Una campaña de investigación de dos semanas de duración realizada a bordo del barco Punta Umbría, de Marítima Acantilados, ha finalzado hoy, viernes 29 de marzo, en Los Gigantes (Tenerif). Liderada por la Universidad de La Laguna, con la participación de la Universidad de St Andrews (Escocia) y de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), en ella se ha utilizado por primera vez en el mundo un dispositivo de adherencia por ventosas que registra el latido cardiaco de los cetáceos en libertad.
Los calderones, (también llamados ballenas piloto por su traducción del nombre en inglés pilot whales), son cetáceos de buceo profundo que realizan proezas tales como sumergirse a 1 kilómetro de profundidad en tan solo 20 minutos para perseguir presas que pueden incluir al calamar gigante. La campaña se ha realizado en el sur de Tenerife porque esta área alberga una de las pocas poblaciones residentes de calderón tropical que se conocen en el mundo.
Los resultados han plasmado las exquisitas adaptaciones de los calderones al buceo profundo, con reducción del latido cardíaco en profundidad para poder alargar el tiempo de inmersión en apnea, y aceleración de la tasa cardíaca en superficie, para circular la sangre a mayor velocidad y transportar oxígeno a todo el cuerpo para la recuperación del buceo.
Estos resultados confirman la importancia de respetar el descanso de los calderones en superficie, de modo que no se altere el equilibrio fisiológico que les permite realizar sus funciones vitales. Por ello, es esencial que se controlen los acercamientos a los calderones, tanto por barcos recreativos como por barcos comerciales de observación de cetáceos, respetando la normativa vigente que no permite más de dos barcos a menos de 300 metros de los animales.
Asimismo, la necesidad de descanso en superficie contribuye a explicar que los calderones no puedan reaccionar con la velocidad suficiente para evitar colisiones en todos los casos, lo cual ha llevado a que, en l que va de año, ya se han registrado dos calderones con cortes importantes producidos por hélices de barcos de mediano tamaño. El último caso se ha dado durante la campaña y culminó con el sacrificio del calderón juvenil por los veterinarios del Cabildo de Tenerife para poner fin al sufrimiento del animal, dado que las lesiones en la columna eran incompatibles con la vida.
Durante la campaña se han realizado avistamientos desde tierra para localizar a los animales y estudiar sus reacciones al acercamiento de los barcos. Las observaciones demuestran una importante concentración de calderones y delfines mulares en la zona de Fonsalía (entre Playa San Juan y Alcalá), que es donde se plantea construir un gran puerto comercial y recreativo, actualmente paralizado por decisión ministerial. En esta zona frente a Fonsalía se observaron también cachalotes con crías, lo cual demuestra que la construcción del puerto aumentaría significativamente las probabilidades de colisión con calderones y otros cetáceos.
Riqueza natural para conservar
El área de estudio ha sido la Zona de Especial Conservación Teno-Rasca, protegida a nivel europeo por sus poblaciones de cetáceos y tortugas. En las dos semanas de duración de la campaña, se han observado nueve especies de cetáceos, tanto por el equipo de investigación como por los barcos de observación comercial que contribuyen aportando datos de avistamientos.
Las especies han sido desde delfínidos a grandes cetáceos como cachalotes y rorcuales, incluido el rorcual azul, el mayor animal que ha existido en el planeta. Esto subraya la enorme riqueza de la Zona Especial de Conservación Teno-Rasca y la necesidad de establecer medidas prácticas de reducción de la velocidad en esta zona para evitar colisiones con cetáceos y tortugas, así como de establecer un límite a las construcciones costeras en el área que puedan afectar a estas especies protegidas, tales como nuevos puertos que incrementen el tráfico marino de velocidad.
Los recursos marinos tienen importantes valores naturales y también económicos: la actividad de observación comercial de cetáceos es la segunda en número de turistas de Tenerife, ofreciendo numerosos puestos de trabajo. Se requiere un esfuerzo institucional para compatibilizar las actividades humanas en el área y la conservación de la fauna marina.