológicos o de otra clase. Este abordaje es imprescindible cuando se trata un asunto tan delicado como el de las creencias personales y su traslación al ámbito social. Este Gabinete de Comunicación tuvo la oportunidad de hablar con el investigador sobre estos proyectos en 2016.
Vocación temprana
¿Qué es lo que lleva a una persona a interesarse por las religiones como ámbito de investigación? Díez de Velasco recuerda que es un asunto que le interesó desde que tiene memoria: “Desde pronto me di cuenta que la historia era mi vocación y dentro de la historia, la historia de las religiones era lo que más me interesaba. Estudié la licenciatura de Historia en la Universidad Complutense y, en ese momento, era la única universidad española en la que había una asignatura sobre esta materia. La impartía José María Blázquez, quien sería mi director de tesina y de tesis doctoral.
Díez de Velasco culminó su tesis como becario de investigación en el Departamento de Historia Antigua de la Universidad Complutense, pero la comenzó como becario en la Universidad de Atenas en 1984, gracias a una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, ya que el tema de su trabajo versaba sobre culto funerario en la Atenas clásica. “Para mí fue una experiencia extraordinaria, un mundo de trabajo totalmente nuevo”, recuerda el catedrático de la ULL, que durante su estancia se alojó en la Escuela Francesa de Atenas, cuya biblioteca atesoraba libros desde el Renacimiento hasta las últimas investigaciones.
“Era un pozo inacabable de posibles lecturas, estaba todo lo que necesitaba leer y como estaba alojado allí, podía consultarla en cualquier momento del día o de la noche. La puerta entre las habitaciones y la biblioteca siempre estaba abierta, y lo curioso es que alguna vez que fui en plena noche, me encontré que no era el único que lo hacía. Era común que profesores e investigadores franceses dedicados al estudio del mundo griego pasasen algunas semanas de investigación en Atenas al año, alejados de sus obligaciones en sus universidades de origen, y todo estaba preparado para que aprovechasen el tiempo del modo más eficaz”.
Ahora, en plena era telemática, hay mucha bibliografía en formatos digitales disponible desde cualquier parte del mundo, pero hasta no hace mucho, una biblioteca de este tipo marcaba la diferencia. “Dicen que Borges se imaginaba el paraíso después de la muerte como una biblioteca inagotable, me figuro que debió visitar alguna de este tipo. Yo espero que, en el futuro, Internet ofrezca algo así, cuando se haya resuelto de modo razonable las cuestiones de derechos de autor”, reflexiona el investigador.
Carrera docente
Tras ser becario del Ministerio de Educación y Ciencia de España en el departamento de Historia Antigua de la Complutense desde 1985 hasta 1988, terminó su tesis y obtuvo una nueva beca, esta vez del Ministerio de Investigación francés y del Ministerio de Educación español, que le permitió realizar una estancia en la Universidad de París-La Sorbonne. “Compartía mi tiempo entre cuatro bibliotecas de París: la de Historia de las Religiones de la Sorbonne; la Biblioteca de la École Normale Supérieure, que era excepcional; la Biblioteca Nacional y la Biblioteca del Centre Louis Gernet, donde tuve la suerte de poder relacionarme con algunos de los mayores pensadores sobre la religión antigua del momento, como eran Pierre Vidal-Naquet y Jean Pierre Vernant, entre otros. A Vernant pude invitarlo a la Universidad de La Laguna años más tarde y tuvimos en nuestra universidad a una figura de primer orden, pocos años antes de su muerte”.
Tras la beca parisina, tuvo la oportunidad de reincorporarse como becario postdoctoral a la universidad madrileña. Pero renunció en favor de una oferta que le realizó José Carlos Bermejo, de la Universidad de Santiago de Compostela, para trabajar con él mediante un contrato de profesor ayudante. “Bermejo aplicaba la metodología de la llamada Escuela de París, de la que Vernant y Vidal-Naquet eran los máximos exponentes. Además, la Universidad de Santiago había solicitado una cátedra de Historia de las Religiones y Bermejo era el candidato con el currículo más apropiado en España para ocuparla. Era una oportunidad de desarrollar el trabajo de ayudante con la expectativa de trabajar justamente en la disciplina que me interesaba, es decir, pasar de la Historia Antigua hacia la Historia de las Religiones”.
