La primera jornada del seminario internacional CampusÁfrica 21, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, arrancó con la ponencia del Santiago Mas-Coma, catedrático en Parasitología, experto de la OMS y coordinador de la Red de Investigaciones en Enfermedades Tropicales, bajo el título: “Cambio climático global y enfermedades infectocontagiosas”. Mas-Coma inició su exposición con una breve reflexión sobre los últimos acontecimientos naturales que se han vivido, tales como terremotos o lluvias torrenciales, hechos puntuales pero significativos. “Es cierto que son fenómenos que responden a un momento determinado, pero el cambio climático no es un hecho aislado, es una realidad constante. La sociedad no tiene la visión científica de lo que supone el aumento de un grado anual en la temperatura, nosotros sí y tenemos la responsabilidad de trasladar esto a la población ya que incide directamente sobre el desarrollo de determinadas enfermedades”, puntualizó.
Según explicó el experto de la OMS y coordinador de la Red de Investigaciones en Enfermedades Tropicales, el daño ocasionado al medio por parte de la acción humana es irreversible en estos momentos. “Aún estamos a tiempo de poner en marcha acciones y medidas que ayuden a establecer controles y a mitigar el daño”, sostuvo el experto. El fenómeno de la globalización y la capacidad de movilidad del ser humano en la actualidad son los factores principales a la hora de provocar la propagación de los agentes infectocontagiosos. Fenómeno al que se une las modificaciones climáticas que favorecen que dichos agentes puedan instalarse y sobrevivir en espacios o ambientes en los que antes no sobrevivían. “No solo se trata de la movilidad de las personas, también de los animales que actúan como huéspedes de muchos agentes, que luego son los que transmiten las enfermedades”, añadió.
Durante la ponencia se abordó la aproximación r/K, estrategia que permite comparar organismos dispares y que nada tienen que ver unos con otros. Una metodología que sirve para analizar el impacto en las enfermedades infectocontagiosas a través de vectores o reservorios, cuyas condiciones han sido alteradas por la influencia del cambio climático. “El gran problema es que no podemos generalizar su influencia, el cambio climático puede incidir de forma distinta dentro de una misma zona generando comportamientos diferentes, lo que obliga a establecer medidas de control muy concretas y específicas por parte de las autoridades”.
En este sentido, factores como el incremento de la temperatura y la altitud de una zona pueden dar lugar a vías distintas de desarrollo/comportamiento de determinadas enfermedades, como por ejemplo aquellas cuyo contagio depende de vectores como los mosquitos. Entre las reflexiones más preocupantes, el experto de la OMS vaticinó que “las zonas donde el cambio climático es más evidente se aprecia una influencia directa en la supervivencia de los neonatos, afectando por lo tanto, al desarrollo de sus comunidades”.
Pandemia, un fenómeno sin fronteras
Durante su exposición, Mas-Coma explicó a los becados presentes la capacidad de movilidad de los virus y la complejidad para pararlos. “Este fenómeno lo hemos vivido recientemente, la pandemia ha demostrado que en 24 horas la enfermedad traspasa fronteras”, señaló. En este caso particular, la expansión del SARS-CoV2 en África ha sido muy heterogénea, siendo el
principal problema la falta de vacunación de la población. “Una pandemia es global, lo que pasa hoy en la otra punta del mundo nos afectará a nosotros y por eso es necesario que los países desarrollados colaboren en este sentido y se realicen campañas de vacunación de forma inminente”, señaló el experto de la OMS y coordinador de la Red de Investigaciones en Enfermedades
Tropicales.
El virus del zika es una de las enfermedades ocasionadas por la picadura de un mosquito (borne diseases) generando la microencefalia de los neonatos, cuyo origen está en África central y que tuvo la capacidad de saltar a Asia y de ahí a América Latina. “El gran problema que tenemos es que los vectores se están haciendo resistentes a los insecticidas actuales y está siendo muy complicado
su control”, especificó. En el caso del Dengue, cuyo contagio también es de origen vectorial, Mas-Comas aseveró “que será más complicado controlar esta enfermedad que la Covid-19, seguimos sin tener una vacuna eficaz”.
Este programa internacional, que se prolongará desde el 13 de noviembre al 4 de diciembre, está organizado por la Universidad de La Laguna a través de la Fundación para el Control de las Enfermedades Tropicales (FUNCCET) y el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias. Cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de La Laguna, Cabildo de Tenerife, Fundación CajaCanarias y Fundación “la Caixa”. Asimismo, también dispone del apoyo de Casa África, Binter, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, Cofarte y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Tenerife, como entidades colaboradoras.
Este año se ofrecerán más de 40 ponencias y se contará, en el bloque de salud, con expertos de la talla de Luis Enjuanes Sánchez, virólogo del Centro Nacional de Biotecnología (adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas), que presentará las vacunas desarrolladas en España, o Margarita del Val Latorre, viróloga e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que será la encargada de poner el broche final de esta edición el próximo 2 de diciembre en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna. Por su parte, el bloque climático, abordará temas como el impacto vulcanológico de la mano de Nemesio Pérez, coordinador de INVOLCAN, María Luisa Tejedor Salguero, profesora emérita de la ULL o Araceli Raimundo Izard, arquitecta bioclimática.