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El reto de gestionar lo más valioso

lunes 22 de marzo de 2021 - 08:33 GMT+0000

En una de sus famosas huelgas de hambre Mahatma Gandhi aguantó 21 días sin probar alimento. Lo que le mantuvo con vida durante la protesta fue el recurso más elemental: el agua. Fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta, ya que constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible, el agua es un recurso primario, renovable y reciclable en el que se basa todo el desarrollo social. Sin ella, la posibilidad de desarrollo del ser humano y de todas las diferentes formas de vida conocidas no sería posible.

El agua es tan significativa en nuestras vidas que en 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento como un elemento esencial para hacer efectivos otros derechos humanos como el derecho a la salud. Este reconocimiento no solo implica que las personas tengamos acceso a agua potable, sino que, además, deben reunirse una serie de requisitos para que todos podamos disponer de ella de forma continuada, suficiente, saludable, físicamente accesible, asequible y de una calidad aceptable.

El Día Mundial del Agua se celebra para recordar la relevancia de este elemento esencial para la vida. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, según Naciones Unidas, 2.200 millones de personas viven aún sin acceso a agua potable. Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial de este valiosísimo recurso y de la necesidad de buscar medidas para abordarlo de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 de la ONU: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.

Como cada 22 de marzo desde 1993, se celebra el Día Mundial del Agua, bajo el lema: El valor del agua. Con motivo de este día la ONU ha puesto en marcha la campaña digital #Water2me para generar debate y descubrir qué valor le da la población mundial a este recurso. La Universidad de La Laguna, a través de su Máster Propio en Gestión del Agua, se une a dicha celebración poniendo en valor los primeros Trabajos de Fin de Máster (TFM) que han sido defendidos en la pasada convocatoria de evaluación. Dichos trabajos ahondan en el valor del agua como recurso, fuente de riqueza y eje de la prosperidad e igualdad social.

Aplicando la teoría

Bajo el nombre “Plan de diagnosis de la red de saneamiento de la Cuenca A de La Laguna”, la ingeniera en Obras Públicas Bárbara Estévez, con la dirección de Eduardo Alemán, profesor del máster, ingeniero técnico agrícola y jefe del Servicio de Saneamiento y Depuración de TEIDAGUA, ha elaborado su TFG. En él, la estudiante ha desarrollado una herramienta con la que planificar los trabajos de mantenimiento en redes de saneamiento a partir de un modelo matemático. Este trabajo se ha realizado a través del estudio de la red de alcantarillado de una zona concreta del municipio de La Laguna denominada Cuenca A, que recoge las aguas residuales del casco urbano y de los barrios más próximos.

El diagnóstico temprano y la detección de potenciales averías o deficiencias en la red antes de que se produzcan es fundamental para mejorar la vigilancia, así como el control y mantenimiento de las redes de saneamiento. Para ello ha sido preciso conocer los elementos de los que consta la red y las principales incidencias que sufre el sistema de saneamiento que son la base para poder estudiar y gestionar eficientemente el servicio. Con tal fin ha sido necesario identificar y focalizar el estudio en los tramos que presentan alguna anomalía y decidir la solución más eficiente al problema a partir de la combinación del conocimiento de las redes de saneamiento con un modelo matemático debidamente calibrado. De esta forma se han detectado las potenciales incidencias en la red de alcantarillado por factores geográficos o climáticos.

El objetivo fundamental que persigue este trabajo es anticipar la resolución de estas potenciales incidencias en el alcantarillado, evitando así mayores pérdidas medioambientales, de recursos económicos y perjuicios a los usuarios y usuarias, así como establecer una planificación de mantenimientos preventivos adecuada a la problemática de la red, optimizando los recursos destinados a los trabajos gracias a un plan de mantenimiento eficaz y predictivo.

