La Sociedad Española de Excelencia Académica (SEDEA) es una entidad privada fundada en 2019, que ha comenzado a realizar un ranking de los mejores graduados de las universidades españolas en las diferentes titulaciones. Recientemente ha publicado el correspondiente al curso 2018-19 y en él ha resultado designado el estudiante más destacado en Física el graduado por la Universidad de La Laguna.
En esta clasificación, el factor con más peso en la valoración final es la nota media final del expediente académico. Sin embargo, también se tienen en cuenta otros factores, como tener matrícula de honor en Bachillerato o Premio Extraordinario de Bachillerato, la nota de corte de la titulación universitaria, haber realizado alguna estancia internacional, becas de colaboración con departamentos universitarios, becas de investigación, premios o distinciones logradas, concursos o certámenes de carácter académico, idiomas y otros méritos.
En ese sentido, Galván Fraile valora la importancia de labrarse un buen currículo. “La nota media, nos guste como métrica de evaluación o no, es importante sobre todo si uno desea continuar su trayectoria en el ámbito académico, pero no es lo único. Y ese es un consejo que me gustaría que llegara a aquellos que inician o continúan sus estudios de grado, que sean curiosos y tengan iniciativa, que pregunten a los profesores y se interesen por la investigación de estos, que busquen becas, que viajen y que aprendan; pero que no descuiden su nota, que la mentalidad conformista es muy peligrosa”.
En su caso concreto, el egresado de la Universidad de La Laguna explica que fue mejorando su nota media año tras año de la carrera a medida que se adaptaba a la dinámica de trabajo, quedando finalmente en un 9.57 de media con diecisiete matrículas de honor.
Tras acabar el grado, cursó el Máster de Física de Sistemas Complejos en el Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas complejos, centro del CSIC en la Universidad de las Islas Baleares (UIB). “En él pude cursar una asignatura de modelización neuronal y tanto su contenido como su profesor, Claudio Mirasso, me convencieron para realizar mi tesis doctoral en este centro sobre esta temática”. Así, actualmente está compaginando este trabajo con la docencia en el grado de Química de la UIB y con sus estudios a tiempo parcial del Grado de Matemáticas en la Universidad de La Laguna. “En un futuro me gustaría seguir explorando el mundo de la inteligencia artificial, ya sea en el ámbito público o privado”.
De su paso por la Universidad de La Laguna como estudiante de Física a partir del curso 2015/16, recuerda especialmente la asignatura “Mecánica y Ondas I” impartida por Javier Hernández Rojas. Sin embargo, puntualiza que a finales del segundo año pasó un momento de crisis que le llevó a plantearse cambiarse de carrera, aunque finalmente la continuó gracias al apoyo de familia y amigos.
“Tuve la suerte de conocer al catedrático Daniel Alonso, el cual me transmitió su pasión por la investigación, la docencia y las cosas bien hechas, convirtiéndose en un referente para mí. Él me puso en contacto con el investigador del CSIC Juan José García Ripoll y, gracias a esto, pude realizar una estancia de tres meses con su grupo de investigación en Madrid, lo cual se convirtió finalmente en mi TFG. De este último año guardo también un gran recuerdo de mis prácticas externas en el Instituto Geográfico Nacional, bajo la tutela de Itahiza Domínguez y Eduardo Andrés Díaz Suárez”.
Pese a lo concentrado de su currículo académico, Galván Fraile considera imprescindible mantener un equilibrio con las diferentes facetas de su vida. Así, durante la carrera practicó atletismo en el CEAT Tenerife y también pádel, donde quedó campeón universitario mixto de Canarias. “Siempre reservaba tiempo para mis amigos, pareja y familia, aunque es cierto que en las épocas de exámenes tenía que sacrificar un poco más y pasar muchas horas en alguna biblioteca. Valoro mucho tener una vida íntegra que abarque más áreas que únicamente los estudios”.
Sobre sus técnicas de estudio, confiesa que no ha sido especialmente metódico y solía centrarse en el trabajo o exámenes que estuvieran más próximo en el tiempo. “Creo que lo que más me ayudó fue seleccionar las clases a las que asistir e ir a la biblioteca a consultar la bibliografía recomendada cuando decidía llevar una formación más autodidacta, pues esto me permitía tener más tiempo para estudiar y asegurarme de entender bien los abstractos conceptos de la Física”.