La profesora de la Universidad de Valladolid Carmen Gierden Vega ha realizado recientemente una estancia en la Universidad de La Laguna, invitada por la profesora del Departamento de Filología Inglesa y Alemana Beatriz Burgos Cuadrillero. Entre otras actividades, impartió un seminario acerca de las nuevas tendencias en la formación de vocabulario especializado en lengua alemana en el ámbito turístico, y también avanzó en el trabajo en común que ambas docentes realizan en el ámbito del grupo de investigación “Estudios Lingüísticos e Interculturales Aplicados al Alemán e Inglés”.
El área de interés de este equipo de trabajo es el estudio de la formación de palabras y los neologismos en alemán e inglés, especialmente en el ámbito del turismo. Los miembros del grupo de investigación han celebrado diferentes reuniones con la finalidad de seguir definiendo su línea de actuación y diseñar un proyecto de I+D+i correspondiente al Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, que será solicitado en la próxima convocatoria del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
Composición nominal
El seminario impartido durante una semana por Carmen Gierden, que estuvo complementado por una conferencia plenaria más teórica, tenía como objetivo facilitar al alumnado las herramientas lingüísticas para centrarse en un asunto que la especialista considera muy actual en el uso del alemán: la composición nominal y su repercusión en la formación de vocabulario especializado en el ámbito turístico
Una de las cuestiones que se abordaron y que acaparó la atención del alumnado fue la existencia de palabras compuestas muy largas. “Les expliqué los mecanismos para su formación, porque en alemán se pueden crear palabras ad hoc de forma fugaz y no lematizada, es decir palabras que finalmente no encuentran cabida en el diccionario, pero que les pueden salvar en muchas situaciones lingüísticas. El español parafrasea y realiza todo un circunloquio, mientras que el alemán tiende a comprimir todo en una palabra”, explica la investigadora.
De este modo, en alemán es posible condensar mucha información en una sola palabra, la cual se puede deshacer en frases. En el caso concreto del léxico turístico, es cada vez más habitual que en estas palabras compuestas haya una intromisión del inglés. “Se dan muchas composiciones híbridas, mitad germanas, mitad anglófonas. En este sentido, se aprecia una exigua autodepuración de la lengua alemana, que no es tan purista como la española, ya que no tiene problemas en utilizarlos por su fuerza expresiva e incluso por estar marcados estilísticamente con un cierto flair novedoso”.
Pese a la casi ilimitada posibilidad de crear palabras compuestas de este modo, Gierden Vega aclara que hay unos patrones morfológicos (stabile Wortbildungsmuster) y un modo de formarlas que se puede considerar canónico. Otro aspecto que trató de comunicar la ponente fue que aprender una lengua no significa únicamente conocer “un código lingüístico, sino que también se aprende un código cultural y una mentalidad”.