Un informe reciente de la Fundación ONCE revela que más de la mitad de jóvenes con alguna discapacidad intelectual, fisca o sensorial se queda en los estudios secundarios y no accede a la universidad, lo cual supone una merma en sus oportunidades y una pérdida de talento para la sociedad. El principal motivo para ello es cierto miedo a lo desconocido, en este caso, la institución universitaria. Con el fin de disipar ese temor y mostrar las prestaciones existentes para facilitar el tránsito de este colectivo por los estudios superiores, surgió hace una década la iniciativa Campus Inclusivos, que en 2022 ha llegado por primera vez a la Universidad de La Laguna y fue presentado ayer, jueves 1 de septiembre.
La idea es sencilla: dante nueve días, una veintena de estudiantes de 4º de la ESO, 1º de Bachillerato y ciclos formativos de Formación Profesional con y sin discapacidad permanecerán nueve días en la Universidad de La Laguna hospedados en el Colegio Mayor San Fernando, en donde dormirán y recibirán sus comidas. Durante este periodo, realizarán diversos talleres de orientación profesional-vocacional y sobre las diferentes titulaciones, y harán visitas a laboratorios e instalaciones universitarias en las que investigadores de la institución les explicarán su trabajo.
El objetivo de este campamento universitario es que estos chicos y chicas descubran que, pese a tener trastornos como autismo, Asperger, déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o visión reducida, entre otros, la universidad también es una opción atractiva para su futuro.
El programa Campus Inclusivo está impulsado por la Fundación ONCE y el Ministerio de Universidades, que cada año abre una convocatoria para que los centros académicos de todo el estado se adhieran. En 2022, la Universidad de La Laguna concurrió por primera vez y fue una de las siete seleccionadas para su desarrollo este mes de septiembre. El proyecto ha sido promovido por el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad, con apoyo del Programa de Atención a Estudiantes con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (PAED) de este vicerrectorado y la colaboración de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (Cienci@ULL) y el Vicerrectorado de Investigación y Transferencia.
El acto inaugural se celebró en el Aula Magna del Campus de Guajara, con la partición de la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar; la vicerrectora de Estudiantes y Empleabilidad, Lastenia Hernández; el coordinador de la iniciativa, el profesor del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa David Pérez Jorge; y la directora de Programas con Universidades y Promoción del Talento Joven de la Fundación ONCE, Isabel Martínez Lozano.
La rectora animó a estos estudiantes a conocer la universidad y, sobre todo, a pasárselo bien. Recordó que el centro, en cuanto a institución pública, ya desde sus estatutos tiene el mandato de atender a la diversidad y a no discriminar por ninguna circunstancia, incluyendo la discapacidad. Reflexionó que la diversidad es necesaria para cambiar el mundo, pues solo desde la creatividad se pueden resolver los problemas, y la creatividad se logra mejor desde la diversidad: “Un grupo de personas diferentes podrá pensar soluciones distintas mejor que si se trata de un grupo de personas similares”, les explicó los chicos y chicas de la audiencia.
Tanto el coordinador del proyecto, el profesor David Pérez Jorge, como la vicerrectora de Estudiantes, Lastenia Hernández, dieron la bienvenida a estos alumnos y agradecieron a la fundación y ministerio promotores por seleccionar la Universidad de La Laguna. También dieron las gracias a los ayuntamientos de La Laguna y de Güímar, así como a diversas fundaciones y asociaciones de atención a la discapacidad que han colaborado tanto para seleccionar a los estudiantes participantes como al grupo de seis monitores que estarán continuamente cuidándolos.
Por su parte, la representante de fundación ONCE, Isabel Martínez, señaló que este programa cuenta con una década de implantación, por el ya han pasado la mayoría de universidades españolas, atendiendo a más de un millar de estudiantes preuniversitarios con discapacidad. Y el saldo es muy positivo, ya que aproximadamente un 70% de quienes participaron está actualmente estudiando en la universidad o ya ha finalizado y está trabajando. El programa les ayudó a descubrir su vocación y, en algunos casos, a no abandonar los estudios.
Martínez también explicó que este programa surgió cuando Ángel Gabilondo era ministro y estaba amparado bajo otro macro programa, el de los Campus de Excelencia. Explicó que en ese momento hubo un cambio de filosofía y se comprendió que “no puede haber excelencia si no hay inclusión”.