La Consejería de Cultura del Cabildo de Fuerteventura y la Cátedra Cultural Miguel de Unamuno de la Universidad de La Laguna han organizado un seminario que analizará la relación de este autor de la Generación del 98 y la de su obra con el cine, que se desarrollará en la Sala Josefina Plá del Palacio de Formación y Congresos en Puerto del Rosario (Fuerteventura), entre el 22 y el 26 de febrero. Las personas interesadas podrán inscribirse a través de la página web de la universidad
Los ponentes participantes debatirán con los asistentes al curso sobre cuatro proyectos cinematográficos con vocación biográfica alrededor del autor bilbaíno: “Reportaje a Unamuno” (1964), de Enrique Cahen Salaberry, que presentará y comentará la profesora de Literatura Española de la Universidad de La Laguna Isabel Castells Molina; “Unamuno, el pensador apasionado” (2012), de Rafael Alcázar, que presentará y comentará el profesor de Filosofía Eugenio Luján Palma, doctor por la Universidad Complutense de Madrid; “La isla del viento” (2015), de Manuel Menchón, que presentará y comentará el profesor de Literatura Española de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Eugenio Padorno; y “Mientras dure la guerra” (2019), de Alejandro Amenábar, que presentará y comentará el profesor de Lengua Española de la Universidad de La Laguna Marcial Morera.
El consejero de cultura del Cabildo de Fuerteventura, Andrés Briansó, comenta sobre este curso que “el cine se convierte en un gran método de aprendizaje, por lo que reflexionar sobre enfoque que los autores y guionistas, permite conocer mejor el propósito de la presente edición del curso Unamuno en Fuerteventura”.
El carácter altamente artificioso del cine (según Unamuno, perteneciente a la accidental o pasajera historia, y no a la esencial o permanente intrahistoria) y el hecho de que el que el autor conoció no hubiera pasado todavía de la etapa de la mera imagen, sin intervención alguna de la palabra, que él consideró siempre la expresión suprema del ser humano, hacían que Don Miguel profesara un indisimulado desprecio al llamado séptimo arte.
“El cine me molesta bastante. Primero a los ojos y luego al espíritu”, llegó a escribir en 1923. Por eso se complacía en calificar como “peliculera” a toda persona que, como el dictador Miguel Primo de Rivera y el general Severiano Martínez Anido, viviera de mera pose, engañando o fingiendo lo que no sentían.
Cabe dudar qué hubiera podido pensar el escritor vasco del cine sonoro actual, con su desarrollo técnico y su poderosa influencia tanto sobre el arte como sobre la vida en la sociedad moderna, o cómo se hubiera podido tomar los diversos documentales y películas que sobre su vida privada y pública se han rodado hasta el momento presente. Uno de los objetivos de esta cátedra es, precisamente, analizar estas y otras cuestiones.
