El Macaronesia Campus Global acogió una jornada dedicada a las aguas subterráneas, describiendo experiencias en ambos archipiélagos. Comenzó el profesor Antonio Pina de la Universidad de Cabo Verde, quien habló del problema de la escasez de recursos en la isla de Santiago, donde existe ya una emergencia hídrica. Manifestó que a día de hoy existe una gran dependencia de los recursos hídricos subterráneos y que la dotación por habitante es de menos de 50 litros por habitante y día.
Por su parte el profesor Juan Carlos Santamarta, de la Universidad de La Laguna, describió brevemente el ciclo hidrológico de las Islas Canarias. Respecto de la escasez de recursos hídricos comparado con Cabo Verde, Fuerteventura y Lanzarote tienen unas características similares en cuanto a precipitaciones con las islas caboverdianas, si bien la desalinización de agua de mar en el caso de Canarias ha satisfecho la demanda de recursos hídricos.
Habló también de la importancia de las aguas subterráneas en Canarias al igual que en Cabo Verde, pero “estas no son infinitas” apuntó. Finalmente, abordó los retos a los que se enfrenta Canarias y en cierta medida Cabo Verde, con respecto a los recursos hídricos, retos como la depuración de aguas residuales, su reutilización, la mejora de la gobernanza del agua, la eficiencia en las conducciones, la importancia del binomio entre el agua y la energía y en definitiva buscar un equilibrio entre lo que se capta y se recarga en los acuíferos insulares. Existen problemas comunes entre Cabo Verde y Canarias con respecto a la gestión del agua, finalizó.
En la parte dedicada a los riesgos del cambio climático en las islas de la Macaronesia, el profesor de la ULL José María Fernández-Palacios, disertó acerca de los riesgos del cambio climático en los territorios insulares de la Macaronesia. La sesión, como la anterior, tuvo carácter conjunto, con el profesor de Geografía José María Semedo, experto en el área de la Universidad Pública de Cabo Verde.
Fernández-Palacios profundizó en el análisis de las proyecciones de la evolución de las temperaturas y precipitaciones anuales medias para final del presente siglo, haciendo especial hincapié en los problemas derivados de una subida de 3-4 grados centígrados para los ecosistemas terrestres y marinos de estas islas. También disertó acerca del aumento en la frecuencia de eventos climáticos que hasta el momento eran considerados como raros en esta región, como las tormentas tropicales o los huracanes y de las consecuencias que estos tendrán en la dinámica forestal de los ecosistemas afectados.
La redistribución altitudinal de los ecosistemas terrestres y de las especies a ellos asociadas es una consecuencia inevitable del cambio climático, y estas redistribuciones podrán afectar más a unas especies que a otras en función de su grado de especialización y de la localización que ocupen en la actualidad. Finalmente, puso ejemplos de la tropicalización de la biota en Canarias, como resultados del calentamiento global, que afecta tanto a ecosistemas terrestres, como marinos o de la acidificación del océano y el inevitable ascenso del nivel de saturación del aragonito, que causará problemas a los seres vivos que construyan conchas de carbonato cálcico.
La experiencia global fue positiva y se establecieron unas reuniones para la posible colaboración en futuros proyectos de investigación y cooperación entre ambos Archipiélagos macaronésicos.