Los profesores Michael Uljens y Janne Elo, de la Facultad de Educación de la Åbo Akademi University (Finlandia), han visitado esta semana la Universidad de La Laguna como parte de su investigación sobre los diferentes sistemas de gobernanza y liderazgo educativo de diferentes países europeos. Durante su visita, se han entrevistados con varias autoridades del ámbito de la educación en Canarias y han visitado algunas infraestructuras formativas.
Esta visita forma parte del proyecto de investigación que lidera el profesor Uljens, en el cual también participan los investigadores de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna Juan José Sosa Alonso y Antonio Sosa Alonso, quienes han invitado a sus homólogos finlandeses a esta visita tras haber ellos mismos realizado otra a Finlandia en el contexto de este proyecto. El objetivo de la investigación es difundir el concepto de “educación no afirmativa” y analizar cómo adaptarlo y reinterpretarlo en la sociedad actual.
Hablar de “educación no afirmativa”, como explica Uljens, es equivalente a hacerlo de “educación crítica”, porque cuestiona todo interés político u orientación ideológica. “La educación afirmativa o positiva es educar al alumnado en formas de compresión predefinidas, mientras que en una democracia es importante educar de manera que el alumnado pueda formar sus propias ideas sobre cuál es su identidad, su rol en la sociedad y cómo le gustaría desarrollar dicha sociedad”.
Durante su estancia en Tenerife, los investigadores fineses han visitado el Centro de Profesorado de La Laguna, el IES La Laboral, el CEIP Camino de la Villa, la Agencia Canaria de Calidad Universitaria y Evaluación Educativa y las direcciones generales de Ordenación, Innovación y Calidad Educativa y de Centros, Infraestructura y Promoción Educativa, manteniendo entrevistas con sus responsables.
Como explica el profesor Elo, estas visitas responden a la necesidad de comprender el hecho formativo en toda su complejidad: “Hasta ahora, se ha enfocado la educación en el profesorado, y queremos hacerlo también en el liderazgo y gobernanza educativos, porque la educación es un fenómeno mucho más grade que lo que sucede en el aula. Estos días hemos tratado de comprender el sistema de gobernanza y liderazgo educativo español para tener una perspectiva y aplicarla a nuestro propio sistema en Finlandia”.
Michael Uljens reflexiona que la educación no afirmativa forma parte de la tradición europea desde hace doscientos años para tratar de fomentar el espíritu crítico de la población, algo fundamental para el buen funcionamiento de una democracia. “Cuando abandonamos la idea de que Dios había creado el mundo y aceptamos que el futuro no está determinado, de repente surgió un nuevo problema en la manera de pensar europea: ¿cómo educar cuando no sabemos realmente cómo es o va a ser el ser humano?”.
Tras el colapso de la URSS, creció el pensamiento neoliberal, dando alas al estado-mercado en boga en la actualidad, el cual ha propiciado cierto movimiento conservador dentro de la educación, que quiere volver a modelos afirmativos que enseñen a los estudiantes cómo deben ser las cosas dentro de un modelo muy concreto. “Vivimos en este paradigma durante treinta años y cuando miramos los problemas del mundo en cuanto a la democracia, la comunicación, los medios sociales, la sostenibilidad, etc… las políticas que hemos desarrollado, la manera de pensar y la búsqueda de soluciones parece que no son las mejores para resolverlos”, explica Uljens.
Por ello, el experto considera necesario “repensar y reinventar la tradición moderna de la educación no afirmativa” porque, en su opinión, es la “mejor oportunidad para el futuro”. En ese sentido, considera que el papel de las universidades va a ser fundamental para producir terminología, lenguaje y conceptualizaciones que puedan hacer esta concepción pedagógica más visibles y, así favorecer que florezca como alternativa.
“Los políticos tienen tendencia a imponer ciertas maneras de pensar y de enseñar cómo deben ser las cosas pero, por otro lado, al estar en democracia, deben dejar cierta libertad al profesorado para impartir ese pensamiento crítico. El problema de la política educativa neoliberal positiva es que explica de manera tajante lo que el profesorado debe hacer. Y eso puede ser contraproducente para la propia democracia, por lo que, para salvarla, como políticos deben aceptar esta pedagogía no afirmativa”, concluye.