Además, la implantación de sistemas de control in situ de preinspección contribuye a evitar la limpieza de tramos de la red que no lo requieran, lo que puede suponer un ahorro en recursos económicos y humanos. La herramienta desarrollada por Bárbara Estévez resulta de gran interés y utilidad en el día a día de la empresa municipal y de la ciudadanía, que es así protegida de posibles daños o averías en las instalaciones de saneamiento que podrían originar el vertido de aguas fecales.

Estévez, quien reconoce que es “reconfortante” que su trabajo se tenga en cuenta y se sume a los trabajos que se están llevando a cabo para mejorar cada día el servicio que se presta, insta a la ciudadanía a tomar parte en esta cuestión: “Si queremos solventar los problemas como la disponibilidad de recursos de agua potable o el impacto medioambiental de las aguas residuales se necesita un compromiso”. Según ella, ese compromiso es esencial para realizar los cambios necesarios en nuestra forma de usar los recursos hídricos. “Esto repercute en el ahora y en el futuro del que todos formamos parte”, concluye.

Toma de decisiones informada

Por su parte, el Trabajo Fin de Máster titulado “Determinación del nivel económico de fuga en redes de distribución. Aplicación a un municipio tipo de Canarias”, desarrollado por el ingeniero industrial David Carralero bajo la supervisión del ingeniero civil, consultor en ingeniería hidráulica y también profesor del máster Guillermo Santana, dio lugar a una herramienta con la que ayudar a los gestores de los sistemas de abastecimiento de agua en la toma de decisiones, una toma de decisiones basada en la información disponible de los respectivos servicios. Todo ello con la intención de gestionar de manera óptima y evaluar el grado de inversión adecuado que permita la sostenibilidad económica del servicio.

Tal y como muestra el trabajo de Carralero, la mejora y el mantenimiento adecuado de las infraestructuras de distribución de agua es esencial. A día de hoy, son muchos los municipios del archipiélago donde el rendimiento hidráulico, indicador que relaciona el agua suministrada con el agua facturada o registrada, está por debajo del 50%. Este dato evidencia que, de suministrarse 100 m3 de agua a un depósito de distribución, solo la mitad (50 m3), llegaría a los medidores de los clientes, mientras que el volumen restante se pierde por el camino por fugas en las conducciones. Mejorar las redes de distribución supone también un reto ambiental muy importante ante el aumento de las zonas urbanas y turísticas, el rápido crecimiento demográfico y los efectos del cambio climático, factores clave que han provocado episodios de fallo del abastecimiento de agua en determinados municipios.

El objetivo final que persigue este trabajo es lograr una gestión económica óptima, así como una correcta gestión y preservación de este recurso cada vez más escaso. Para ello sería necesario implantar planes de acción con medidas que lleven a todos los municipios a rendimientos hidráulicos entre el 70% y 85% en redes en baja, y del 85% al 95% en redes en alta. En definitiva, la herramienta desarrollada por Carralero es de utilidad para llegar a una mejor sostenibilidad del agua, sin perder de vista la rentabilidad económica; “ahorrar agua en municipios con un bajo rendimiento técnico hidráulico es rentable a largo plazo”, asegura el ingeniero.

Otro de los temas que aborda el TFM de Carralero es la poca conciencia social que existe con respecto a los problemas del agua. Tal y como él mismo apunta, las redes de abastecimiento y distribución de agua normalmente están bajo calzada o carretera y no se percibe visualmente el impacto que produce una rotura, así como las consecuencias ambientales y ecológicas que supone una fuga de agua. Además, el ingeniero afirma que el uso que se le da al recurso en muchos casos no es el adecuado, pudiéndose ahorrar, en escala global, muchísimos metros cúbicos de agua haciendo un uso responsable.

Si bien el estudio y la herramienta desarrollada por Carralero en el marco de su TFM se centran en el ámbito canario, resulta extensible para cualquier territorio, siempre y cuando se disponga de los datos de una demarcación hidrográfica en particular.

