El lanzaroteño Blas Cabrera Felipe es una de las figuras más relevantes de la ciencia española del siglo XX y, pese a que se codeó con investigadores de la talla de Einstein y Curie, su figura ha permanecido en un inmerecido segundo plano, incluso en Canarias. Por ello, aprovechado que en 2018 se cumplen 140 años de su nacimiento, hoy, jueves 17 de mayo, la Universidad de La Laguna y la Real Academia Canaria de Ciencias han organizado un homenaje que ha constado de intervenciones sobre la figura de este físico y el descubrimiento de una placa conmemorativa en el vestíbulo de la Sección de Física de la Facultad de Ciencias.
En el acto de descubrimiento de la placa estuvieron presentes el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón Cejas; el decano de la Facultad de Ciencias, Néstor Torres Darias; y el presidente de la Real Academia Canaria de Ciencias, José Méndez Pérez. Posteriormente, ya en el salón de actos de la facultad, intervinieron como conferenciantes Alfonso Muñoz González, catedrático de Física del Estado Sólido y Simulación de la Universidad de La Laguna, y Fernando Flores Sintas, catedrático de Materia Condensada de la Universidad de Autónoma de Madrid y Premio Nacional de Física Blas Cabrera.
El rector comenzó su intervención confesando que Blas Cabrera forma parte, junto con Agustín de Betancourt, Antonio González y Juan Negrín, de su “mochila” de referentes personales. Del físico lanzaroteño destacó que fue una figura que brilló en un momento importante de la ciencia española que quedó truncado por el estallido de la Guerra Civil, razón que le llevaría a ser expulsado de su cátedra en la Universidad Central de Madrid y le obligaría a exiliarse en México, donde moriría en 1945.
“Salió de España junto a centenares de científicos e intelectuales de todo tipo, dejando a España en un empobrecimiento cultural absoluto. Sin acritud y sin ánimos de revivir una época triste, es un ejemplo que pone de manifiesto las consecuencias de la violencia y falta de entendimiento”.
El decano de la Facultad de Ciencias destacó que Blas Cabrera fue una figura que pese a vivir unas circunstancias muy difíciles, logró las mayores cotas de excelencia científica y de reconocimiento por parte de la comunidad científica internacional de su época.
Reflexionó que, bien Cabrera tuvo que marcharse de su tierra para poder desarrollar su carrera científica, por fortuna eso ya no sería hoy necesario, porque ahora existen en Canarias centros científicos de excelencia donde los jóvenes pueden, si lo desean, dedicarse a actividades de investigación relevantes y, así, contribuir al desarrollo de su entorno. Torres también recordó que el progreso científico es determinante para lograr el progreso social.
El presidente de la Real Sociedad Canaria de Ciencias recordó que, aunque Cabrera había nacido en Lanzarote, su familia se trasladó muy pronto a Tenerife y él estudiaría en Instituto de Canarias, actual Cabrera Pinto, antes de ir a la universidad en Madrid. Por eso, lamentó que su figura sea muy poco conocida en Canarias en general, y en Tenerife en particular, a pesar de ser el físico español más importante de la primera mitad del siglo XX.
Méndez comentó que este año se está celebrando el centenario del químico Antonio González con un programa ambicioso de actos. Cree que Cabrera merece algo igualmente remarcable, por lo que, sin menospreciar el homenaje del día de hoy, manifestó su deseo por que dentro de una década, cuando se cumpla la cifra mucho más redonda del 150 aniversario del lanzaroteño, haya un programa de actividades a la altura del personaje.
