Como suele ser habitual, el Centro Oceanográfico de Canarias acoge durante el segundo cuatrimestre académico a estudiantes de último curso de la Universidad de La Laguna en el marco de la realización de sus prácticas externas en empresas, el intervalo entre la formación académica universitaria y la vida laboral del alumnado. Tres estudiantes del Grado en Física y dos del Grado en Matemáticas están afrontando la recta final de sus respectivas carreras y formándose en cuestiones aplicadas al trabajo en la institución científica, a la vez que contribuyen al desarrollo de su actividad. Además, en esta ocasión han tenido la oportunidad de colaborar en la última campaña sobre vulcanología canaria submarina del centro.
Julio García y José María Ramos son dos estudiantes del Grado en Física de la Universidad de La Laguna que, movidos en un principio por el interés en el curso de programación Matlab que ofrecía el centro oceanográfico de cara al trabajo que tendrían que desarrollar, se decantaron por la institución para llevar a cabo sus prácticas. Tal y como explica García, la labor de ambos consiste en recopilar y tratar ciertos datos obtenidos a partir de un vídeo grabado en un volcán de la Reserva Natural de las Islas Columbretes, perteneciente a la Comunidad Valenciana, con el fin de hallar resultados de interés para la zona. “Se trata de analizar ciertas chimeneas que surgen del volcán submarino”, comenta Ramos, que explica además que, a pesar de analizar el mismo entorno marino, las series de datos que estudia cada uno son distintas.
Las alumnas de último curso del Grado en Matemáticas Zulema Oval Trujillo y Laura Xiang Arranz también optaron por el Centro Oceanográfico para la realización de sus prácticas, que se basan en el estudio de sonidos procedentes de ballenas. Tal y como explican las estudiantes, su trabajo consiste, más concretamente, en analizar y comparar los sonidos que emiten estos cetáceos, a partir de un audio base, y esclarecer el momento, la duración y la frecuencia de tales efectos acústicos. Ambas coinciden en que la programación era un aspecto clave en el que querían profundizar y les atrajo la oferta formativa que ofrecía el centro en este aspecto. “Quería alejarme de la esfera docente y estudiar otros ámbitos en los que se desarrollaran las matemáticas”, comenta Oval. Xiang, por su parte, asegura que aunque tiene claro que quiere dedicarse a la docencia, estas prácticas le han permitido ampliar la perspectiva y explorar otras posibilidades profesionales.
Mediante una iniciativa promovida por su tutor en la entidad científica, Eugenio Fraile, investigador del Centro Oceanográfico de Canarias, el mencionado alumnado en prácticas pudo participar en la campaña “VULCANA: Vulcanología Canaria Submarina”, que consistió en llevar a cabo una valoración física, química y biológica del estado actual del ecosistema marino de la isla de El Hierro, a consecuencia del volcán submarino Tagoró, cuyo nacimiento en el año 2011 tuvo consecuencias dramáticas para la flora y fauna del entorno marino. “Los estudiantes estuvieron presentes en la toma de datos, por lo que compartimos con ellos los resultados obtenidos con mucho entusiasmo”, comenta Fraile.
Mateo Geo Segade es otro de los estudiantes de Física que se encuentran en estos momentos en el Centro Oceanográfico. En su caso, y bajo la tutorización del investigador Pedro Vélez-Belchí, estudia la variabilidad en altura de la superficie del Atlántico Norte. Con él son cinco los estudiantes de la Universidad de La Laguna que están adquiriendo experiencia profesional en la institución científica, algo que Vélez considera positivo de cara a su aprendizaje: “Trabajar en este entorno les obliga a defender su criterio y exponer su manera de ver las cosas”, asegura.
Relaciones institucionales
El Centro Oceanográfico de Canarias, situado en Santa Cruz de Tenerife, es uno de los nueve centros del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y lleva muchos años colaborando con la Universidad de La Laguna en distintos ámbitos como la formación del alumnado universitario en prácticas, impartiendo clases en diversos másteres de la institución académica y colaborando también con multitud de investigadores de la universidad.
“Nosotros creemos en que el futuro de los próximos oceanógrafos está en las universidades”, asegura Eugenio Fraile, que se muestra convencido de que el estudiantado en prácticas aporta frescura, ideas y movimiento a la institución a la vez que, integrarlos en el equipo de investigación y dedicar tiempo en su formación, tiene resultados para ellos. Ante este asunto Fraile comenta que, por ejemplo, el trabajo que García y Ramos están llevando a cabo, quedará reflejado en el informe final de la campaña en la que participan, algo muy favorable de cara a su carrera profesional. “Los tutores del IEO nos embarcamos en esta misión porque creemos en la formación y creemos en que hay que hacer ciencia joven; ver los resultados y verles ilusionados con el trabajo ya es un logro”, afirma Fraile.
Los estudiantes, por su parte, aseguran que sus prácticas de empresa les han servido, entre otras cosas, para desarrollar trabajo de campo y descubrir las posibilidades profesionales que existen tras los estudios de grado. “Las prácticas te enfrentan a la realidad, es una experiencia muy positiva”, comenta Zulema Oval. Precisamente Oval es una de las alumnas a las que esta experiencia ha despertado su interés por el campo científico marino y al igual que su compañero Julio García se está planteando cursar un Máster en Oceanografía. El grupo de estudiantes destaca también que la formación en programación ofrecida por la empresa y que estuvo a cargo de Alba González, investigadora del Centro Oceanográfico de Canarias, fue un punto muy positivo en materia de complementariedad de la formación.
