El consultor especializado en trasformación digital Genís Roca impartió hoy, viernes 15 de marzo, una conferencia en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna durante la cual realizó un recorrido histórico de la evolución de Internet y los servicios digitales. Así, se ha pasado de una web sin interacciones en los 90 a una social en los 2000, pero desde 2015 parece claro que la clave estará en los datos: “el futuro está en saber qué eres capaz de hacer con los datos en tiempo real”.
Esta conferencia ha sido el acto central del III Encuentro con Empresas Colaboradoras, que sirvió como foro de encuentro de la institución académica y las entidades que, de un modo u otro, ayudan en su labor al centro, especialmente en el ámbito de las prácticas curriculares.
El rector de la Universidad de La Laguna señaló que el alumnado ha manifestado que estas prácticas realmente suponen un enriquecimiento en su formación, mientras que varios empresarios le han dicho que la llegada de estos jóvenes a sus entidades supone un auténtico “soplo de aire fresco”. Por ello, Martinón estimó que “con estas prácticas y otros programas de inserción laboral con nuestra Fundación General, se demuestra que la universidad no da la espalda a la sociedad”.
Genís Roca
El ponente, elegido en 2013 y en 2014 por el periódico El Mundo como uno de los 25 españoles más influyentes en Internet por su capacidad de interpretación de los cambios tecnológicos y socioeconómicos, comenzó su exposición recordando que la labor del empresario se puede resumir en tres facetas nada fáciles: entender lo que está sucediendo, decidir qué hacer y convencer a sus trabajadores, todas ellas llenas de incertidumbre.
En su opinión, en el mundo de las empresas y organizaciones es imposible mantener nada muchos años porque siempre aparece una variable o varias que obligan a cambiar las maneras de trabajar. Esa disrupción obliga a cambios profundos y para afrontarlos es importante garantizar una profunda comprensión de lo que está ocurriendo en ese momento en el sector.
El ponente hizo un repaso histórico de Internet, señalando como primer hito 1995, en el que los usuarios de a pie pudieron contratar por primera vez el servicio en su hogar, es decir, había dejado de ser una tecnología solo para la investigación. En el segundo momento señalado, 2005, aparece la llamada Web 2.0, es decir, las plataformas que facilitan la participación de las personas sin la necesidad de contar con un personal técnico especializado.
El tercer momento de esta evolución es 2015, cuando la población ya acepta con normalidad que haya un flujo de información generado por objetos: el tren que avisa que llega a tal hora, el paquete que va informando de su periplo por los puertos, la pulsera que indica el estado de salud, etc.
Por tanto, la próxima revolución tendrá que ver con los datos y su tratamiento a tiempo real: este último factor será esencial para determinados sectores, porque recibir un dato medio segundo más o menos podría significar que un coche que se auto conduce no frene a tiempo o que una cirugía robotizada corte un tejido demasiado tarde.
El desafió radica en que, si ahora la participación es sobre datos, ¿es fiable el sistema? Se crean problemas de confianza con los gestores de datos y poder garantizar esa seguridad tendrá una ventaja competitiva.
Roca explicó que lo digital necesita mucho volumen de usuarios, mucha información, mucha confianza, gestionarlos de manera segmentada, que sea mecanizado y que admita cambios disruptivos. En suma: no es algo al alcance de todos y debe afrontarse de manera profunda. “O estas en lo digital o no lo estás. Nadie te obliga, puedes optar por la artesanía, que es otra opción viable y es donde estará el lujo del futuro. Pero no cabe entrar en lo digital solo un poco”.