Por desgracia, tras un año en la universidad gallega, el Ministerio de Educación no aceptó el proyecto de la cátedra de Historia de las Religiones. En esas mismas fechas, alrededor de 1990, la Universidad de La Laguna decidió poner en marcha el área de Historia Antigua y Díez de Velasco pudo incorporarse a la institución. “En cuanto he podido, he planteado la inclusión de la Historia de las Religiones y, en general, el estudio de las religiones en nuestra universidad. Así, en los planes de estudio de 1994 tuvimos en la Licenciatura de Historia un itinerario de especialización en la materia. Y el curso que viene todo parece indicar que tendremos un máster interuniversitario en Ciencias de las Religiones”.
Proyecto actual
En 2017, el grupo que dirige Díez de Velasco ha obtenido financiación del Ministerio de Economía y Competitividad para desarrollar durante cuatro años un proyecto de investigación sobre la diversidad religiosa y las minorías religiosas en España centrado en los aspectos metodológicos. El especialista explica que estudiar una religión en concreto no presenta grandes problemas metodológicos, pero la cosa se complica al abordar la pluralidad religiosa y reflejar la diferencia. La dificultad radica en hallar instrumentos metodológicos que permitan pensar en plural, para «no tratar a unos colectivos con criterios más favorables que a otros”.
“Nos centramos en el caso español, que presenta peculiaridades puesto que el catolicismo tiene un peso enorme; hay que considerar su importancia sin que distorsione lo demás, pero, por otra parte, hacerlo desde un planteamiento respetuoso. ¿Cómo gestionar todo eso?”, plantea el catedrático. El estudio también afronta otro reto clave: la irreligión, “ese 20% de personas que no tiene un planteamiento religioso y que, dentro este análisis, es un factor importante también que hay que tener en cuenta al estudiar el tema en España”.
Es un proyecto de investigación básica estricta, pues busca un método adecuado de análisis y un marco teórico riguroso para afrontar el estudio plural de las religiones en un mundo plural. Sin embargo, Díez de Velasco explica que podrá tener aplicaciones más allá de las humanidades. “Un objetivo es, por ejemplo, determinar las líneas rojas en el tratamiento de las minorías en España. Y los resultados podrían ser utilizados desde los medios de comunicación que, en ocasiones, al hablar de estos asuntos, crean problemas en vez de informar con un conocimiento adecuado. Tratamos de definir cómo abordar el trabajo y, a su vez, cómo hablar e informar de ello”.
Otra de las vías de desarrollo de este proyecto podría ser el educativo: como plasmar la diversidad religiosa en los currículos docentes. “Tanto en temas transversales sobre religión en diversas asignaturas como en el caso de que de la reforma de la ‘Ley Wert’ de educación pudiese volverse a proponerse una asignatura como la que había anteriormente llamada Historia y de Cultura de las Religiones, que era la alternativa no confesional a la asignatura de religión, este estudio podría ofrecer algunas pautas para un abordaje en el aula desde una posición de neutralidad metodológica”, apunta.
Un estudio de este tipo exige un abordaje pluridisciplinar y, en este caso, además de la historia se incluyen en el proyecto los aportes de la psicología, la antropología y otras disciplinas. El coordinador del proyecto también añade, por ejemplo, la neurociencia, que produce enfoques cada vez más influyentes en el estudio de las religiones.
De este modo, el equipo a cargo del proyecto refleja esa pluralidad metodológica: además del propio Díez de Velasco, lo componen Alfonso García, especializado en la antropología de la muerte; María Teresa Miró, psicóloga que coordina el grupo de investigación de la ULL sobre mindfulness y salud; José A. Delgado, especializado en religiones de la Antigüedad; María Victoria Contreras, especialista en mujeres e Islam; Roberto Rodríguez, especializado en grupos evangélicos; y Sergio Pou, al cargo de la parte del mapeo de las religiones, de la plasmación en imágenes de los resultados.
Díez de Velasco señala que el proyecto original ha sufrido recortes notables en los fondos solicitados. Por ello, el estudio será eminentemente teórico y basado en publicaciones y participaciones en congresos, y no podrá desarrollar una serie de estudios de campo que estaban previstos. Aun así, el especialista es pragmático: “Esto nos pasa siempre: pedimos una cantidad y nos dan la mitad o un poco menos, y con eso hemos ido trabajando y produciendo resultados en ocasiones bastante relevantes”.
Gabinete de Comunicación