“Los diccionarios del mañana nos serán como los de hoy, pero seguirá habiendo estudiosos que los elaborarán”. Con estas palabras concluía el presidente de la Asociación Española de Estudios Lexicográficos, Cesáreo Calvo, su intervención en la inauguración del IX Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica que comenzó hoy, miércoles 25 de mayo, en la Universidad de La Laguna. El encuentro reúne a 150 investigadores de 30 países, y reivindica la labor de quienes investigan la creación de diccionarios en unos tiempos en los que la revolución tecnológica ha colocado a dicho ámbito en un periodo de crisis.
El acto de inauguración estuvo presidido por la vicerrectora de Internacionalización y Cooperación, Lidia Cabrera y en él participaron, además de Cesáreo Calvo, el vicerrector de Agenda Digital y Modernización, Jorge Riera; el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de La Laguna, Badel Albelo; y el presidente del comité organizador, el profesor del Departamento de Filología Española Alejandro Fajardo.
La vicerrectora destacó que el congreso fuera presencial, dado que la virtualidad ha quitado visibilidad a la investigación y ha hecho que se perdieran los matices que se dan en los encuentros presenciales. Reflexionó que en el mundo, global donde el plurilingüismo es la herramienta necesaria, la investigación de la lingüística en general y la lexicografía en particular, tiene retos importantes, si bien reconoció la pujanza que le español posee en el ámbito internacional, dado su alto número de hablantes.
El vicerrector de Agenda Digital y Modernización recordó que lo digital tiene, precisamente, una gran relación con las últimas tendencias de la lexicografía, donde se han dado importantes avances tecnológicos en la realización de diccionarios. Por su parte, el concejal del Ayuntamiento de La Laguna resaltó la aportación que la universidad anfitriona lleva haciendo al acervo cultural del municipio desde hace dos siglos y valoró la necesaria colaboración entre la institución académica y las corporaciones públicas.
El presidente del comité organizador relató que llegar a la inauguración de hoy ha supuesto un largo camino , ya que el congreso debía celebrarse mucho antes pero la pandemia lo impidió. Se barajó la posibilidad de convocarlo virtualmente, pero se se prefirió esperar hasta que fuera posible organizarlo de manera presencial. Gracias a ello, se han congregado en la Universidad de La Laguna 150 personas de 98 universidades de 30 países para reflexionar sobre diferentes aspectos de la elaboración de diccionarios.
El presidente de la Asociación Española de Estudios Lexicográficos tuvo palabras de elogio para los lexicógrafos canarios, gracias a cuya labor la variante canaria del español es una de las mejores estudiadas. Resaltó las figuras de los investigadores de la Universidad de La Laguna Alejandro Fajardo, Cristóbal Corrales y Dolores Corbella, esta última recientemente nombrada académica de la RAE, momento que arrancó un espontáneo aplauso de la audiencia para la investigadora citada, que estaba presente en la sala.
Calvo señaló que la revolución tecnológica ha puesto en crisis el mundo de la lexicografía: cada vez se venden menos diccionarios y, los que aún se hacen, tardan más en publicar sus nuevas ediciones. Reflexiono que otros sectores como la música y el cine también han pasado por momentos difíciles con el advenimiento de lo digital, y parece que han superado la situación recurriendo a las plataformas de pago por un módico precio, una solución que se plantó que lao mejor podría explorarse.
Seguidamente, el lexicógrafo venezolano y miembro de la Asociación de Academias de la Lengua Española Francisco Javier Perez, dictó una conferencia inaugural en la cual repasó la historia de la lexicografía hispánica poniendo especial énfasis en el concepto de panhispanismo. Recordó que se partía de una premisa ya superada según la cual existían modalidades mas correctas que otras del idioma y que siempre daban preeminencia a la variante de España. Con el tiempo se ha tendido a una concepción más plural, abierta y descentralizada.
Recordó que el hispanista Andrés Bello fue quien tuvo ya esa percepción de la necesidad de buscar un campo común entre todas las personas hablantes del español, pero no supo acuñar un término preciso. Por ello, el ponente cita como hito que en una de sus obras s de 1909, Benito Pérez Galdós, por boca de uno de sus personajes, ya hable de “panhispanismo” como ese espacio teórico común.
A partir de ahí, el ponente citó varios avances en la investigación lexicográfica realizada a ambos lados del Atlántico, hasta llegar a un punto en el que » Madrid es la capital de España pero no la capital del español” y se desterró la noción de que existieran formas de ejemplaridad dentro de las variantes del idioma. A partir de ahí se produjo la creación de los primeros diccionarios nacionales diferenciales de los estados hispanohablantes, y obras generales como el Diccionario Panhispánico de Dudas, cuyo valor es aglutinar el esfuerzo de las 22 academias de la lengua que existían en el momento de su redacción, a falta de la de Guinea Ecuatorial, que se crearía posteriormente.