Hablar nos resulta fácil a la mayoría de nosotros. Pero, ¿se sabe que para producir el habla una persona hace uso de un centenar de músculos diferentes? Para algunos individuos, como los que han tenido un derrame cerebral o que tartamudean, por ejemplo, hablar resulta muy difícil. Lo es empezar a hablar, mantenerse en el ejercicio y a veces incluso dejar de hablar. Una investigación liderada por la Universidad de La Laguna analiza las razones profundas de este fenómeno y ha sido publicada en la revista de alto impacto Cerebral Cortex.
“Necesitamos entender cómo controla el cerebro los numerosos músculos del cuerpo que están involucrados con el habla”, asegura Niels Janssen, investigador del Instituto de Tecnologías Biomédicas y del Instituto de Neurociencias, ambos de la Universidad de La Laguna. “En nuestra investigación descubrimos las áreas específicas del cerebro responsables de iniciar, mantener y detener el habla”. Para ello usan una técnica llamada resonancia magnética funcional (fMRI), común para obtener imágenes de activación cerebral.
“En nuestro estudio le pedimos a la gente que hablara rápidamente durante un período de alrededor de 20 segundos mientras estaban dentro del escáner de fMRI. Así, hemos desarrollado una nueva variante de la técnica fMRI en la que hemos conseguido producir vídeos de la activación cerebral desde el momento en que las personas comenzaron a hablar hasta que dejaron de hacerlo”, relata Janssen.
Usando esta nueva técnica encontraron que comenzar y detener el habla depende de áreas profundas del cerebro (ganglios basales) mientras que en mantener el habla participa principalmente áreas en las capas externas del cerebro (corteza). “Esta separación entre las diferentes regiones que intervienen en el inicio y la detención del habla y las que lo hacen en el mantenimiento del habla concuerda con lo que sabemos acerca de cómo el cerebro controla los músculos que no tienen que ver con esta acción, como por ejemplo mover la mano o el cuerpo”, añade el investigador de la Universidad de La Laguna.
Al final, el estudio muestra que controlar los diferentes músculos involucrados en el habla implica una activación cerebral coordinada de muchas regiones diferentes. “En investigaciones futuras nos centraremos en cómo las interrupciones en esta actividad coordinada pueden conducir a problemas del habla”.
El estudio fue realizado por Niels Janssen, con la participación de Cristián Camilo Rincón Mendieta, del Laboratorio Interdisciplinar de Ciencias y Procesos Humanos de la Universidad Externado de Colombia. El trabajo se ha realizado con el servicio de imágenes por resonancia magnética del Servicio General de Apoyo a la Investigación de la Universidad de La Laguna y con la ayuda de José Luis González Mora, catedrático de este centro docente, junto a Cristián Modroño y José María Pérez González (IMETISA).