El programa de Aprendizaje-Servicio (ApS-ULL) que impulsa la Universidad de La Laguna junto con la Dirección Insular de Educación y Juventud organizó recientemente una actividad formativa para impulsar la inclusión social en el ámbito de la intervención socioeducativa: los Encuentros Socio-Deportivos. Tal y como manifestó Mercedes Ríos, profesora honoraria de la Universidad de Barcelona y referente internacional en este tipo de metodologías desde 1992, “este tipo de encuentros persiguen facilitar la comunicación y socialización de un grupo de personas en situación de riesgo o de exclusión social desde una situación de igualdad, lo que favorece que la interrelación social se produzca de forma espontánea, con naturalidad.”.
Al curso asistió personal técnicos de entidades sociales que trabajan en el ámbito de la inclusión social, docentes de la Universidad de La Laguna y alumnado de la Facultad de Educación, quienes interactuaron con un grupo de personas en situación de riesgo o exclusión social desde una situación de igualdad. A lo largo de la mañana, los 40 participantes experimentaron situaciones motrices prácticas para fomentar la participación y la interacción entre ellos. Para ello, se organizaron grupos paritarios entre los dos colectivos y compartieron la práctica de juegos motores como compañeros y compañeras de juego, desde una situación de igualdad. favoreciendo la interrelación y la integración de las personas en los grupos de manera espontánea.
El encuentro finalizó con una formación teórica en la sesión de la tarde, a cargo de la ya mencionada Mercedes Ríos, junto con Jorge Miguel Fernández (profesor de la Facultad de Educación) y Francisco Javier Amador (director académico del Programa ApS-ULL). En este parte del curso se profundizó en la metodología de Aprendizaje-Servicio, la Responsabilidad Social Universitaria y varios ejemplos de proyectos donde se utilizan los Encuentros Socio-Deportivos como instrumento para impulsar la inclusión social.
Las personas asistentes señalaron los beneficios que tiene el uso de los encuentros socio-deportivos, pues tal y como habían experimentado ellas mismas en la primera parte de la jornada, mediante los juegos se crean vínculos socio-afectivos y se desarrollan habilidades y competencias sociales y se llega a vivenciar la inclusión de manera experiencial, lo que es realmente transformador para todos los participantes.
El valor de estos encuentros para los colectivos vulnerables quedó de manifiesto en los testimonios: además de valorar la experiencia como enriquecedora, inclusiva y emocionante, insistieron en la necesidad de que este tipo de actividades sean periódicas y no puntuales, puesto que les permites sentirse integrados en la sociedad y a las entidades sociales cumplir su cometido con mayor grado de eficacia. En estos encuentros se dejan de lado los estereotipos y los prejuicios sociales y es posible conocer a los demás “de persona a persona” y “sentir que son como tu familia”, como expresaron emocionadas algunas de las personas asistentes.