Por orden de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, a partir de mañana, viernes 13 incluido, la Universidad de La Laguna traslada sus actividades docentes presenciales al Campus Virtual, puesto que el ejecutivo regional suspende toda la actividad del sistema educativo en la isla de Tenerife.
Las clases presenciales se retomarán el lunes 13 de abril. Esta medida, por tanto, se aplicará durante tres semanas lectivas, porque la cuarta correspondería a las vacaciones de Semana Santa. Se trata de un ejercicio de responsabilidad social que pretende contribuir a la contención de la expansión del contagio del COVID-19 en Canarias.
En cuanto a la gestión administrativa, la Universidad de La Laguna mantendrá su actividad, estableciendo turnos rotatorios para que el personal de los servicios no coincida en su totalidad y, por tanto, el riesgo de contagio sea menor. Desde la Gerencia se darán las instrucciones oportunas a su personal, supliendo cuando sea posible la actividad presencial con teletrabajo.
También se suspende la realización de cursos, seminarios y demás reuniones de carácter docente, así como aquellos congresos, talleres, actividades culturales, deportivas y de otra índole que estuvieran programadas para estas fechas.
La Universidad de La Laguna ha estado preparándose desde hace días ante la posibilidad de que esta eventualidad se produjera y fuera necesario articular medias tecnológicas para facilitar el aumento del teletrabajo y de la docencia virtual.
Todas las nuevas medidas que puedan adoptarse, así como la actualización de las informaciones sobre esta situación, serán comunicada por el centro a través de sus canales oficiales, especialmente en la sección específica sobre esta crisis ubicado en la portada de la web institucional.
Esta medida se lleva a cabo de forma coordinada con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ambas instituciones públicas han considerado que se trata de la actuación más responsable, habida cuenta de que entre las dos suman, aproximadamente, 50.000 usuarios, entre alumnado, profesorado y personal de administración y servicios y que, con esta medida, se busca evitar concentraciones de personas y desplazamientos innecesarios.
Las instituciones educativas públicas canarias apelan a la responsabilidad de las personas afectadas por esta suspensión de las actividades para que, entre todas, y siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias, se contribuya a frenar la expansión de este coronavirus.