La Cátedra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible Cabildo de Tenerife – Universidad de La Laguna ha organizado el seminario «Diseño de sistemas de compostaje y gestión de biorresiduos. Una aproximación transdisciplinar», que ha sido inaugurado hoy, jueves 30 de enero, en la Facultad de Bellas Artes y mañana se trasladará a la finca El Mato Tinto en Tacoronte, un espacio de referencia europea en permacultura que lleva dos décadas trabajando en proyectos ecosociales de gran impacto.
En la jornada de hoy se ha contado con la presencia de algunos ponentes del Cabildo de Tenerife, la Universidad Pública de Navarra, empresas del sector y la propia Universidad de La Laguna. También se ha presentado el proyecto Campustaje, en el cual ha colaborado activamente el alumnado, y se ha impartido un taller práctico de análisis, diseño de servicios e instalación de vermicompostadores.
Este encuentro, además, ha servido como evaluación para el alumnado de la asignatura “Ecodiseño”, que presentará ante los ponentes invitados el trabajo que han desarrollado en la asignatura a lo largo del curso. En ese sentido, el profesor del Departamento de Bellas Artes de la Universidad de La Lagua y director de la cátedra organizadora Carlos Jiménez Martínez explica que una de las mayores dificultades que suelen presentar los estudiantes es hablar en público para presentar sus proyectos. El hecho de tenerlo que hacer ante personas desconocidas, como en este caso, les ayuda a mejorar porque han de esforzarse más para elaborar le discurso.
Jiménez explica que a lo largo de estos cuatro meses, el alumnado de la asignatura se ha coordinado en grupos pequeños para desarrollar materiales de diseño gráfico e ilustración para la cartelería del proyecto Campustaje; han abierto y gestionando portales de Instagram y Facebook con contenidos de sensibilización; han realizado un cuento ilustrado para escuelas que se está poniendo en práctica, a modo de pilotaje, en el colegio Las Chumberas; se ha trabajado en los contenderos de compostaje y en los cubos para las zonas de reciclaje; e incluso han rehabilitado un área de escombrera en la propia facultad, convirtiéndola en un huerto y una zona de espacio colectivo.
Objetivos de la jornada
A lo largo de la sesión de la mañana de hoy, que será complementada en la práctica con la visita a la finca del viernes, se han abordado situaciones transdisciplinares y participativas de aprendizaje, investigación y transferencia de conocimientos en la gestión descentralizada de los residuos orgánicos biodegradables y se ha reflexionado sobre la pertinencia y eficacia de estas prácticas para convertir los biorresiduos en recursos valiosos con múltiples beneficios en jardinería, agricultura, secuestro de carbono, desertificación y mitigación del cambio climático.
Como señaló en la inauguración el otro co-director del taller, el profesor del Departamento de Economía, Contabilidad y Finanzas y subdirector de la cátedra, Francisco Javier Amador, este es un ejemplo del tipo de proyectos “de abajo hacia arriba” que quieren impulsar desde la cátedra, en este caso, partiendo de la actividad del alumnado. Además, conecta con otra de las líneas que se está tratando de impulsar, como la del aprendizaje-servicio, consistente en que, a la vez que aprende, el alumnado realiza una prestación con valor social.
Residuos municipales
El primer ponente que ha participado ha sido Natxo Irigoien, de la Universidad Pública de Navarra, quien ofreció una panorámica acerca de cómo están gestionando sus residuos orgánicos los municipios y, sobre todo, qué es lo que debería conseguirse para estar a la par que la normativa europea.
Sobre ese particular, recordó que la Unión Europea lanzó en abril de 2018 su primer paquete legislativo sobre economía circular, consintiente en cuatro directivas sobre sobre la gestión de residuos, envases, pilas y vehículos, entre otros asuntos. Al ser directivas europeas, los estados miembros deben trasponer sus indicaciones a sus legislaciones nacionales respectivas, por lo que serán de obligado cumplimiento.
En esas directivas se dispone que, para 2030, el 65% de los residuos orgánicos a escala municipal debe ser recuperado, reciclado o prevenido, es decir, que no salga del sistema productivo. En su opinión, aunque se están dando avances, es un objetivo difícil de lograr en España dado que los sistemas de gestión de residuos que se emplean habitualmente, basados en grandes plantas centralizadas a las que hay que trasportar la materia, son sumamente ineficaces.
La opción más racional pasa por el reciclaje doméstico utilizando el compostaje, si bien Irigoien admite que no es una opción viable en las ciudades; para estos casos, recuerda que en países como Austria se han adoptado sistemas de compostadoras comunitarias en las que los vecinos depositan sus residuos, los cuales son posteriormente gestionados por especialistas. O, incluso, modelos en los que se recogen los residuos en cada casa para llevarlos a pequeñas plantas cercanas. La clave, en todo caso, pasa por descentralizar la gestión de estos residuos e implicar a la población en el proceso.