La Universidad de La Laguna celebró la tarde de ayer, martes 12 de marzo, una sesión de ULL Debates que, bajo el título “La vida en nuestros mares: ¿Cómo proteger las Zonas de Especial Conservación?”, para abordó qué medidas deberían adoptarse para mejorar la protección del medio marino canario y, en especial, de los cetáceos que habitan en él. Una idea sobre la que hubo bastante consenso fue que es necesario cambiar la actual legislación sobre embarcaciones que desarrollan actividades turísticas de avistamiento de estos mamíferos marinos por otra más restrictiva.
En el debate participaron Blanca Pérez, viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias; Virginia Estévez, jefa de Sección Técnica de Conservación del Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente; Alberto Bernabé, consejero del Área de Turismo del Cabildo de Tenerife; Antonio Sampedro, de la Asociación de Cetáceos del Sur de Tenerife; José Antonio Conde, capitán marítimo de Santa Cruz de Tenerife y Ángel Lobo, profesor del Departamento de Disciplinas Jurídicas Básicas de la Universidad de La Laguna; con la moderación de la investigadora docente Ramón y Cajal Natacha Aguilar.
Previamente, el fotógrafo Francis Pérez, que ha entre otros méritos ha ganado el World Press Photo y portada de National Geographic, realizó una presentación que sirvió como antesala al debate, durante la cual proyectó un video sobre las especies marinas presentes en las costas tinerfeñas, con especial interés en los calderones.
Seguidamente, Jacobo Marrero, de la Asociación Tonina, presentó los trabajos desarrollado por esta ONG, de entre los que destaca un completo censo de los calderones presentes en aguas tinerfeñas. Alertó de que en sus últimos estudios se apreciaba un aumento de la mortalidad de las crías, que hacen peligrarla población residente de estos mamíferos, y también advirtió del riesgo que supone para los animales el tráfico de fast ferries entre islas, asunto que, de hecho, también fue abordado durante el coloquio.
Debate
El valor que ha tenido este debate desarrollado en el Paraninfo universitario es que ha logrado congregar a varias personalidades con responsabilidad directa sobre la materia abordada, para poner en común sus posturas y plantear posibles soluciones. Así, a lo largo del encuentro se apuntaron varias medidas que podrían redundar en una mayor protección de los cetáceos presentes en aguas las Zonas de Especial Conservación (ZEC) marinas de Canarias.
Entre ellas, se apreció la necesidad de mejorar la legislación vigente sobre las embarcaciones de avistamiento de cetáceos, de tal modo que se pueda restringir la carga de buques en las ZEC y, además, se asegure que todos cumplen con ciertos requisitos medioambientales y su tripulación ha recibido una formación adecuada sobre cómo tratar con los cetáceos e, incluso, incorpore la figura de guías especializados.
Otra medida abordada se refería a cómo afrontar el tráfico de los fast ferries de las navieras comerciales, proponiendo limitaciones de velocidad cuando los buques pasen por aguas pobladas por cetáceos o, incluso, restringir su paso por ellas, dejando únicamente unos canales de seguridad para el tráfico marítimo.
También se comentó la idoneidad de crear centros de interpretación sobre cetáceos para que los turistas que vayan a realizar actividades de avistamientos conozcan mejor a estos animales y, sobre todo, estén más concienciados sobre su protección.
Se habló igualmente de la necesidad de mejorar la vigilancia de la ZEC para evitar que los buques se acerquen a los animales más de lo que permite la ley o que haya más embarcaciones en la zona de las que delimita la legislación. Para ello, se habló de coordinar esfuerzos entre los buques de vigilancia existentes, reforzados por vigilancias desde tierra.
Intervenciones
La viceconsejera Blanca Pérez habló de que las competencias del ejecutivo autonómico sobre algunas especies protegidas en el medio marino son pocas, si bien “con la regulación que existe ya se puede intervenir en mucho, pero hacen falta más recursos para mejorar la ZEC”. Abogó por la coordinación entre distintas administraciones para mejorar la vigilancia de las zonas en riesgo y explicó que la regulación sobre embarcaciones de avistamiento era más dura cuando dependió del gobierno canario pero se volvieron más laxas cuando las competencias sobre ella pasaron en 2010 al estado.
Sobre ese último punto, la representante ministerial, Virgina Estévez, replicó que, efectivamente, se rebajaron los requisitos porque en conversaciones con el Gobierno de Canarias se acordó facilitar el acceso de más personas a la actividad comercial del avistamiento de cetáceos, pero reconoció que en la actualidad “quizá haya que ser más restrictivos” y manifestó la disposición del estado a realizar mejoras. Citó la participación española en el ambicioso proyecto europeo Life Intermares para crear una red de áreas marinas protegidas, que incluye algunas medidas específicas para Canarias sobre colisiones con cetáceos y capacidad de carga en áreas protegidas.
El consejero insular de Turismo, Alberto Bernabé, cifró en 723.000 los turistas en Tenerife (un 13% del total) que hacen visitas a las ballenas. Se trata, pues, de una actividad muy importante que ha llevado a redactar una Carta de Sostenibilidad de Avistamientos de Cetáceos para tratar de poner orden en el sector. A su juicio, no se trata tanto de capacidad o volumen de carga, sino del comportamiento de las embarcaciones. Admitió que la presión sobre los cetáceos es mayor que hace cinco años y que las administraciones lentamente han empezado a “espabilar” ahora. Sobre los centros de visitantes, señaló que desde 2016 el Cabildo cuenta con presupuesto para ello, y están tratando de negociar su ubicación con los ayuntamientos de las zonas en donde se realizan avistamientos.
Antonio Sampedro representa al sector de embarcaciones de avistamiento que buscan un desarrollo sostenible de la actividad y aboga por una mejor regulación, ya que actualmente “no hay trabas reales para legalizarse, basta con realizar sendas solicitudes al gobierno de canarias y al ministerio”, una situación que facilita que haya todavía muchos buques ilegales. “Ya sabemos que se ha superado la capacidad de carga de barcos en las ZEC, ¿por qué se siguen concediendo licencias?”. También denunció el peligro que supone el paso de los ferries por las aguas con cetáceos, por lo que abogó por reconducir el tráfico marítimo fuera de esas áreas.
El jurista Ángel Lobo, que también preside la Federación de Surfistas, señaló que el mar no ha sido ordenado lo suficientemente pero ya empieza a ver la necesidad de afrontarlo como si fueran el territorio, regulando sus distintos usos y actividades. Mostró su perplejidad ante el hecho de que una actividad que puede tener tanta afección al medio ambiente como es la de los buques de avistamiento que no esté sometida a una mayor normativa. Abogó sacarla la actividad a concurso, tal y como sucede con las actividades de playa, controlando así la capacidad de carga en cada zona: “En ese concurso quedarían los mejores y se podrían poner cláusulas sociales y medioambientales”.
Por su parte, el Capitán Marítimo de Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Conde, recordó la labor desarrollada por Salvamento Marítimo, que no solo realiza rescates, sino que lucha contra la contaminación marina y también recuperan los restos de cetáceos colisionados. Al ser estos animales muy musculosos, cunado chocan no se quedan flotando, sino que se hunden, de tal modo que es vital recuperar sus cuerpos para poder demostrar que, efectivamente las colisiones se producen. Para abordar el problema que supone el tráfico de ferries, aconsejó hablar con las navieras, que suelen ser receptivas y, si no hay acuerdo, desarrollar una normativa sobre las trayectorias.