Cuenta la tradición que, en 1657, Pedro de San José Betancur sembró en un jardín público de Antigua (Guatemala) un ejemplar de esquisúchil, una especie con flores aromáticas y medicinales en peligro de extinción que, dada esta leyenda, también es conocido como “árbol del Hermano Pedro”. Hoy, miércoles 3 de julio, uno de estos arbustos ha sido plantado en el patio del Antiguo Convento de Santo Domingo, en La Laguna, como actividad complementaria a uno de los seminarios que forman parte del Campus América.
La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, fue invitada a esta actividad e incluso participó en ella echando un par de paladas de tierra en el hoyo donde se plantaría el arbusto, al igual que hiciera Miguel Ángel Fernández Matrán, director general de la Fundación CICOP.
Este árbol ha llegado a Tenerife gracias al botánico guatemalteco Miguel Torres Rubín, que es uno de los ponentes del seminario de Campus América “Modelos de cooperación patrimonial entre Europa y América”, que comenzará mañana, jueves 4 de julio en la Sección de Arquitectura Técnica bajo la dirección del profesor del Departamento de Técnicas y Proyectos en Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de La Laguna Felipe Monzón Peñate, durante el cual expertos de España, Guatemala, México e Italia expondrán diversas experiencias en la gestión de los bienes de patrimonio cultural.
Torres Rubín, que es Académico numerario de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, ha traído a la isla tres ejemplares de esquisúchil: además del plantado hoy en La Laguna, otros dos fueron sembrados el martes 2 de julio en el caserío tradicional de El Hoyo, Ifonche (municipio de Vilaflor) y otro en Granadilla de Abona, ambas poblaciones relacionadas con Pedro de San José Betancur.