La psicóloga y doctoranda de la Universidad de La Laguna Teresa Peña Quintana ha defendido en el marco del programa de doctorado de Educación, y bajo la dirección de la profesora Lidia Esther Santana y del codirector Luis Feliciano, su tesis doctoral “Empleabilidad de personas con discapacidad intelectual: el empleo con apoyo”. La tesis, con mención internacional, obtuvo la máxima calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad.
La investigación surgió con el propósito de profundizar en el estudio y análisis del modelo de ‘Empleo con Apoyo’ y su aplicación en nuestro entorno geográfico. Tal y como explica Peña, el Empleo con Apoyo se utiliza para llevar a personas con discapacidad intelectual a trabajos ordinarios. Estas personas, a las que tradicionalmente se había destinado a centros ocupacionales y recursos de carácter asistencial, son acompañadas en todo el proceso de aprendizaje y de integración laboral, por un preparador laboral, que es la figura que interviene con el sujeto y su entorno, así como con las empresas en tareas de información y acompañamiento. Con esto se consigue que individuos con discapacidades de este tipo puedan ocupar un puesto de trabajo en un entorno ordinario y en igualdad de condiciones que el resto de trabajadores.
Esta es la primera investigación de este tipo que se lleva a cabo en Canarias, asegura Peña. El estudio sobre esta metodología permite no solo profundizar y ponerla en valor, sino también aportar más conocimiento a la sociedad sobre ella. Para la ya doctora, dar visibilidad a este sistema era uno de los objetivos fundamentales que perseguía su tesis: “Visibilizar el empleo en entornos inclusivos puede contribuir a optimizar la toma de decisiones a nivel político, sobre el empleo de estas personas que tradicionalmente han quedado excluidas del mercado laboral”, asegura. Del mismo modo, pretende contribuir a realizar una gestión racional de los recursos que se emplean en inclusión laboral de personas con discapacidad, partiendo de un conocimiento real y de la evidencia científica de lo que funciona y lo que no.
Para enfatizar la idoneidad del modelo de Empleo con Apoyo y garantizar de esta forma el acceso y mantenimiento de puestos de trabajo, así como optimizar las trayectorias laborales de personas con discapacidad intelectual en la comunidad autónoma, se llevaron a cabo dos estudios de carácter cuantitativo y cualitativo. En el primero de ellos se analizaron, por un lado, los factores de carácter personal, formativo y laboral que inciden en el éxito del Empleo con Apoyo con 103 personas con discapacidad intelectual que habían accedido a puestos de trabajo en empresas ordinarias. Por otro lado, se estudiaron las necesidades de apoyo de dichas personas para el mantenimiento de los puestos de trabajo y, por último, se analizó la continuidad en los puestos de trabajo y el número de experiencias de empleo mediante esta metodología.
Por su parte, el estudio cualitativo trató de analizar la percepción de los profesionales dedicados al Empleo con Apoyo y de las personas con discapacidad intelectual y los factores que pueden estar relacionados con la idoneidad del modelo, tales como el preparador laboral, el compromiso de las empresas, la formación previa de los usuarios, la validez del modelo para discapacidades severas, su ventaja frente al empleo protegido y el papel de las familias.
Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto la idoneidad del modelo de Empleo con Apoyo en su globalidad, independientemente de la severidad de la discapacidad y de otros factores personales y sociolaborales. También se ha demostrado el importante papel de esta metodología para sensibilizar a las empresas de las ventajas del empleo inclusivo. “Los empresarios y empresarias pueden ver la experiencia y eso ayuda a que cambie su visión de lo que es una persona con discapacidad intelectual”, asegura la experta. Además, se ha evidenciado la importancia del apoyo proporcionado por el preparador laboral a la persona y a la entidad, y la necesidad de la formación en competencias sociolaborales y de carácter muy práctico para el éxito de los programas de Empleo con Apoyo. El trabajo también ha mostrado la importancia de las familias en este sistema.
Según Peña, el empleo de jóvenes con discapacidad intelectual se encuentra en una situación de precariedad que se caracteriza por la inexistencia de datos objetivos. Esto se debe a que en los servicios de empleo aparecen “personas con discapacidad”, pero no se distinguen categorías concretas y el desglose de los datos resulta inextricable. “Esto evidencia la poca atención que se le presta al tema”, comenta.
El tránsito y acceso al empleo ordinario de las personas con discapacidad intelectual es uno de los desafíos de las sociedades modernas y la necesidad de una mayor implementación del modelo del Empleo con Apoyo para que un mayor número de personas con discapacidades severas puedan acceder al empleo inclusivo, es primordial.