El Instituto Universitario de Neurociencia de la Universidad de La Laguna (IUNE) cuenta con un nuevo equipo de gobierno que ha tomado posesión de sus cargos hoy, miércoles 25 de noviembre. Hipólito Marrero Hernández es el nuevo director de la entidad, que estará acompañado en la gestión por Raquel Marín Cruzado como subdirectora de Recursos Humanos; José Luis González Mora como subdirector científico; y Alberto Domínguez Martínez como secretario.
En el acto también estuvo presente el director saliente, Manuel de Vega, a quien la rectora, Rosa Aguilar, agradeció su gestión, gracias a la cual el instituto ha logrado ocupar un puesto puntero en su ámbito, mejorando así la relevancia y prestigio internacional de la Universidad de La Laguna en el campo de la investigación. La rectora también tuvo palabras de aliento para el nuevo equipo, a quien pidió que “tomara el timón con entusiasmo” para que el centro prosiga por su senda de excelencia.
EL nuevo director del IUNE se congratuló por asumir la gestión tras una etapa de consolidación con el objetivo de mejorar su potencial investigador e internacionalización. Marrero se congratuló por el hecho de que la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información realizara un estudio para determinar qué institutos de las dos universidades públicas canarias tenías el potencial para lograr la declaración como Unidad de Excelencia “María de Maeztu” del Ministerio de Ciencia e Innovación, y solamente tres cumplían los requisitos, entre ellos el IUNE.
Por ello, se va a trabajar para presentar un proyecto solvente al ministerio que pueda significar la obtención de ese sello de calidad, que redundaría no solo en una mayor financiación, sino también en una mayor visibilidad del instituto.
Marrero también se refirió a que en la actualidad la mayoría de publicaciones del IUNE se sitúan en publicaciones de impacto del primer cuartil, las más valoradas, y han tenido una buena actividad de trasferencia de investigación, con un contrato Agustín de Betancourt incluido. Por ello, la línea que seguirá será la de consolidar esa trayectoria y aspirar a proyectos europeos de alta financiación.
Lograr todo esto implicará, en opinión de Marrero, que la Universidad de La Laguna adopte medidas para potenciar la actividad de los institutos, potenciando los institutos más dinámicos con criterios objetivos referidos a su actividad científica; facilitando la contratación de personal investigador pre y posdoctoral; e impulsando un patronato que facilite el mecenazgo público y privado.
Por su parte, el director saliente también redundó en la idea de la necesidad de apoyo institucional, recodando que, cuando él tomó posesión, simplemente pidió “cariño” a la universidad, pero “ahora es el momento de pedir algo más”. Al equipo que le sucede le solicitó que siguiera la tradición anglosajona, que posee centros y publicaciones de hasta dos siglos de longevidad gracias a que han sabido “quedarse con lo mejor de los anteriores y aportar cosas nuevas para ampliar ambiciones”.