“Maestro de maestros” es la expresión que, al menos en dos ocasiones, se ha utilizado para describir la figura del neuropsicólogo y profesor emérito de la Universidad de La Laguna Manuel de Vega, durante un acto de homenaje celebrado hoy, viernes 1 de octubre. Así lo han denominado tanto la rectora de la institución académica, Rosa Aguilar, como la decana de la Facultad de Psicología, María Ángeles Alonso, durante el acto protocolario de apertura de un evento que ha adoptado un formato de jornada divulgativa sobre neurociencia, en el cual han participado varios especialistas de renombre intercional en la materia que, en algún momento, han colaborado con De Vega.
La rectora destacó que el mero hecho de que el catedrático agasajado haya sido designado profesor emérito es un testimonio del cariño y reverencia profesional que despierta su figura. Aguilar destacó que, además, gracias a su labor investigadora, la Universidad de La Laguna cuenta en la actualidad con un centro de investigación con gran pujanza, el Instituto Universitario de Neurciencia (IUNE), cuyo primer director fue el propio De Vega, surgido a partir del proyecto Neurocog que él mismo dirigió y que cuenta ya con una empresa spin-off.
Por su parte, la decana de la Facultad de Psicología se congratuló por que gracias a su condición emérita, De Vega a poder seguir vinculado al centro unos años más y, en ese punto, señaló a los estudiantes presentes en la sala lo afortunados que son por poder seguir contando entre el profesorado con un investigador de talla internacional como él, que con “amor a la verdad y humildad” ha sido capaz de “considerar los viejos problemas desde nuevos ángulos”.
En el acto de apertura también participó el vicerrector de Investigación y Transferencia, Ernesto Pereda, que además de sobre la talla científica del agasajado, quiso referirse también a su altura personal. “Cuando en un entorno tan competitivo como es la universidad nadie habla mal de ti, eso es un dato importante sobre tu talla individual”, le dijo al profesor De Vega, presente entre las primeras filas del auditorio. También tuvo un recuerdo para María José Rodrigo, otra insigne profesora de la Facultad de Psicología que también ha sido designada emérita y había acudido al acto.
Los colegios profesionales de ambas provincias canarias también estuvieron representados en el acto. Por parte del de Santa Cruz de Tenerife, Azucena Duque disculpó la ausencia de la presidenta, Carmen Linares, por encontrarse en La Palma colaborando en la atención psicóloga a las personas afectadas por la erupción volcánica, y destacó la importancia de De Vega en la neurociencia y la neuropsicología. El presidente del colegio de Las Palmas simplemente recordó que en 2019 su institución nombro al profesor homenajeado Colegiado Honorario, lo cual ejemplifica la alta estima que se le tiene.
La directora del Departamento de Psicología Cognitiva, Social y Organizacional, Adelina Estévez, también destacó la designación como emérito del profesor De Vega, que permitirá seguir contando con su aportación a la investigación. “Es un referente en la facultad y la psicología nacional e internacional que ha ayudado a fortalecer el campo de la psicología cognitiva y también la visión científica de la psicología”.
Jornadas divulgativas
Tras el acto de apertura, la jornada discurrió con una serie de intervenciones cortas, de no más de 20 minutos cada una, en la que reconocidos especialistas en neuropsicología expusieron algunos de sus trabajos más actuales. El primero en intervenir fue Manuel Carreiras, actualmente director del Basque Center On Cognition, Brain and Language (BCBL), cuyo director de tesis fue, precisamente, Manuel de Vega. En su intervención, explicó algunos experimentos que tratan de explicar el funcionamiento del cerebro de las personas bilingües.
Así, explicó cómo la resonancia magnética se emplea para analizar qué partes del cerebro se activan cuando se escucha uno u otro idioma, y la respuesta aún no está del todo clara, porque se aprecia que hay algunas partes que se estimulan en ambos casos, pero otras solamente al escuchar uno u otro lenguaje. Hay solapamientos y zonas comunes, pero también áreas diferentes. En todo caso, un factor determinante es si se trata de una persona bilingüe de nacimiento y también el grado de competencia idiomática.
Otro experimento que aportó Carreiras es el estudio en un “paciente despierto”. Explicó que los pacientes con tumores cerebrales, antes de someterse a una cirugía, acuden a su instituto, donde se les realiza un “mapeo” y se les asigna una serie de tareas mentales que deben cumplir mientras se les hace una resonancia magnética, de tal modo que se anota qué zonas del cerebro se activan al cumplir dichas tareas.
Posteriormente, durante la operación, y dado que el cerebro no tiene terminaciones nerviosas, el paciente es estimulado directamente en el cerebro mientras vuelve a responder a la tarea mental asignada, y eso permite discernir sobre qué partes de la masa encefálica se puede o no actuar.
Ocurre que algunas de esas tareas pueden estar relacionadas con el bilingüismo, y en el ejemplo que se proyectó durante su intervención, Carreiras mostró a un paciente al que se le pedía reconocer un objeto utilizando la palabra que lo designa en castellano mientras se estimulaba un área concreta del cerebro y, posteriormente, que reconociera el mismo objeto expresado ahora en euskera al estimular la misa zona, y en ocasiones se obtenían resultados diferentes.
Con experimentos come este, Carreiras explicó que se ha podido demostrar que existe una activación paralela de las dos lenguas y también que ambas se presentan con solapamientos en las mismas áreas cerebrales, pero también con diferencias.
En esta parte divulgativa de la jornada también participaron Manuel Martín-Loeches, del grupo de investigación Centro Mixto de Evolución y Comportamiento Humano (UCM-ISCIII); María Teresa Bajo, de la Universidad de Granada; José Antonio León, de la Universidad Autónoma de Madrid; Julio Santiago, de la Universidad de Granada; Hipólito Marrero, actual director del IUNE de la Universidad de La Laguna; Michel Denis, del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia y Doctor Honoris Causa de la Universidad de La Laguna; y el propio Manuel de Vega.