La Facultad de Farmacia ha inaugurado hoy, martes 18 de febrero, el Aula de Farmacia, gracias a la colaboración de la Cooperativa Farmacéutica de Tenerife (Cofarte) con la Universidad de La Laguna. Este espacio ofrece al alumnado de este grado un lugar físico donde hacer simulaciones, a modo de prácticas, tal y como si estuvieran en una farmacia real. El acto se inauguró con la bienvenida de la rectora, Rosa Aguilar, y prosiguió con un breve discurso de la decana del centro anfitrión, Susana Abdala, y del presidente de Cofarte, Joaquín Luño.
El nuevo espacio creado en la facultad recrea una oficina de farmacia ordinaria para poder formar al cuerpo estudiantil en las habilidades más funcionales de una de sus salidas laborales más probables, entre los que se encuentran servicios de farmacia hospitalaria, farmacia comunitaria y atención primaria. El aula posee estantes y un mostrador con un ordenador que dispone de los soportes digitales habituales que se pueden encontrar en un establecimiento real. También dispone de un aforo habilitado con asientos con capacidad para en torno a 20 personas, para acoger seminarios y jornadas.
La rectora quiso agradecer a Cofarte su actitud colaboradora y a la decana su iniciativa, y enfatizó la idea de que la universidad debe mantener una relación fluida con las organizaciones profesionales para poder adaptar su docencia a las necesidades sociales reales. También valoró que este nuevo espacio mejorará la docencia práctica de la Facultad de Farmacia y, con ello, ayudará a fomentar la calidad de la institución.
Abdala señaló que los farmacéuticos se enfrentan a un nuevo paradigma en el que no son “meros dispensadores de medicamentos, sino que además asumen funciones que tienen que ver con la atención y cuidado de los pacientes”. A lo que añadió que “el 80% del alumnado de esta facultad acaba trabajando en una oficina de farmacia y se deben familiarizarse con aspectos que van más allá de tener conocimientos sobre los medicamentos en sí, lo que hace tan importante la dimensión práctica de la enseñanza”.
Joaquín Luño, por su parte, quiso agradecer tanto a la decana como a la universidad la confianza depositada en Cofarte para la colaboración en el proyecto, así como al Departamento de Soluciones Integrales de su cooperativa, encargado de ejecutarlo. Luño, exalumno de la misma facultad, aludió cariñosamente al centro educativo y comentó que esperaba que el recinto fuera útil para “que los alumnos puedan poner en funcionamiento sus conocimientos teóricos en un entorno agradable, motivador y en el que se cultive la vocación”.