Un equipo de investigación de la Universidad de La Laguna, dirigido por Juana María González Mancebo, profesora titular del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología de la Universidad de La Laguna, ha iniciado un estudio que evaluará el avance o reducción de la superficie ocupada de 40 especies endémicas seleccionadas en los ecosistemas montañosos no arbolados (montanos) de las islas de Tenerife y La Palma.
El grupo, denominado Plant Conservation and Biogeography, cuenta con botánicos de gran prestigio como el catedrático Marcelino del Arco, de la Universidad de La Laguna, y expertos en análisis de velocidad de respuesta al cambio climático como el investigador canadiense Andreas Hamman, además de expertos en análisis de efectos de herbivoría. La doctora Milagros León Barrios, profesora titular de la Universidad de La Laguna, experta en microbiología del suelo, analizará la capacidad de algunas especies amenazadas de alta montaña para germinar en suelos altamente empobrecidos. Este proyecto cuenta con el apoyo del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y el Parque Nacional del Teide, así como del Cabildo de La Palma, el Cabildo de Tenerife, y el Gobierno de Canarias.
Desarrollado por la Universidad de La Laguna con el apoyo de su Fundación General, el proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El objetivo es el de aportar conocimiento novedoso sobre la problemática actual de las especies de flora de alta montaña canaria, lo que permitirá establecer estrategias para su gestión en el contexto actual de sumidero climático que soportan los ecosistemas montanos.
Canarias conserva una importante biodiversidad de flora endémica exclusiva de la alta montaña. Sin embargo, muchas especies tienen una distribución restringida, ocupando preferentemente hábitats rocosos, expuestos a herbívoros invasores, o están en regresión en la actualidad. Esto reduce su capacidad de adaptación y migración como respuesta al cambio climático. El estudio se realizará sobre 40 especies endémicas en las que se observará la capacidad de migración (posibilidades de dispersión y tolerancia a herbívoros invasores) y vulnerabilidad a la velocidad del cambio climático. Además, para las especies amenazadas, se hará un ensayo para testar si el deterioro de los suelos ocasionado por la herbivoría (modificación de microbiota del suelo) es responsable de sus problemas de migración.
El estudio, denominado Una estrategia para frenar la pérdida de biodiversidad del ecosistema de alta montaña de Canarias, resulta de indudable interés para las administraciones que tienen competencias en la gestión de los espacios naturales protegidos del Archipiélago, ya que la metodología empleada puede ser aplicada a espacios naturales protegidos de otras islas y debería servir como punto de partida para que las instituciones competentes tomen las medidas oportunas para frenar el grave problema de pérdida de biodiversidad a la que están siendo sometidas estas islas por el efecto combinado de herbívoros invasores y cambio climático.
Desde el punto de vista divulgativo, próximamente se creará una página en la red social Facebook que dará a conocer desde el inicio la existencia del proyecto. En ella se informará de la marcha del proyecto, incorporando resultados, así como aquellos temas de interés cuyo objetivo sea la concienciación sobre el deterioro actual de los espacios protegidos y la necesidad de una gestión activa de las especies endémicas, que llevan a la desertización del territorio.