La rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, y el director de la Orquesta de Cámara de Canarias, Patricio Gutiérrez, han firmado hoy 21 de mayo un convenio de colaboración para que ambas entidades emprendan acciones conjuntas, entre ellas la celebración de talleres o el propio uso del Paraninfo del centro docente por parte de la formación musical. Esta orquesta, que dio en su día origen a la actual Orquesta Sinfónica de Tenerife, desapareció en favor de la segunda en 1970. El actual director ha tenido la idea de reavivarla, con el objeto de mantener una programación estable al año y recuperar así el repertorio de los siglos XVIII, XIX y XX, al tiempo que crear obras nuevas.
Con la evolución de la escritura musical, la aparición de los instrumentos de viento, el acceso de la burguesía al consumo cultural y la construcción de grandes teatros, las orquestas de cámara comenzaron a menguar en pro de formaciones musicales más amplias. En este caso, la reactivación viene de la mano de la propia universidad, ya que Patricio Gutiérrez se ha apoyado en el profesor de musicología de la Universidad de La Laguna Pompeyo Pérez Díaz para darle vida a este nuevo proyecto, en calidad de secretario de la asociación que se ha creado a tal efecto, y que ya ha celebrado algunos conciertos.
El propósito es celebrar en el propio centro académico algunos talleres sobre repertorio camerístico, con la posibilidad de llegar a conformar más a largo plazo un título de posgrado. La rectora del centro académico, Rosa Aguilar, se mostró muy interesada en el proyecto, que le pareció muy oportuno para hacer llegar a los jóvenes el gusto por la música, de tal forma que los universitarios visualicen en la orquesta un futuro profesional.
El convenio servirá igualmente para dinamizar la programación cultural de la Universidad de La Laguna, agregó el vicerrector de Cultura y Participación Social, Juan Albino Méndez. El estudio e investigaciones conjuntas, la formación y el perfeccionamiento de docentes e investigadores son otros propósitos contenidos en el documento firmado hoy en el Rectorado. El acuerdo tendrá una vigencia de cuatro años, con la posibilidad de acordar una prórroga por el mismo periodo. Como es habitual en este tipo de rúbricas, una comisión de seguimiento velará por el adecuado cumplimiento del convenio, cuyo protocolo de actuación no conlleva ningún gasto aparejado.
