La Universidad de La Laguna ha abierto un nuevo ciclo de debates y conferencias denominado Diálogos ULL, que se ha estrenado hoy martes 6 de marzo con la temática del Sahara occidental y su derecho a explotar sus fuentes de riqueza.
Bajo el título ‘“El conflicto del Sahara y el Derecho Internacional: el caso de los recursos naturales”, este evento auspiciado por el Vicerrectorado de Relaciones con la Sociedad, ha contado con la participación del abogado que defendió en la corte europea la causa saharaui y la soberanía sobre sus recursos, y que la ganó. Gilles Devers, también profesor de Derecho en la Universidad Jean Moulin, Lyon 3, estuvo acompañado por M´hamed Jadad, responsable de relaciones exteriores del Frente Polisario ante la MINURSO, mientras que como moderador actuó el profesor de Sociología José Abu-Tarbush.
Ante una sala absolutamente abarrotada de público, el vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García, defendió la idea de que “la universidad tiene que recuperar ese liderazgo histórico en el diálogo”, y abordar temas que son de especial interés no solo para la comunidad universitaria, sino también para la sociedad en general.
El abogado y profesor de la universidad de Lyon expuso las razones por las que el Sáhara Occidental tiene pleno derecho sobre la explotación de los recursos naturales de su territorio, dado su derecho a la autodeterminación y a decidir por sí mismo, aseveró. Comenzó su intervención señalando que no ha sido fácil “defender los derechos de un pueblo africano, colonizado, musulmán, lejano de los foros europeos”.
Abundó en la idea de que desde la perspectiva del derecho internacional, el Sahara occidental siempre ha sido un territorio separado e independiente de Marruecos, algo que recalcó M´hamed Jadad para sostener que los acuerdos económicos de Marruecos con la Unión Europea no afectan al Sahara, que es considerado como un tercer actor.
El letrado se mostró firme partidario del derecho internacional. “Tenemos los medios para recuperar nuestros derechos, lo importante es la aplicación del derecho y de hecho hemos comenzado a poder aplicar la resolución”. La corte europea ha aceptado ser el puente entre el derecho europeo y el internacional, porque el internacional no puede ser aplicado directamente, de tal forma que “el alto tribunal reconoce que hay un pueblo saharaui y un pueblo marroquí, eso es lo fundamental, es un mensaje de paz que invita a la cohabitación de los pueblos, lo que ha hacho la justicia europea”.
Devers explicó que el Frente Polisario es el representante del pueblo y también busca la paz, y de hecho ha ratificado la Convención de Ginebra. Sostuvo que la llamada ‘marcha verde’ fue un insulto a la inteligencia internacional. “Los tiempos han cambiado, y un pueblo dividido, colonizado y musulmán ha obtenido la atención de la justicia, y este mensaje ha sido bien recibido por el derecho internacional y los organismos internacionales”.
El abogado recalcó nuevamente que derecho internacional funciona y que Marruecos no tiene ninguna capacidad para utilizar los recursos naturales del Sahara occidental. “Espero que España y Francia ratifiquen los acuerdos y creo que las empresas españolas son responsables si son cómplices de Marruecos en el uso de estos recursos, dado que también tienen que observar la legislación internacional”.
El representante del Frente Polisario se preguntó por qué su organización ha tardado tanto en acudir al derecho internacional. “La respuesta es que nos hemos aprovechado del tribunal de Hamburgo, que en 2010 dictaminó acerca del uso que hacían los israelíes de los productos palestinos, comerciando con ellos sin pagar lo que debían. Al final el tribunal ha diferenciado lo que se produce en uno y otro lado”, alegó, y eso ha beneficiado su causa.
Después de varias décadas, Marruecos ha sido incapaz de imponer una solución militar al conflicto, añadió Jadad, “y por lo tanto cada uno está intentando marcar puntos para ganar la batalla final”. En este contexto, el uso de los recursos naturales del Sahara occidental son muy importantes, no solo pesca, sino también el fosfato y grandes posibilidades de petróleo y de gas.
La sentencias de 2016 y 2018 han tenido muchas consecuencias en los intereses económicas saharauis, dado que existían muchas empresas extranjeras interesadas en explotar estos recursos y que habían firmado acuerdos con Marruecos. “Hoy la mayoría de ellas se han retirado, hoy solo quedan dos. Hemos recurrido a tribunales de Panamá y África del sur, porque allí se comercializa con fosfatos recabados en nuestro territorio. Ha sido nuevamente un éxito, porque los tribunales han decidido que sobre ese mineral quien tiene derecho es el Sahara y no Marruecos”.
De hecho, las empresas han dejado de importar fosfato del Sahara occidental, lo que demuestra la importancia de la sentencia del tribunal europeo. “No es solo que se haga referencia al derecho a la autodeterminación, sino que se afirma la soberanía permanente sobre los recursos naturales del territorio”. Es un tema de extrema importancia, porque el uso de estos recursos nutría al ocupante, expuso, en el sentido de que suponía la aceptación de la ocupación marroquí.
Las dos sentencias se basan en que el Sahara occidental no es un territorio marroquí, con la novedad de que ahora quien lo dice es el tribunal de justicia europeo, y por tanto se trata de una afirmación que no pueden ignorar los estados miembros, Además se señala que la única parte con la que la UE puede negociar la actividad pesquera en la zona es con el propio Sahara. Existen pues dos opciones: negociar con quien único tiene derecho en la zona, o paralizar la actividad económica hasta que se resuelva el referéndum de autodeterminación.
“No tenemos interés en perjudicar a los pescadores españoles, que podemos entender que estén enfadados, pero deben dirigir ese enfado a quien utiliza el Sahara occidental como moneda de cambio”, sentenció M´hamed Jadad.