La Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna ha celebrado esta mañana el acto de inauguración de la cartelería de sus aulas, que ha tenido lugar en la, ahora llamada, aula María de Maeztu y Whitney en honor a la pedagoga, humanista y feminista española que vivió entre los siglos XIX y XX. Mediante esta acción, que se enmarca dentro de un proyecto que pretende educar en materia de igualdad de género, han pasado a ser 29 las aulas que llevan el nombre de mujeres, todas ellas referentes educativos que han sido elegidas en un proceso participativo entre el profesorado y alumnado, y 27 aulas con nombres de hombres.
Tal y como explicó Itahisa Pérez, vicedecana del Grado en Maestro en Educación Infantil y Proyección Social, esta acción formó parte del proyecto de innovación educativa “GENEDUCA: Una propuesta de transversalidad educativa en materia de igualdad de género” que impulsó el anterior equipo decanal y que pretende poner en valor la igualdad entre hombres y mujeres.
En el acto, cuya apertura estuvo a cargo del vicerrector de Innovación Docente y Calidad, Néstor Torres, quien destacó la importante labor de la universidad pública con los valores sociales, también estuvo presente Isabel Hernández, vicedecana del Grado en Pedagogía e Infraestructuras. Hernández explicó que el mencionado proyecto es el reflejo de la motivación y sensibilidad de la Facultad de Educación y su personal, tanto docente como el personal de conserjería y el propio alumnado, para contribuir al progreso de los valores de desarrollo sostenible, más concretamente a los principios de integración, inclusión y equidad.
Por su parte, Esperanza Ceballos, codirectora del proyecto, habló de los motivos que propiciaron la puesta en marcha del proyecto: “El alumnado de los grados de Educación es eminentemente femenino, sin embargo, existe una invisibilización de las aportaciones femeninas al mundo educativo”. La experta aseguró además que en las instituciones de todos los niveles educativos está fuertemente arraigado un lastre andocéntrico que dificulta el reconocimiento de las aportaciones femeninas. “Este homenaje está destinado a visibilizar las aportaciones educativas de esas mujeres que, a pesar de los obstáculos, dejaron su huella en el mundo educativo”, concluyó Ceballos.