Ambos trabajos hacen hincapié en la relevancia de la gestión del recurso del agua en los aspectos de potabilización y saneamiento, para hacer un uso sostenible de los recursos hídricos y económicos. Además, suponen una clara contribución a la mejora de la gestión y al ahorro de los recursos hídricos en el archipiélago, en especial en la isla de Tenerife, donde estos recursos son el bastante limitados y donde la población es consciente del valor económico, paisajístico, cultural y social del agua.

Tanto Estévez como Carralero destacan el gran valor añadido que ha aportado este máster a su formación. “La dirección del máster ha hecho posible que sea una experiencia enriquecedora, hemos podido aprender de profesores y profesionales que destacan en su ámbito dentro del sector del agua”, señala Estévez, que también asegura que este máster le ha permitido obtener una nueva perspectiva en el mundo laboral, consolidar competencias y crear nuevas relaciones con los compañeros y el profesorado. Ambos comparten además su deseo de seguir ligados al sector hídrico.

Territorio privilegiado

Estos Trabajos de Fin de Máster son resultado de la primera edición del Máster en Gestión del Agua de la Universidad de La Laguna, que comenzó a impartirse en el curso académico 2018-2019 pero que, debido a la situación derivada de la pandemia, no ha concluido. Bárbara Estévez y David Carralero han sido los primeros en cerrar el camino formativo en los diferentes campos que abarca la gestión del ciclo integral del agua y el desarrollo de trabajos de dirección. En dicha formación han contado con la participación de numerosos profesionales expertos en diferentes ámbitos de la gestión del agua en el marco insular de Tenerife, privilegiado para el desarrollo de un máster de este tipo por ser uno de los pocos territorios donde confluyen casi todas las tecnologías de producción, tratamiento, depuración y regeneración de agua.

En la dirección académica de esta primera edición, los profesores Luisa Vera y Luis Rodríguez-Gómez, del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología Farmacéutica y miembros del grupo de investigación “Tratamiento y Reutilización de Aguas” de la Universidad de La Laguna, junto al resto de la comisión académica del máster, han contado con el respaldo y compromiso de varios profesores de diversas áreas de conocimiento de la universidad que han sumado y complementado la formación que desde el ámbito laboral ha aportado el profesorado externo a la institución.

La mencionada profesora, Luisa Vera, destaca el enfoque práctico y aplicado de estos Trabajos de Fin de Máster: “Ambos son trabajos de gran calidad en los que se han abordado temas reales, de interés para las administraciones locales y las empresas que realizan los servicios de abastecimiento y saneamiento-depuración”, asegura la docente, que señala además el gran beneficio social que esto comporta. Vera también asegura que en ambos trabajos las soluciones aportadas contribuyen a alcanzar uno o varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible vinculados al agua, lo que repercute indudablemente en el aporte de soluciones viables para una gestión segura del recurso que garantice la justicia social. Por último, quiere señalar que estos trabajos han sido tutorizados tanto por profesionales del sector del agua como por profesores del máster, lo cual considera una cuestión muy relevante para la formación del alumnado.

Recientemente se ha solicitado la reedición del Máster para el curso 2021-2022, manteniendo una estructura similar a la actual, de 60 créditos ECTS en un único curso académico. Para ello se seguirá contando con la colaboración del Consejo Insular de Aguas de Tenerife y se contemplará de igual modo la realización de prácticas en empresas y entidades relacionadas con la gestión de este bien.

El agua permite el desarrollo de la vida en la tierra. Es indispensable y, como tal, no podemos permitir que se convierta en un recurso de lujo. La Universidad de La Laguna está comprometida con la búsqueda de escenarios más favorables para el futuro del líquido elemento a través de la formación como la que proporciona el Máster Propio en Gestión del Agua, que no solo conciencia a los estudiantes sobre la importancia de este elemento, sino que, tal y como se ha evidenciado, contribuye de manera práctica a su mejor gestión y proporciona soluciones aplicables a problemas que afectan a toda la sociedad.

Gabinete de Comunicación


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