ISACAM es el nombre del proyecto europeo liderado por la Universidad de La Laguna que pretende instaurar un sistema que asegure la calidad de los medicamentos utilizados en Mauritania en el tratamiento del Sida y enfermedades tropicales descuidadas, concretamente, malaria y tuberculosis. Se trata de un proyecto peculiar, tildado así por su propio investigador principal, el catedrático de Tecnología Farmacéutica José Fariña, dado que la ULL es el único socio europeo, y es a su vez el único proyecto en salud de los siete que lidera la Universidad de La Laguna. Y también es de los pocos que tienen un solo país tercero como socio.
El proyecto Interreg Mac 2014-2020 tiene una andadura de tres años, prorrogables a seis meses más. Presentado hoy en la Facultad de Farmacia, ante representantes de instituciones, el sector farmacéutico, alumnado y profesorado, la idea es ejercer un control de calidad los medicamentos utilizados en el país africano y en su zona de influencia parta el tratamiento de estas tres patologías, puesto que es habitual detectar fármacos que presentan deficiencias de calidad, otros que no han sido registrados y carecen por tanto de licencia o que, directamente, son fruto de falsificaciones.
Fariña agregó que esto es un problema grave de salud, en el que el gobierno mauritano ha puesto todo su esfuerzo para sumarse a la Universidad de La Laguna en su control. Añadió que se ha evidenciado que estas tres enfermedades han incrementado su resistencia microbiana y que la transmisión de infecciones resulta más efectiva, al tiempo que también se ha elevado su incidencia en la población. De hecho, el investigador tiene ya constatado de ocasiones anteriores que la malaria pervive en al menos cuatro regiones del sur del país, incluida la capital, Nuakchot. Los datos globales indican que la malaria y la tuberculosis provocan más del 50% de las muertes en África y Asia.
El proyecto ya ha sido presentado en Mauritania, donde ha causado un impacto muy positivo. Tanto es así, que el propio gobierno del país africano y el Ministerio de Asuntos Exteriores español pretenden firmar un convenio para darle continuidad y averiguar la incidencia de estos medicamentos adulterados en la salud de la población. “Somos doce farmacéuticos en el equipo y nos vamos a un país donde no hay estudios de farmacia. Por tanto, este proyecto servirá para desarrollar una labor muy interesante de salud pública”.
La Organización Mundial de la Salud tiene un observatorio que detecta falsificaciones o productos subestándar en los medicamentos, y ha señalado numerosas incidencias en África, a lo que se suma la falta de notificaciones o de control alguno en muchas de las naciones del contienen vecino.
En el proyecto liderado por la Universidad de La Laguna van a participar el grupo de investigación de la Unidad de Nuevas Terapias y Desarrollo de Medicamentos perteneciente al Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, quienes colaborarán con el laboratorio de control de la calidad de los medicamentos en Mauritania, que pretende ser centro de referencia para toda la zona del África Occidental. Se trata pues de detectar los fármacos en mal estado y, además, de formar al personal local para que pueda continuar desarrollando esta labor en el futuro.
Así, la primera parte del proyecto se centrará en seleccionar los medicamentos estándares, usando de referencia los fármacos europeos, y su posterior contrastación con los de Mauritania. En este punto, una actividad crítica será la selección de las muestras, dado que estamos hablando de un país de un millón de metros cuadrados de superficie, con apenas cinco millones de habitantes. “Las dificultades para trasladar los medicamentos desde el dispensario central, en la capital, hacia el interior, son enormes. Hay veces que el movimiento se hace incluso por tracción animal, con temperaturas que pueden superar los 45 grados”, explicó el docente de la Universidad de La Laguna, indicando que el propio sistema de transporte puede alterar las cualidades del medicamento. «La toma de muestras va a ser compleja».
Con todo, el proyecto ha comenzado basándose en la visita que el equipo de la Universidad de La Laguna ha hecho a los almacenes de distribución de medicamentos ubicados en la capital mauritana, y que ha permitido comprobar la situación actual de este país y entender la idiosincracia en la que se realizará este proyecto.
La transferencia de conocimientos será la última actividad del proyecto, de tal forma que Mauritania cuente con personal cualificado que pueda actuar correctamente y detectar falsificaciones o fármacos en mal estado, antes de su distribución a la población.
Para el vicerrector de Investigación y Transferencia, Ernesto Pereda, este proyecto visibiliza una vez más las diferencias entre los países pobres y ricos, supone una actividad de cooperación fundamental y muestra lo bueno que se puede hacer desde la Universidad de La Laguna “para mejorar el mundo en el que vivimos”.
Por su parte, la representante de la Dirección General de Asuntos Económicos con África, Beatriz Amigó, también presente en la sesión, felicitó a los artífices de esta iniciativa, dado que el proyecto está dirigido a la lucha contra enfermedades “que causan verdaderos estragos” en el contienen vecino, al tiempo, destacó, que está alineado con la estrategia de Canarias de ser centro de promoción de servicios en esta zona geográfica.