Las obras para colocar el nuevo césped artificial de las instalaciones deportivas de la Universidad de La Laguna comenzaron a principios de noviembre y, si se cumplen todos los plazos establecidos y no hay contratiempos, finalizarán a finales de enero. La actuación, adjudicada a la empresa Mondo Ibérica S.A., tiene un presupuesto de en torno a los 550.000 euros, de los cuales 400.000 han sido aportados por el Cabildo Insular de Tenerife mediante un convenio.
Si bien es cierto que la inversión inicial para instalar césped artificial es mayor que para el césped natural, a largo plazo el ahorro es mucho mayor porque apenas necesita mantenimiento y, sobre todo, no es necesario regarlo frecuentemente, solamente en casos excepcionales de mucho calor para asegurar su flexibilidad.
El césped natural que hasta la fecha estaba en las instalaciones universitarias era muy delicado y, de hecho, la recomendación para su mantenimiento era la de no utilizarlo más de 12 horas semanales, algo difícil de cumplir dado el volumen de actividades del Servicio de Deportes de la institución académica.
Ahora, el césped artificial permitirá unas horas de uso prácticamente ilimitadas, lo cual redundará positivamente en actividades como el fútbol 7, el fútbol 11, el ultimate y el rugby, algunas de las cuales debían realizarse en recintos externos y otras tenían mayores limitaciones horarias.
Aparte de las ventajas económicas, el césped artificial soporta mejor las temperaturas extremas y las lluvias, lo que permite que se pueda jugar bajo cualquier circunstancia climatológica, y tampoco necesita ser cortado o eliminar malas hierbas, ni utilizar pesticidas o herbicidas.
Por otra parte, el césped artificial mejora la calidad y seguridad del juego porque su superficie es uniforme, sin protuberancias ni hoyos, y el balón rueda de forma más fluida.