La Universidad de la Laguna acoge estos días un evento internacional que muestra otras formas de abordar el sistema económico y de participar en sociedad. Así, Tenerife Isla Colaborativa expone desde ayer jueves 23 y hasta el lunes 27 la experiencia de multitud de ponentes que en diferentes países y contextos llevan a cabo acciones innovadoras de transformación social. Hoy, el Aula Magna del Aulario de Guajara se abrió con la participación de Mònica Garriga Miret, quien expuso las virtualidades de la plataforma digital de participación ciudadana Decidim, auspiciada por el Ayuntamiento de Barcelona para involucrar a sus ciudadanos en la toma de decisiones locales.
Garriga definió Decidim como una infraestructura digital del procomún, un proyecto tecnopolítico para la democracia participativa y comunitaria. También apuntó que si bien esta plataforma permite usos diversos de contacto con la opinión pública, ésta no lo es todo, ya que la toma de decisiones real trasciende a este entorno digital.
En esta plataforma tiene mucho que ver el propio personal técnico del ayuntamiento, así como otro tipo de empresas y organizaciones que están cercanas a estos procesos decisorios. “Barcelona tiene un peso del asociacionismo muy fuerte, con lo que la gente está muy acostumbrada a participar”, explicó Garriga. De hecho, matizó, aunque la plataforma pueden usarla instituciones, grupos, colectivos de cualquier índole que presenten una propuesta de discusión, a la hora de ejercer el derecho al voto solo está permitido a aquellos inscritos en el censo municipal. “Una cosa es la plataforma de debate y diálogo y otra es el voto”.
Con todo, y aunque hasta ahora ha tenido un recorrido más bien local, se espera que llegue a ámbitos decisorios más amplios, avanzó la ponente, que también definió Dedicim como un sistema híbrido entre lo presencial y lo digital, ya que favorece y permite la presencialidad en algunas iniciativas.
La plataforma se puso en marcha para dar a conocer el plan de actuación municipal, “que tuvo una enorme respuesta desde este entorno. A partir de ahí partió todo, se vio su potencialidad y se ha usado para más procesos participativos”. La experta declaró que desde hace dos siglos los sistemas democráticos no han experimentado apenas cambio, hasta que el 15 M con su grito ‘No nos representan’ significó un punto y aparte y un despertar de la ciudadanía con ganas de implicarse en lo político y en lo social, convirtiendo así a las redes sociales en un vehículo político para la democracia participativa.
“Con las redes ha cambiado nuestra manera de acceder a la cultura y a muchos productos, pero la forma de hacer democracia apenas se ha modificado. En este contexto se ha construido Decidim, en el sentido de que la gente pueda tomar parte de la soberanía”.
El proyecto hace posible que miles de personas se organicen democráticamente. “Es una comunidad, un partenariado del procomún. Es un proyecto tecnopolítico con garantía democrática”. Está abierto a la colaboración, usa software libre y es de desarrollo abierto. Los principios de transparencia, trazabilidad e integridad impregnan toda la plataforma y las iniciativas que ahí se recogen, expuso. Ya se han realizado en torno a quince consultas, cuenta con 27.000 participantes registrados y se han promovido 700 encuentros presenciales. Muchos ayuntamientos e instituciones catalanas están usando esta plataforma, nacida en 2016.
Decidim cuenta con tres espacios de participación: procesos, asambleas e iniciativas. Cada uno de estos espacios se puede usar con los componentes que quiera: debates, encuentros, presupuestos, resultados, encuestas, páginas… Mònica Garriga indicó que en estos momentos hay varios espacios abiertos, uno acerca del plan de clima y otro sobre equipamientos, por ejemplo.