Con la profesionalización de la enfermería, la creación de asociaciones y facultades de enfermería, la indumentaria empleada por las estudiantes y enfermeras se ha ido adaptando a la coyuntura social de la época. Las confecciones, calidades, diseños y colores se han ido adecuando no sólo a las necesidades, condiciones y utilidad del mismo sino también a cuestiones de higiene y
salubridad, facilitando incluso el lavado y planchado de los mismos. De modo que, en esencia, ha pasado a concebirse el uniforme más como una herramienta de trabajo que responde a características de comodidad y funcionalidad propias de la enfermera, desligándose de consideraciones previas de índole religiosa o bélica. Dicha transformación ha hecho que en la actualidad se parezcan, cada vez más, a la ropa cotidiana que incluye un calzado cómodo.
Es por ello que en la actualidad, al margen del sentido identitario, el uniforme tradicional, ha sufrido cambios sustanciales a lo largo y ancho del mundo de la Salud y los Cuidados. Un movimiento de transformación y cambio al que no son ajenos los estudiantes del Grado en Enfermería de la Universidad de La Laguna, que los representantes de los estudiantes de la Sección de Ciencias de la Salud (Sección de Enfermería) han planteado y defendido en la Junta de Sección de Enfermería, que posteriormente fue ratificado en Junta de Facultad de Ciencias de la Salud el pasado 29 de enero de 2021 y que en el presente curso académico incorpora los estudiantes de primero y segundo del Grado en Enfermería.
El nuevo uniforme modifica al tradicional de color blanco, que pasa a azul ultramar, además de cambiar el material en el que está elaborado y que aporta mayores beneficios al mejorar sus condiciones de confort, de tratamiento de limpieza e identificación corporativa además de identificar los estudiantes del Grado en Enfermería de la Universidad de la Laguna con sus nombres y apellidos. Un cambio que habla de la transformación permanente y avance de nuestra disciplina y, por ende, de la profesión enfermera.