El Aula Cultural de Turismo Cultural de la Universidad de La Laguna, en colaboración con el ayuntamiento de la Villa de Mazo, organizó recientemente un seminario sobre custodia comunitaria de caminos para el desarrollo territorial. La principal conclusión del encuentro fue el compromiso de activar y un proceso de trabajo colectivo que contribuya al cuidado y mejora integral del camino real que atraviesa el municipio en su sector de medianías, convertido desde hace años en un tramo del sendero GR 130, con efecto demostrativo para propagar la implicación de la ciudadanía en la conservación y promoción de este patrimonio.
La alcaldesa de Villa de Mazo, Goretti Pérez Corujo, apostó por el trabajo conjunto de ciudadanía e instituciones cuidar y revalorizar su patrimonio, cultura y tradición. “Villa de Mazo puede convertirse en un territorio idóneo para las prácticas de custodia, así como para avanzar hacia un modelo de economía verde y desarrollo que minimice el impacto de las actividades humanas”.
Vicente Zapata Hernández, director del aula organizadora, agradeció la colaboración municipal para desarrollar esta décimo octava del seminario que, por primera vez, se llevó a cabo fuera de Tenerife. Destacó “las aportaciones efectuadas por las personas participantes y los elementos de inspiración que facilitaron las experiencias compartidas durante el encuentro”.
Dichas experiencias fueron el proyecto de mejora del litoral de Villa de Mazo a partir de la iniciativa municipal, favoreciendo la implicación y sensibilización vecinal, expuesta por José Francisco Luis Sánchez; la recuperación de un antiguo camino vecinal en el barrio de La Rosa por parte de la Asociación Cultural Nuevo Surco en el entorno de la montaña del Búcaro, relatada por Luis Martín; la adecuación paisajística realizado por las cuadrillas de mimetizadores en el entorno volcánico de Tajogaite, compartida por José Heriberto Lorenzo Pérez y otras varias personas; y el apadrinamiento familiar del Camino Viejo de Tigalate, como parte del antiguo camino real.
El geógrafo Aarón Rodríguez González dictó una conferencia en la cual ahondó en la importancia de los caminos en la época actual, demandando “su imprescindible estudio e inventario como paso previo de su conservación, proceso en el que la ciudadanía debe desempeñar un papel principal junto a las administraciones”. Insistió en la transmisión a la población del valor de los caminos y las razones de su más que necesaria preservación, pues se trata de uno de los recursos territoriales más destacados que puedan realizar una importante contribución a los procesos de desarrollo local.
En una segunda parte de trabajo grupal se pusieron las bases de un proyecto para el cuidado comunitario del camino real, respondiendo a cuestiones como la identificación de los actores que pueden implicarse; acciones que emprender inicialmente; iniciativas ya en desarrollo que pueden servir para su impulso; estrategias para motivar a personas e instituciones; y claves que el proyecto funcione.
Los resultados de este proceso contribuirán a la formulación del proyecto de cuidado comunitario, y serán compartidos a la vuelta de las vacaciones navideñas. Entre las conclusiones y propuestas expresadas, cabe destacar la realización de unas jornadas sobre el camino real, propiciando además su mayor conocimiento a través de un recorrido grupal, el marco ideal para compartir los resultados ya obtenidos y fijar las próximas actuaciones del proyecto.
Protocolo general
Estas actuaciones están amparadas bajo el reciente protocolo general de actuación firmado entre el ayuntamiento y la universidad, del cual la rectora, Rosa Aguilar Chinea, señaló la importancia de darle contenido, respondiendo a los temas de mayor interés municipal y sumando el mayor número de personas y organizaciones posible”. Destacó el especial interés del municipio en la valorización de su patrimonio como vector de desarrollo, esfera en la que la universidad puede realizar interesantes aportaciones como la liderando por el Aula de Turismo Cultural desde el Vicerrectorado de Cultura y Participación Social.
El seminario evidenció que el cuidado del medio es un objetivo esencial para la humanidad y debe involucrar a todas las personas, comenzando por lo más cercano para que, desde la esfera local, se pueda incidir en procesos globales. Hubo coincidencia en que las acciones serán más eficaces y transformadoras si adquieren dimensión comunitaria. La custodia del territorio promueve ese marco compartido de intervención, propiciando acuerdos y alianzas que van más allá de acciones puntuales y carácter coyuntural.