El catedrático de la Universidad de Valencia Guillermo López abrió hoy 5 de diciembre el Congreso Internacional de Investigación y Transferencia den Comunicación que celebra la Universidad de La Laguna esta semana. La esfera pública y los medios de comunicación fueron el tema central de su intervención, en la que explicó cómo los medios de masas han pasado de tener un protagonismo central en la vida de los ciudadanos a hacerlo ahora tan solo tangencialmente con la llegada de los medios digitales y la irrupción de las redes sociales y otros actores en la comunicación.
Así, el profesor explicó que los medios han protagonizado desde su concepción masiva un discurso cada vez más ‘espectacularizado’ para captar la atención de la audiencia. Se trata de una comunicación unidireccional que se ha mantenido casi intacta hasta la aparición de los medios digitales. En ese momento, ocupaban tanto el escenario como la esfera pública, porque condensan todos los espacios. “Se trata aquí de una opinión pública agregada a través de sondeos o votaciones, con escasa posibilidad de respuesta o interactuación por parte de la población. Los insatisfechos o críticos están al margen del sistema, que está muy controlado por grandes cadenas.
“Ese gran público tenía las mismas experiencias culturales y los medios cubrían así una labor de cohesión social muy importante, dado que la educación mediática era muy parecida entre unos y otros”, sostuvo el catedrático de la Universidad de Valencia. “Lo curioso es que ahora, en medio de un ruido mediático sin precedentes y en el que los medios de comunicación han dejado de ser los interlocutores únicos, se mira de forma nostálgica el sistema anterior. Se ha quebrado así el monopolio de los medios, aparecen nuevos actores, nuevos liderazgos y nuevos públicos”.
El experto relató que el público ignora en su mayoría a los medios y si se informa lo hace casi sin contar con ellos. A su vez, los medios se han ido especializando, desde el punto de vista ideológico, de tal forma que el individuo solo escucha lo que quiere escuchar, y los propios sistemas de búsqueda refuerzan esta tendencia. Hay nuevos medios que se combinan con los anteriores y a la par nacen nuevas voces que no son medios, con lo cual se conforma un sistema híbrido entre voces profesionales y otras que no lo son.
Crisis de intermediación
En esta esfera pública pos mediática nos encontramos ante una crisis de intermediación de los medios de comunicación, y lo mismo cabe decir de los partidos políticos, de las organizaciones empresariales o de los propios sindicatos. La pérdida de credibilidad y de negocio –la prensa española ha perdido el 70% de su audiencia- es más que palpable. Se entra así en una espiral perniciosa de precariedad, lo que hace que el público no mejore su concepción sobre los medios, añadió el conferenciante.
Las redes sociales no solo interpretan lo que dicen los medios, sino que ellas mismas son fuente informativa. De hecho, en los hábitos de consumo de los jóvenes no entran los medios informativos, y esta brecha generacional supone un problema enorme para recuperar espacio mediñatico en la esfera pública.”El modelo anterior cohesionado ha desaparecido completamente; no hay objetivos ni visiones comunes compartidas”.
Aunque la desinformación no es un concepto nuevo, ahora ha tomado un nuevo cariz. Estamos hablando de audiencias polarizadas, sin espacio interseccional en el que dialogar, pero también existe un espacio despolitizado por parte de una audiencia a la que no le interesa la política y que en el modelo anterior acaba informándose de una forma u otra, cosa que ahora no tiene por qué suceder. “Ahora es perfectamente posible eludir la información”.
Con todo, la esfera pública pos mediática no es completamente opaca, hay cierto diálogo y cierta porosidad. “Está cada vez más estructurada mediante datos, pero al mismo tiempo el público es en realidad una representación del público ya que la identidad digital no es la identidad completa, lo que cambia las reglas del modelo de debate”.
El peso específico de los medios de comunicación se ha reducido, pero sigue siendo importante, señaló el ponente a modo de conclusión. En opinión del catedrático, estos han perdido mucha credibilidad porque han ejercicio mal esa influencia de la que han gozado durante décadas. “Los medios y las instituciones han de reinventarse en el nuevo modelo e intentar encontrar un espacio diferente”.