El pasado 10 de marzo quedó de manifiesto que el papel de la mujer en el mundo del vino canario se consolida: innovación, creatividad y calidad son algunos de los aportes de las mujeres a este sector, que expusieron las ponentes y asistentes al primer REWINE del año 2018, promovido por la Universidad de La Laguna a través de su Aula Cultural de Enoturismo y Turismo Gastronómico, en coordinación con el Ayuntamiento de Santa Úrsula. De ese encuentro emanó un manifiesto que ha sido entregado esta semana al rector de la institución académica, Antonio Martinón.
Más de cincuenta profesionales del sector del vino del archipiélago se reunieron en este encuentro celebrado en el municipio norteño de Santa Úrsula, donde se pudieron conocer las experiencias de las profesionales invitadas, desde las más jóvenes bodegueras con que cuenta el archipiélago, las hermanas Yanira y Cynthia Florido Ortega, de Bodega Hinojo situada en la isla de Gran Canaria, pasando por Trinidad Fumero García, técnico del Consejo Regulador de Abona, referente en el sector del vino con más de 20 años de experiencia, o la enóloga y bióloga onubense de tradición bodeguera Rocío Márquez Ortega de Bodegas Robles.
Las invitadas junto a todas las personas asistentes mantuvieron un debate intenso en el que pusieron de manifiesto la labor de las profesionales y bodegueras canarias en el desarrollo, y la innovación del sector vitivinícola.
Durante el transcurso del se recogieron las opiniones que allí se planteaban, y con ellas se adquirió el compromiso por parte del vicerrector de Relaciones con la Sociedad, Francisco García, y los directores del Aula universitaria, Gonzalo Brito y Gabriel Santos, presentes en la sesión, de preparar un manifiesto, que sería entregado en este caso al presidente del Gobierno de Canarias (lo que ya sucedió el pasado 27 de abril), y al rector de la Universidad de La Laguna, con el fin de que conocieran los retos que requieren la mujer en el sector vitivinícola canario, y que cada uno de ellos desde sus puestos de responsabilidad visibilicen y colaboren con ellos.
Los retos son:
- Reivindicación y conquista de espacios comunes y compartidos por mujeres y hombres, en equidad e igualdad.
- Visibilización de los espacios vitivinícolas que ya han sido conquistados por la mujer, con la intención de normalizar su presencia y valía en ellos, porque los conocimientos, capacidades y aptitudes no están ligadas al sexo, sino a la persona.
- Generar contextos que reflejen la realidad del sector del vino, en los que la mujer está presente y es responsable de su producción, elaboración y consumo.
- Una educación en igualdad, equidad, que incluya la perspectiva de género y que redunde en la generación de capital humano y profesional cualificado.
- Disminución de la supuesta exclusividad del mundo del vino por parte de los hombres, reflejando la realidad de la sociedad canaria, en la que la mujer ocupa un papel igualmente relevante.
- Aumentar los espacios formales e informales de intercambio y transferencia de conocimientos y experiencias relacionadas con el sector vitivinícola, entre hombres y mujeres.
- Acercar el mundo del vino a la diversa sociedad canaria, provocando un aumento del interés por él y facilitando así, la incorporación de la mujer al sector.