El Edificio Central de la Universidad de La Laguna ha acogido hoy 15 de octubre la celebración del Día de la Diversidad en la institución académica. De la mano de todos los colectivos LGTBIQ+, el centro universitario ha llevado a cabo un acto que se constituye como una cerrada defensa hacia los derechos de las personas y hacia el respeto de cualquier identidad.
Tras el izado de la bandera arcoíris en la entrada del inmueble más señero de la institución, tuvo lugar una lectura de poemas a manos de alumnado de la Agrupación de Teatro de Filología, dirigida por el profesor José Antonio Ramos Arteaga. Textos de Luis Cernuda, la canaria Natalia Sosa o de la argentina Camila Sosa Villar ejemplificaron lo vivido por intelectuales de todo rango que han sido denostados por su orientación sexual.
Fue el momento de recordar que la Universidad de La Laguna cuenta desde hace más de un año con un reglamento de acompañamiento de alumnado trans, y que desde esta misma semana se han desplegado los procedimientos necesarios para que cualquier estudiante de este centro pueda modificar su nombre oficial por su nombre sentido, sin que ello le afecte a la generación de actas y resto de documentos oficiales.
En la sesión de hoy fue presentada el Aula Cultural LGTBIQ+, cuyo director será el profesor Antonio Adelfo Delgado, y su secretario el también docente Sergio Siverio. Se constituye como un espacio para dar a conocer la diversidad sexual y de género, al tiempo que pretende ser, dijeron sus promotores, una herramienta más para la transformación social y un punto de encuentro que elimine barreras de todo tipo.
Severo Acosta, profesor de Bellas Artes y experto muralista, presentó junto a las alumnas Irene, Iris, Martina y Marta el trabajo desarrollado en las paredes de uno de los principales pasillos de acceso al Edificio Central. Se trata de un mural que ocupa varios lados y a través del cual se quiere plasmar la diversidad de opciones sexuales y los símbolos que utiliza cada colectivo para sentirse representado.
Al acto acudieron los representantes en esta materia tanto del Gobierno de Canarias, como del Cabildo de Tenerife y del propio Ayuntamiento de La Laguna. Todos valoraron que esta universidad sea un referente en este ámbito y que la igualdad de trato sea marca de la casa. El compromiso de esta institución con la libertad y su capacidad tractora para modificar conductas y actitudes fue ampliamente valorado. “Cuando habla la casa del conocimiento, los ignorantes callan”, dijeron.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad, Lastenia Hernández, de quien ha dependido la organización de este acto, agradeció a estas instituciones su estrecha colaboración en la redacción del citado reglamento, así como a todos los colectivos implicados que han permitido crear un texto que facilita que el alumnado trans no se vea señalado dentro de la universidad y pueda disfrutar de la vida universitaria con total comodidad.
Por su parte, la rectora de la institución académica, Rosa Aguilar, cerró el acto definiendo la nueva aula cultural como “un espacio estable de reflexión acerca de la identidad de las personas, de lo
que son y de lo que quieren ser, más allá de prejuicios y ataduras”.
“Estamos todos a una sobre lo que es importante: y es que aquí no hay matices ni diferencias en la defensa de la libertad de las personas, en su capacidad de elección, en su modo de vivir, en su construcción identitaria”, sostuvo categórica. “Esta es una universidad pública que hace gala de sus valores, mantenidos en el tiempo, sea quien sea quien la gobierne. Y de ahí ya no vamos a bajarnos”. Con todo, Aguilar también expresó que hay que estar vigilantes “para que los ramalazos ultraconservadores que a veces se respiran en algunos ambientes no nos afecten, no nos hagan decaer en lo que debe ser un centro público dedicado a la docencia y a la investigación, a la generación, en definitiva, de conocimiento nuevo y de innovación social”.
