La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, fue invitada hoy 2 de noviembre a participar en una comisión parlamentaria para analizar las consecuencias para las islas del marco financiero plurianual de la Unión Europea, aprobado finalmente en julio de 2020, en lo referido a retos educativos. Aguilar agradeció la invitación cursada por la Cámara a través de la Agrupación Socialista Gomera y centró su intervención, en educación de la ciudadanía canaria “y, por lo tanto, de la europea”, con el horizonte del marco comunitario de cohesión para el periodo 2021-2027. “Los próximos siete años marcarán un punto de partida totalmente inédito, protagonizado por la actual pandemia y sus implicaciones socioeconómicas”, señaló al comienzo.
La rectora sostuvo que la educación permite la movilidad socioeconómica ascendente y es clave para salir de la pobreza, contribuye a reducir las desigualdades y a lograr la igualdad de género, favorece que las personas puedan llevar una vida más saludable y sostenible y fomenta la tolerancia entre las personas y contribuye a crear sociedades más pacíficas y dialogantes. Aguilar se mostró firmemente partidaria de modernizar el sistema educativo, ampliando los programas de aprendizaje a lo largo de la vida, “tanto para seguir incorporando conocimiento como para facilitar una mayor capacitación y movilidad profesional, atendiendo mejor a las necesidades actuales y futuras de nuestro entorno económico y social”, aseveró. Se trata de una modernización que está presente en el marco de desarrollo regional y cohesión de la Unión Europea posterior a 2020, y que fija cinco prioridades estratégicas de inversión para el periodo 2021-2027, en las que se encuentra la educación de forma explícita, apuntalando así una Europa más inteligente, más ecológica y libre de carbono, más conectada y más cercana a la ciudadanía.
Recordó que entre los criterios de asignación de fondos figuran el desempleo juvenil, niveles educativos bajos, cambio climático y acogida e integración de personas inmigrantes, “aspectos críticos en nuestra experiencia regional y en los que Canarias tiene argumentos sobrados para su concurrencia”. Desde finales de la pasada década, la Unión Europea trabaja en el establecimiento del Espacio Europeo de Educación y, por otra parte, en un Plan de Acción de Educación Digital, con el horizonte de 2027. “Estas líneas de actuación se pretenden robustecer para que la educación y la formación puedan ser factores clave de la recuperación de la UE ante los devastadores efectos de la pandemia. Pero, además, como una oportunidad de cambio, para contribuir a la construcción de una Europa ecológica y digital”.
Tras detenerse en las seis dimensiones que conforman el Espacio Europeo de Educación (mejora de la calidad educativa, inclusión e igualdad de género, transiciones ecológica y digital, apoyo de la profesión docente, desarrollo de las universidades europeas y avance hacia una Europa más fuerte e influyente), la rectora pasó a centrarse en el Plan de Acción de la Educación Digital, que incorpora dos prioridades estratégicas: el desarrollo de un ecosistema de educación digital de alto rendimiento, para lo que será crucial, dijo, abonar el terreno con la disponibilidad de una infraestructura robusta, mayor conectividad y equipamiento digitales, un desarrollo profesional docente de calidad, nuevos enfoques pedagógicos, buenos contenidos digitales y protección de datos y seguridad. En segundo lugar, también como prioridad estratégica, Rosa Aguilar citó la mejora de las competencias y habilidades digitales para la propia transformación digital.
“Muchos de estos desarrollos podrían haber llevado años y la superación de múltiples obstáculos, difícilmente removibles en determinados casos, pero la situación pandémica los ha introducido en pocas semanas y es fundamental poder consolidarlos”, señaló la rectora de la Universidad de La Laguna. Sobre el contexto de incertidumbre y de adversidad socioeconómica, apuntó que la pandemia ha afectado a los sistemas educativos en todo el mundo “y ha cambiado formas de enseñar, de aprender y de comunicarse”. Es evidente, añadió, que se van a agravar las desigualdades en cuanto al acceso a la educación y a todas las escalas. Convino pues en la necesidad identificar los puntos críticos y definir estrategias para apoyar a los territorios que han recibido el impacto más negativo de esta crisis. “Ahora más que nunca debemos estar pendientes de la incidencia del abandono educativo temprano, y esto puede ser especialmente grave en los niveles medios y superiores de la educación formal, particularmente si la crisis llega a ser lo profunda que se espera”.
La rectora cerró su intervención poniendo el énfasis en el valor del conocimiento y en el papel de las universidades públicas como sus principales gestoras. “Necesitamos conocimiento para mejorar el sector primario, gestionar la inmigración, diseñar las infraestructuras más adecuadas, luchar contra el cambio climático, promover un turismo excelente, aprovechar las ventajas de las RUPS, hacer más eficientes los transportes o reducir la brecha digital”, dijo.
“Las universidades públicas somos las únicas que podemos garantizar a toda la población el acceso a este conocimiento y a los beneficios que conlleva. Y, si se nos dota de medios necesarios, podremos liderar elementos esenciales para aspirar a un futuro mejor en nuestras islas, como la equidad, la igualdad de género, o la mejora del modelo productivo”. Para Aguilar, si se desea contar con una sociedad con talento para enfrentar estos y otros muchos retos, se debe considerar que la inversión en educación tiene que estar a la altura de los desafíos presentes y futuros.