El Aulario César Manrique del campus de Guajara de la Universidad de La Laguna es estos días foro de debate y reflexión acerca de uno de los elementos clave para todas las universidades españolas: la movilidad internacional de estudiantes a través de conocido programa Erasmus+. Este programa, que cumple ahora 35 años de existencia, está también disponible para personal de administración y servicios y profesorado, que hacen uso de esta herramienta para tener un currículum más internacionalizado y, de paso, para estar más conectado con el mundo. A día de hoy, el programa se ha convertido en uno de los símbolos más notables de la Unión Europea.
El programa de movilidad es gestionado por el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), dependiente del Ministerio de Universidades, que ha organizado en la Universidad de La Lagua sus jornadas anuales de educación superior, con el apoyo del Vicerrectorado de Proyección, Internacionalización y Cooperación del centro anfitrión. Su director, Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio, anunció que 130 representantes de universidades y enseñanzas artísticas superiores participan en este evento, que también se emite online. El objetivo del encuentro es poner en marcha la convocatoria de 2022, que recupera sus plazas anteriores, toda vez que se vieron muy mermadas por la pandemia.
El impacto del conflicto bélico en Ucrania y la necesidad de ayudar a la educación superior de ese país ha marcado un nuevo rumbo, declaró en el acto inaugural celebrado esta mañana. Álvarez-Ossorio destacó que el reto más importante es poner en marcha la estrategia europea de universidades, de tal modo que las universidades se conviertan en impulsoras del liderazgo mundial y de la propia Europa, al tiempo que ampliar la tarjeta europea de estudiante para facilitar la movilidad a todos los niveles.
El director del SEPIE relató que la semana pasada fueron adjudicados un total de 984 proyectos por valor de algo más de 137 millones de euros, con un aumento de un 33 % con respecto a 2021, lo que permitirá que más de 45.500 estudiantes y más de 8.300 profesores y personal de administración realicen una estancia en otro país europeo e impartan docencia en otra universidad.
España sigue siendo el país preferido de acogida de Erasmus+ y el tercer país de salida, motivo por el cual el responsable del SEPIE felicitó a los gestores y directores del programa en las universidades.
Por su parte, la rectora de la Universidad de La Laguna, Rosa Aguilar, agregó que la internacionalización es una de los elementos que más ha transformado a las universidades, que han pasado de ser instituciones cerradas a campus abiertos y globales. La competencia idiomática sigue siendo un obstáculo, apunó, si bien se han dado avances muy destacados. “Estamos haciendo esfuerzos por acercarnos a África y América, pero sin olvidarnos que somos puramente europeos. El programa Erasmus+ se ha convertido en un símbolo de la Unión Europea, no es solo un intercambio de estudiantes, porque abarca también la investigación, la generación de alianzas y un nuevo modelo de aprendizaje”. Recordó que la digitalización, el medio ambiente y los valores europeos son retos del nuevo programa, que se extiende hasta 2027. “Toca ahora reimpulsar nuestra internacionalización para volver a tener unos campus cosmopolitas”, afirmó la rectora.
Evolución de participación
El programa de movilidad europea comenzó en 1987 bajo el nombre de Sócrates, con una participación de estudiantes de una cifra de hasta 100.000 estudiantes. En el siguiente periodo, en el que ya se incorpora también profesorado, se elevó a 138.885 estudiantes, cifra que aumentó hasta los 235.754 y ya el Erasmus+, en vigor desde 2014, alcanzó los 297.000 usuarios. En total, han sido más de 855.000 participantes, de todos los sectores.
“Tenemos más ganas de seguir creciendo que nunca”, agregó Gentil Álvarez-Ossorio, “de seguir siendo bandera europea y ser clave de mejora de las instituciones educativas”. Han participado en el anterior programa 137 países de todo el mundo, con un 61 % de mujeres y 39 % de hombres en la última convocatoria.
En el caso de la educación superior, la salida de estudiantes desde 2015 hasta 2020 ha ido creciendo exponencialmente, pero viene a frenarse en el segundo cuatrimestre de 2020 a causa de la pandemia. Esta tendencia se aprecia igualmente en la recepción de alumnado.
España es el primer destino europeo con más de 48.000 movilidades. Hay más de 102 proyectos de desarrollos de capacidades, 29 másteres conjuntos Erasmus Mundus, 82 asociaciones en ámbito deportivo, 58 proyectos de cooperación y 41 proyectos de inclusión social, todo ello en el ámbito universitario.
Con una satisfacción general del 95 %, la motivación principal en la participación es la mejora de la competencia lingüística, a lo que le sigue vivir en el extranjero, mejorar la empleabilidad y las llamadas habilidades blandas. La gran mayoría señala que ha desarrollado un mejor uso de redes, mayor participación cívica, son más tolerantes y tienen mayor capacidad de adaptarse a nuevos entornos.
Fortalecer la dimensión europea en la educación superior, consolidar las universidades como faros de nuestro modo de vida, potenciar a las universidades como actores clave del cambio en la transición verde y digital y reforzar a las universidades como líderes mundiales de la UE son algunos de los hitos que se marca el programa en los próximos años.
Erasmus+ se marca además iniciativas emblemáticas como ampliar a 60 universidades europeas los consorcios con más de 500 instituciones para mediados de 2024, trabajar hacia un estatuto legal para alianzas de instituciones superior, dar pasos hacia un título europeo conjunto, con un proyecto piloto en 2022 y, como ya se señaló, ampliar la iniciativa de la tarjeta europea de estudiantes, con un identificador único para todos los estudiantes móviles para 2024.