El Templo de Debod es uno de los monumentos cedidos por el gobierno egipcio a los países que colaboraron en el rescate del patrimonio arqueológico que peligraba a causa de la construcción de la presa de Asuán, el cual desde 1966 está reubicado en Madrid y ha sido objeto de estudio por parte de investigadores de la Universidad de La Laguna. Dicho monumento es, además, el eje temático en torno al cual se ha articulado una exposición sobre egiptología inaugurada hoy, miércoles 31 de enero, en la Biblioteca General y de Humanidades del centro académico.
Esta muestra se centra particularmente en el Templo de Debod dado que la Universidad de La Laguna es, junto al Museo de San Isidro (entidad encargada de conservar el monumento), responsable del Proyecto Tahut, dedicado desde 2003 al estudio de los graffiti antiguos y de los relieves presentes en el templo. Sin embargo, la exposición tiene una visión más amplia, dado que también sirve para conmemorar los 25 años de los estudios de Egiptología en el centro tinerfeño.
La muestra fue inaugurada por la vicerrectora de Infraestructuras y Servicios Universitarios, Norena Martín Dorta, y contó con la presencia de uno de los subdirectores del Servicio de Biblioteca, Fernando Rodríguez Junco; el profesor de Egiptología de la ULL y comisario de la muestra, Miguel Ángel Molinero Polo; y la integrante del servicio de Biblioteca Francisca Rivero, que se ha encargado de la coordinación de la exposición.
La pieza más importante de la muestra es un panel que reproduce cómo debía ser uno de los muros de la cámara central del Templo de Debod. El panel formó parte de una exposición celebrada en Madrid sobre la figura de Cleopatra, organizada por el Canal de Isabel II, que encargó al Proyecto Tahut algún contenido específico sobre el templo ubicado en la capital del Estado.
Molinero Polo explicó que ese mural reconstruye de manera fidedigna cómo era el muro original, basándose en varios estudios arqueológicos. Una de sus características más llamativas es que reproduce los colores que originalmente cubrían la arquitectura, que se han perdido pero se conoce gracias a trabajos de arqueólogos anteriores y mediante comparación con otros templos del mismo periodo y localización que todavía conservan la policromía.
La muestra también sirve para exhibir parte del amplio catálogo que posee la Universidad de La Laguna sobre egiptología en general y las misiones españolas en el país norteafricano en particular. Destaca, en ese sentido, la presencia de ejemplares que datan del siglo XIX, con la obra de pioneros de esta disciplina en España, o las once memorias remitidas en 1966 a la UNESCO por la misión española encargada del estudio de Debod durante la ayuda al gobierno egipcio, en la cual participó Manuel Pellicer Catalán, primer catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna, lo cual es, como señaló Moliner Polo, otro vínculo de la institución con el templo.
La muestra bibliográfica también incorpora un muestrario de libros disponibles para el préstamo, divididos en varias categorías que se centran en la civilización, cultura, religión y arquitectura del Egipto Antiguo, así como el de la época ptolomaica y la grecorromana.
Patrimonio histórico
Tras la inauguración de la muestra, Molinero Polo participó junto con la profesora de la Universidad Europea de Canarias y la Escuela de Turismo de Tenerife Elena Mª Pérez en una mesa redonda sobre la protección y salvaguarda del patrimonio.
Pérez explicó que el concepto de patrimonio en sí es muy poliédrico y polémico, ya que se dará importancia a unos factores sobre otros dependiendo de quién sea la persona encargada de valorarlos: no se centrará en lo mismo alguien proveniente de Historia que alguien de Antropología, Historia del Arte o del mundo de la política y las instituciones. Sin embargo, un factor en el que parece haber consenso es la importancia del factor tiempo: se protege lo que tiene cierta antigüedad y socialmente se ha considerado importante.
Molinero Polo, por su parte, señaló que ese consenso es a veces complicado, y puso como ejemplo los restos del Egipto antiguo, que son muy valorados por los países extranjeros y, sin embargo, no son sentidos como algo propio por muchos egipcios, dado que se trata de un patrimonio ajeno al Islam. De hecho, recordó que una de las primeras legislaciones sobre patrimonio existentes fue la de Egipto en 1835, y en ella se defendía la necesidad de proteger estos vestigios por el interés que suscitaba entre las potencias foráneas más que el propio interés nacional.
Cerró el acto la actuación teatral “La disputa de los árboles del huerto”, adaptación del Papiro Turín 1966 recto a cargo de la Agrupación de Teatro de Filología, dirigida por José Antonio Ramos Arteaga.