Campus América ha celebrado hoy, jueves 20 de octubre, una sesión en la que se ha presentado la estrategia y el programa de convocatorias del Gobierno de Canarias en materia de cooperación internacional al desarrollo, y también se expusieron algunas de las iniciativas que han podido materializarse en América gracias a estas subvenciones.
En la presentación, la vicerrectora de Proyección, Internacionalización y Cooperación de la Universidad de La Laguna, Lidia Cabrera, explicó que las instituciones académicas también realizan cooperación al desarrollo y, de hecho, en la asociación que las aglutina a todas, CRUE Universidades Españolas, existe una estrategia común sobre esta materia. Atendiendo a ese documento, la universidad tinerfeña diseñó en 2021 su propia estrategia, con cinco grandes columnas: formación, investigación para el desarrollo, asesoramiento, prácticas internacionales de estudiantes en cooperación y, finalmente, colaboración con otras instituciones para crear sinergias, que es precisamente del cual se ha hablado en la sesión.
Cabrera explicó que, a través de su vicerrectorado, la Universidad de La Laguna ha participado con éxito durante tres años consecutivos en esta convocatoria de subvenciones para proyectos de cooperación del Gobierno de Canarias: se completó la rehabilitación de una escuela infantil en la localidad senegalesa de Hydrobase, proyecto con la dificultad añadida de haberse completado durante la pandemia; actualmente, se está desarrollado en una cooperativa de la localidad cubana de Santa Clara un proyecto de emprendimiento para la formación y creación de pequeños negocios en la zona; y el tercero comenzará en breve, consistente en la rehabilitación de un jardín botánico de la Universidad Pontificia de Ecuador, que servirá para la realización de prácticas y también para poner en marcha un huerto de plantas ornamentales, medicinales y culinarias para apoyar el emprendimiento femenino.
La intención de estas iniciativas de la Universidad de La Laguna es ir creando una red de centros para prácticas de estudiantes y de investigación, pues una vez terminado cada proyecto, se firman convenios de colaboración con las instituciones locales correspondientes que permitirán ese tránsito de profesorado y alumnado. En este sentido, Cabrera enfatizó la estrecha relación existente con la Dirección General de Relaciones Exteriores del ejecutivo autonómico, pues además de concurrir a estas ayudas, la universidad colabora y asesora en la elaboración de documentación y es convocada a todos los foros promovidos por dicha entidad gubernamental.
Seguidamente, Juan Francisco Trujillo Marrero, director general de Relaciones Exteriores del Gobierno de Canarias, explicó la estrategia canaria en Cooperación al desarrollo. Comenzó explicando que en los última años se ha dado un fuerte incremento en la financiación a esta materia y, de hecho, en 2022 ha sido del 115%, la mayor en toda España. De este modo, Canarias ha pasado de ser la penúltima comunidad que financiaba este tipo de acciones a subir varios peldaños, con el objetivo de situarse en 2024 en el grupo de autonomías en la media nacional en lo que refiere a la cooperación descentralizada, es decir, la que ejecutan las comunidades autónomas.
El primer hito de este cambio de rumbo se produjo en 2020, con la publicación de la Estrategia de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Gobierno de Canarias 2021-2023, un marco-base para este ámbito que se elaboró de manera participativa contando con todos los agentes socioeconómicos relevantes, incluidas las universidades, de tal modo que se dio un acuerdo “ente quienes financian y quienes ejecutan”.
Sobre las subvenciones para programas de cooperación, explicó que este año se han otorgado 52 en total: 27 de ellos en África, por un total de 2.158.000 euros, en países como Senegal, Marruecos, Gambia, Mali, etc.; 21 en América, por valor de 1.130.000, en Uruguay, Ecuador, Bolivia, Guatemala, Perú, Venezuela, Cuba, Perú y El Salvador; y cuatro en Asia, en India e Indonesia.
También destacó que se está ultimando la Estrategia para la Educación de la Ciudadanía Global y la Transformación Social, de nuevo a través de una metodología participativa, para formar a los jóvenes de manera transversal en valores de la cooperación. Y recordó que en Canarias, concretamente en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, están instalados sendos hubs o centros de distribución internacionales de alimentos y medicamentos tanto de Cruz Roja (de los cuales hay solo siete en el mundo) y del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (de los cuales solo hay cinco globalmente).
Alejandro Bernal Rodríguez, Jefe de Servicio de la Dirección General de Relaciones Exteriores del Gobierno de Canarias, explicó los detalles más técnicos de estas convocatorias de subvenciones, para las cuales se ha tenido que hilar muy fino, dadas las restricciones de la legislación sobre subvenciones y el necesario control de intervención. Se ha logrado crear una convocatoria estable que estará vigente hasta el final de la legislatura en 2023. Por razones de comodidad en la tramitación y justificación, las ayudas concedidas deben ser menores de 60.000 euros cada una, si bien se estudiará en el futuro aumentar esa dotación, lo cual complicará la justificación de las ayudas.
Otra característica de estas ayudas es que se ha logrado que se ingrese el 100% de las cuantías desde el principio, lo cual tiene sus efectos sobre los plazos límites de justificación y, además, puede ser un arma de doble filo, ya que, si por las razones que fueren, el proyecto subvencionado no se materializara dentro del plazo, la ayuda deberá ser devuelta con intereses. Afortunadamente, todavía no se ha dado el caso.
Proyectos
También estuvo representada en el acto la Coordinadora de ONG de Canarias, a través de su presidenta, Josefa Farray, y la técnica de comunicación Elena Jiménez. La sala donde se desarrolló el acto, ubicada en la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, estuvo adornada con fotografías ilustrando algunos de los proyectos subvencionados con estas ayudas localizados en América, con presencia de representantes de las organizaciones responsables, que explicaron su desarrollo.
Así, Ángela Sepúlveda, vicepresidenta de la fundación Manuel Madrazo, explicó su proyecto sobre saneamiento y agua potable en El Quiché, una zona muy montañosa del centro de Guatemala, donde no hay agua corriente. La idea era instalar 70 reservorios de aguas de lluvia de gran tamaño, que allá se denominan “tinacos”, los cuales siguen un protocolo general de saneamiento y, especialmente, con medidas anti Covid-19. Se benefician de ellos 70 familias numerosas indígenas.
Con esto se ha cubierto toda una zona de una municipalidad y, además, se ha solucionado una problemática de género, ya que habitualmente eras las mujeres y niñas quienes se desplazaban muchos kilómetros para traer agua potable. Ahora, el tiempo que ahorran en esos desplazamientos al disponer de los tinacos, lo emplean en formación, alfabetización y en desarrollar labores de reforestación y saneamiento.
Sara Martínez, de la ONG Cesal, explicó el proyecto ejecutado con otra ONG de Venezuela llamada Trabajo y Persona, y consiste en un trabajo de emprendimiento gastronómico para mujeres en situación de vulnerabilidad en el estado Lara al occidente de Venezuela a través de tres componentes: diseñar un módulo formativo con la Universidad de Carabobo para que haya una parte formal certificad; la formación en sí de estas mujeres; y poner en marcha los emprendimientos y crear redes de colaboración entre mujeres.
Se han formado la final unas 50 mujeres que han completado el curso y luego ellas han hecho unas réplicas de esta formación en sus comunidades, de tal modo que se ha alcanzado a unas mil mujeres más. También se ha publicado un recetario, se han realizado dos ferias gastronómicas, y todo ello en unos nueve meses de plazo. Ya se había desarrollado un proyecto similar en otro estado también del occidente de Venezuela y este año, en noviembre, se comenzará un tercero, con la idea es crear una red de trabajo en esa zona.
