El diplomático, ex ministro de Asuntos Exteriores y actual presidente de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) Miguel Ángel Moratinos, fue el protagonista ayer de una nueva edición del ciclo ULL Debates acerca de la Agenda 2030, que incluye los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) aprobados por la Organización de Naciones Unidas (ONU). “Es una agenda posible, necesaria, en la que todos tenemos capacidad de actuación individual, porque podemos conseguir un mundo mejor”.
Con el Paraninfo como telón de fondo, el político explicó al comienzo de su intervención que la ONU, “pese a que en estos momentos no goce de la credibilidad necesaria”, planteó una nueva agenda para gobernar el mundo, no como una ocurrencia excéntrica, aclaró, sino como una necesidad imperiosa ante las numerosas llamadas de alarma sobre el futuro del Planeta. “Naciones Unidas ha empezado una negociación histórica, compleja, con todos los países en igualdad de condiciones. Se trata de una agenda negociada con mayor transparencia que en otras ocasiones, y que recibe en 2015 el apoyo unánime de todos los países” con la aprobación de 17 objetivos desarrollados en 179 metas.
Recordó que en el año 2000 se aprobaron los Objetivos del Milenio, de los que solo se han conseguido pequeños avances, pero que no se han cumplido. “No había un enfoque integral, que es muy necesario, ni transversalidad entre ellos”.
Lo más importante ahora es que ya no es una agenda norte-sur, subrayó el diplomático, sino que se trata de un deber universal, que afecta a todos, en el que cada ciudadano del Planeta va a tener que responder. “Es una agenda global, y todos los objetivos tienen la misma prioridad”. La tarea que queda por delante, a juicio del diplomático, es revolucionaria. Para aplicarla hay que tomar decisiones políticas y va a haber dificultades, “pero no hay alternativas, hay que hacerlo”, aseveró.
Esta red se dirige a tres grandes interlocutores: administraciones, gobiernos y entes territoriales, por un lado, además de universidades y entidades del sector privado. “Queremos que Canarias también se apunte y sea líder en el seguimiento de la agenda”.
“Las universidades tienen que ser el faro para seguir avanzando, queremos universidades sostenibles, y al tiempo que investiguen y busquen soluciones prácticas, además de servir de pasarela hacia la sociedad. Hay que crear una cultura de la sostenibilidad en las universidades, que todos los estudiantes lo añadan a su ADN, es imprescindible para entender el nuevo mundo”.
La ONU, una selva de acrónimos
Moratinos explicó que Naciones Unidas es “una selva de acrónimos, donde actúan distintas agencias que además se pelean entre ellas”. Por eso se mostró partidario de una reforma interna de este organismo internacional, porque es necesario coordinar políticas. “Se trata pues de crear equipos por país”.
El que fuera ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación se preguntó acerca del papel de Europa, “que parece que no tiene agenda”, apostilló. Toma fuerza la idea de una Europa con mayor peso de la defensa, lo que va a exigir recursos sustanciales de la UE. “No me parece mal, pero resulta que para protegernos a nosotros mismos no hay agenda. Sería bueno que en la nueva política de Macron y Merkel se liderara esto. Frente a la tibieza norteamericana sería oportuno que Europa colocara esta agenda en las prioridades de Bruselas”. El momento adecuado, en su opinión, sería hacerlo cuando se celebren las elecciones del Parlamento Europeo, “órgano importantísimo que la gente no se toma en serio”, agregó.
“Jamás hemos tenido tantos recursos económicos para hacer este cambio, lo que falta es la decisión política. Es necesaria la ingeniería financiera, pero también hay que mantener la ayuda al desarrollo, porque todavía hay cifras vergonzosas de ayuda de algunos países, y de hecho solo dos o tres superan el 0,7% en cooperación al desarrollo. Esto debería hacerse normativamente, igual que debe haber un compromiso de déficit cero. A mí me parece que no es moral que las grandes empresas del mundo no hayan pagado impuestos, que se hayan escapado de la solidaridad colectiva”.
Con todo, Miguel Ángel Moratinos afirmó que no hay que ser pesimistas. “El pesimismo es el esnobismo del siglo XXI, para qué sirve”, se preguntó. “Hace falta un optimismo racional, comprometido, colectivo. La gente quiere un mundo mejor, solo hay que organizarse. Tenemos que mirar con firmeza al futuro, que lo construiremos nosotros mismos”.
El diplomático concluyó su intervención en la Universidad de La Laguna con una afirmación tajante: “Quiero hacer la paz con el Planeta, porque no lo hemos hecho”.