La Sección de Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna cuenta desde mediados de diciembre con un nuevo laboratorio de prácticas para alumnado que ha sido recientemente inaugurado y ha sido denominado “Laboratorio García-Valdés”, en memoria de dos docentes del centro recientemente fallecidos, Sonia García Hernández y Francisco Javier Valdés González. El acto de presentación contó con la presencia de la rectora, Rosa Aguilar; la vicerrectora de Infraestructuras y Sostenibilidad, Montserrat Acosta; y el vicedecano de la Sección de Biología, Mariano Hernández.
Como explica el propio vicedecano, este laboratorio fue creado para dar respuesta a una demanda del grado de Biología, dado su gran volumen de actividades prácticas en varias asignaturas del mismo. La instalación está dotada con lupas binoculares y microscopios para un total de 25 estudiantes, y en la obra se ha mejorado su iluminación, que ahora es led, y la red wi-fi. “Este nuevo laboratorio permitirá la docencia práctica de las asignaturas no solo del Grado de Biología, sino también la de otros grados en los que los departamentos de la sección imparten docencia. Va a suponer una mejora sustancial de los horarios del Grado de Biología, al contar con un nuevo espacio para llevar a cabo las prácticas”, indican los responsables.
La realización de esta obra ha tenido un coste de unos 39.200 euros y, bajo la supervisión de la Oficina Técnica de la universidad, fue licitada a la empresa Yanes y Mesa SL, que realizó los trabajos durante dos meses, entre el 30 de agosto y el 29 de octubre. La Junta de Sección de Biología decidió por unanimidad el pasado 3 de diciembre designar al nuevo laboratorio con los apellidos de los dos docentes desaparecidos hace pocos meses.
Sonia García Hernández, profesora del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología, falleció en noviembre de 2020. Tras licenciarse en Ciencias Químicas por la Universidad de La Laguna en 1976, con Premio Extraordinario, y doctorarse cuatro años después, con sobresaliente Cum Laude y Premio Extraordinario, se trasladó a la Universidad de París, donde cursó estudios avanzados en Mineralogía y Geoquímica, y participó en seminarios en el Departamento de Química Mineral de Haut Rhyn (Francia), el Instituto Geológico de Estrasburgo, el Centro de Análisis de Suelos de Arras, el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad d’Orleans y en el Departamento de Geoquímica de la Superficie de la Universidad de Poitiers. Disponía, además, de un Máster en Evaluación Multidisciplinar de Riesgos Ambientales para la Salud Humana expedido por la Universidad de Siena (Italia).
Impartió clases de distintas asignaturas adscritas al área de Edafología y Química Agrícola, en diferentes centros de la Universidad de La Laguna. Como investigadora, lideró diferentes proyectos tanto a nivel europeo como a escala nacional o en el ámbito canario. Tras su fallecimiento, el Consejo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna lamentó su pérdida a través de las redes sociales: “Fue, si no la primera, de las primeras profesoras que se declaró abiertamente transexual” en la institución académica tinerfeña y, a su vez, de toda España, por lo que el alumnado destacó “por todo el esfuerzo y las barreras que ha tenido que superar, tanto ella como su colectivo en general”.
Por su parte, Francisco Javier Valdés González, fue hasta agosto de 2021 profesor titular del Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal. Se licenció en Biología en 1983 y completó su doctorado en 1990, ambas ocasiones en la Universidad de La Laguna. Su prolífica carrera científica queda patente en sus 43 publicaciones, nacionales e internacionales, su participación en 17 proyectos de investigación financiados en convocatorias competitivas públicas autonómicas, nacionales e internacionales y la transferencia industrial de sus investigaciones plasmada en 11 contratos de investigación y dos patentes de invención, ambas licenciadas a empresas.
Impartió clases de Fundamentos de Biología, Fisiología Vegetal en diferentes grados y su implicación le llevó a la gestión universitaria en varias épocas como secretario de la Facultad de Biología y vicedecano de la Facultad de Farmacia. También realizó labores de coordinación de la asignatura de Biología en la EBAU durante más de 15 años, representó a la institución en el Patronato de Espacios Naturales de la Isla de La Gomera y fue miembro activo del Comité Técnico del Drago Milenario de Icod. Su alumnado lo recuerda por una de sus grandes pasiones, la divulgación científica: en los laboratorios del Área de Fisiología Vegetal ideaba talleres que los doctorandos impartían cuando se desplazaban a institutos de Secundaria. Su cercanía y sentido del humor le permitían crear una conexión especial con la gente, en particular con los jóvenes, logrando así captar su atención e interés.