La participación como mecanismo clave para formar parte y transformar la realidad de las personas es el principio básico de Grupo Participación Social, el espacio de trabajo compartido de Juntas En la misma dirección dedicado a conjugar la implicación de la ciudadanía, los recursos técnicos y la representación política en el reconocimiento del valor de la diversidad cultural. Basándose en su fundamentación, esta semana ha reunido a los colectivos comunitarios que han participado en las quince ediciones de las Escuelas de Participación Social celebradas hasta ahora en Tenerife, con los objetivos de generar intercambios y establecer contactos entre ellos para expandir sinergias y promover el trabajo colaborativo.
Bajo el nombre de Trueque de experiencias y vivencias participativas, esta actividad tiene como metas fortalecer lazos, intercambiar experiencias y promover el apoyo mutuo entre las organizaciones dedicadas a contribuir a la sociedad mediante principios y metodologías participativas e interculturales. Para ello han seguido la técnica que caracteriza a las Escuelas de Participación Social, de la que estos colectivos participantes formaron parte, mediante una sesión cero en la que han definido cómo se organizará este ‘trueque’.
Se trata de compartir conocimientos y métodos para crear un espacio de encuentro construido conjuntamente y de forma colaborativa, en línea con la esencia participativa que caracteriza a Juntas En la misma dirección, la estrategia para la promoción de la convivencia intercultural en Tenerife, impulsada por el Cabildo Insular con el apoyo de la Universidad de La Laguna a través de su Fundación General y del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITen).
Para María Candelaria Herrera, perteneciente a Grupo Participación Social, “el Trueque de experiencias y vivencias participativas es necesario para que unas personas se pongan en contacto con otras para crear sinergias e intercambiar ideas con las que retroalimentarse, y esto siempre es muy enriquecedor. Hay que fomentar la participación porque con ella se aprende a debatir desde el respeto, se aprende a argumentar sin insultar y se aprende a escuchar. Todo eso es fundamental para la sociedad y favorece la democracia”.
“Las instituciones podemos poner los recursos, pero sin las personas, el proceso de hacer de Tenerife una isla cohesionada socialmente no es posible. Por eso es un acierto conjugar la participación entre ciudadanía, recursos técnicos y responsables políticos, especialmente cuando se trata de promover la convivencia en la diversidad cultural, que es algo que nos enriquece a todos”, ha explicado la consejera de Empleo, Desarrollo Socioeconómico y Acción Exterior del Cabildo de Tenerife, Carmen Baso.
Coincide la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa María Aguilar, que ha avalado la puesta en marcha de esta iniciativa contando con la intervención de un centro académico cada vez más abierto a la participación: “Desde la Universidad de La Laguna creemos que la participación es una cuestión clave para construir comunidades más solidarias y cohesionadas y para afrontar los retos que nos plantea la convivencia en las sociedades presentes y futuras”.