La Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna celebró la tarde de ayer, miércoles 14 de noviembre, la festividad de su patrón, San Alberto Magno, en una ceremonia donde el personal jubilado del centro fue agasajado y se premió la excelencia académica de su alumnado. Durante su discurso, el decano del centro, Néstor Torres, señaló que la efeméride debía considerarse una “celebración de la ciencia” y de todo lo positivo que conlleva: “No es solo una forma de conocer, sino que implica una serie de buenos valores”, como la honestidad, el espíritu crítico o el afán de superación.
Para el decano, es necesaria esta reivindicación porque, a su juicio, “desde muchos sectores se le ha declarado la guerra a la ciencia”, favoreciendo la opinión frente a la realidad factual. Y es algo que se da, incluso, entre personas universitarias, con ejemplos como el de médicos que recetan homeopatía o progenitores que, pese a tener estudios, no vacunan a sus descendientes. Por ello, abogó por la ciencia como garantía “de conocimiento, progreso social y de emancipación personal”.
La ceremonia fue presidida por el rector de la institución académica, Antonio Martinón, quien se sumó a este elogio de la ciencia, la cual, a su juicio, “tiene una forma peculiar de decidir cuándo un hecho es aceptable o no. No hay unanimidad siempre, pero trata de resolver los conflictos con la autoridad de la razón y de la propia comunidad científica”. Por tanto, ese consenso supone un avance con respecto a otras épocas en las que los argumentos definitivos eral “la autoridad, la fe religiosa o el corazón”.
Martinón consideró que, tal y como lo afirman varios sondeos demoscópicos, la sociedad sí valora a los científicos y reflexionó que la divulgación también debe formar parte de la tarea de quienes investigan. “La transferencia del conocimiento al conjunto de la sociedad es una nueva misión de la universidad y puede hacerse de muchas formas, una de las cuales es la divulgación”.
El rector también tuvo palabras de elogio al alumnado premiado durante la ceremonia por su rendimiento académico, a quien agradeció “su compromiso con el estudio” e invitó a seguir avanzando en el mundo académico: “Son brillantes y contamos con ustedes en el futuro, porque necesitamos buenos científicos y profesores en nuestro claustro”.
Divulgación y reconocimiento
El estudiante del Máster en Astrofísica y monologuista científico Joshua Barrios, fue el encargado de abrir la ceremonia con una intervención en la que habló, justamente, de la importancia de divulgar de una manera cercana y humana la ciencia, porque en su opinión, la sociedad no es realmente consciente del esfuerzo, sacrificio y, a veces, sufrimiento, que han conllevado los descubrimientos científicos para sus artífices. “¿Y si unimos las ansias de curiosidad con el afán de ‘culebrón’? ¿Y si contamos la historia detrás de la ciencia, las condiciones y dificultades del experimento? Si se humanizara el relato, quizá míos comprendieran que el método científico es La Herramienta, con mayúsculas”.
Tras el monólogo, se procedió a homenajear a las once personas vinculadas a la facultad jubiladas el curso pasado, de las cuales seis acudieron al acto: Julio de la Nuez, María Luisa Quesada, José Roberto Lorenzo, Antonio de los Santos, Marcial Martín y Carmen María Trujillo, quien habló en representación del colectivo, recordando que durante su carrera docente e investigadora, una de las cosas que más aliento le daba eran lo que ella denominó “los momentos eureka”, esos en los que hacía algún descubrimiento en el laboratorio o notaba que realmente había conectado con el alumnado durante una explicación.
Premios al alumnado
Durante la ceremonia hubo tres tandas de entrega de premios, la primera de las cuales correspondió a los de mejores expedientes al final de grado: en Biología fue para Sergio Chevilly; en Ciencias Ambientales, para Violeta Tai; en Física, para Sergio Morales; en Química, para Carlos Fumero; y en Matemáticas, a Adrián José, que también recogió el Premio de Excelencia como el mejor estudiante de todos los grados.
Seguidamente, se entregaron los premios a los Trabajos Fin de Grado del curso 2017-18, patrocinados por la Fundación Loro Parque, que galardonan estudios especialmente relacionados con la biodiversidad y la protección del medio ambiente. Hubo treinta candidaturas, y, finalmente, el jurado decidió entregar ocho premios.
Los dos cuartos premios, con una cuantía de 400€, fueron para Yefermín Jesús Darias (Biología) y Daniel Niebla (Química). Los terceros, de 600€, recayeron en Emma Barreto (Biología) y Carla Hatamoto (Física), Los segundos, de 800€, galardonaron a Angélica Domínguez (Biología) y Paola Perera (Ciencias Ambientales). Finalmente, los primeros, con una cuantía de 1.200€, destacaron el trabajo de Miriam Díaz (Biología) y Michelle Barreto (Biología).
La tercera tanda de galardones fue para las competiciones deportivas organizadas por la facultad con motivo de la festividad del patrón, en las pruebas de e-sports, ajedrez, brilé, fútbol sala, pádel y tenis de mesa.