Dentro del marco del segundo taller del proyecto europeo Green Hysland celebrado en Gran Canaria, la Universidad de La Laguna, de la mano del catedrático de Física Aplicada Ricardo Guerrero, presentó la ponencia titulada ‘Primer acercamiento a la integración de H2 a la red eléctrica de Tenerife’. En dicha ponencia se presentaron los primeros estudios de dimensionamiento e integración de un gran sistema de electrólisis capaz de suministrar a la Isla el 5% final de combustible renovable que le permita alcanzar la total descarbonización e independencia energética.
La ‘molécula’ sería producida principalmente con los excedentes de energía fotovoltaica y eólica derivados de un parque de generación sobredimensionado para poder cubrir las variación en demanda por efecto estacional a lo largo del año, explicó el experto en su disertación. El sistema, además podría ser plenamente replicable en el resto de islas, entendiéndose como la única opción posible a día de hoy para alcanzar la plena descarbonización.
Dentro del trabajo también se planteó la necesidad de que en Canarias se dieran pasos firmes en esta dirección, poniendo como ejemplo lo que el proyecto Green Hysland está suponiendo para la isla de Mallorca. Así, en esta isla ya se va a empezar a producir hidrógeno producido con energía fotovoltaica a partir de enero, que va a ser almacenado a 300 bar. Una parte de ese hidrógeno va a servir para alimentar a una flota de 5 autobuses de la Empresa Municipal de Transporte que estará en servicio a partir del mes de abril. Otra parte será inyectado en la red de gas natural que la empresa Redexis en la ciudad de Palma, de forma que en los hogares de esa ciudad se empezará a quemar hidrógeno en mezcla con gas natural a partir de mitad de 2023.
Desde la Universidad de la Laguna se quiso enfatizar que el gran desafío para nosotros es que, al contrario de Mallorca y el resto de las Baleares, que están conectadas a la Península tanto por gasoducto como por red eléctrica, nuestras islas representan sistemas totalmente aislados. Por tanto, sería más estratégico para nuestras islas que para Baleares el poder contar con estas infraestructuras, de forma que podamos generar con nuestro sol y nuestro viento la molécula.