El seminario de Campus América «Nuevas fronteras en la investigación antropológica sobre migraciones: personas, entidades y espacios de contacto» ha tenido lugar hoy lunes, 10 de octubre, en el Salón de Grados de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo, bajo la coordinación de la profesora del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de La Laguna Silvia Zelaya Álvarez. Su objetivo ha sido compartir, reflexionar y debatir las investigaciones desarrolladas en América y Canarias desde diversas perspectivas antropológicas sobre algunos dilemas que están presentes en la investigación antropológica, en torno a asuntos relacionados con las migraciones: la espiritualidad y las fronteras religiosas; la diversidad cultural; y el cuerpo y el territorio.
Para ello, ha reunido a un plantel de ponentes en el que participa la propia Zelaya y Grecy Pérez Amores, de la Universidad de La Laguna; Ana Milena Horta, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Ciudad de México (CIESAS CDMX); y Juan Carlos Rosario Molina, de la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Algunas intervenciones han sido presenciales y otras online, y se ha buscado el horario vespertino para facilitar la asistencia telemática de audiencia americana. Aunque no ha habido inscripción como tal que permita conocer el número de asistentes, la coordinadora tenía confirmación de público desde Argentina, Chile, Brasil y Colombia.
La ponencia de Zelaya Álvarez retoma una estancia de campo durante un mes que realizó hace una década, cuando aún era estudiante, en la Sierra Gorda mexicana en San José de las Flores, una comunidad indígena mestiza de unas treinta familias en donde se llevaron a cabo entrevistas en profundidad, observación participante y acompañamiento a las familias en sus prácticas cotidianas. El análisis de esta estancia desde el presente permite plantear dos dilemas: ¿qué hacer con la experiencia del observador en campo y cuál es el papel de la metodología?
Sobre lo primero, explica que cuando se presentan los resultados de un estudio de campo, la presencia del investigador puede ubicarse en dos polos: uno en el cual su figura no aparece, y otro que resalta su participación. “En el caso de mi texto, no aparece un yo, sino un nosotros tras el cual está el discurso científico”, explica.
El otro dilema que plantea tiene que ver sobre cuál es el lugar de la teoría. “Sobre ello, me refiero a una tendencia actual en algunos trabajos de proponer ‘una metodología etnográfica’. Yo afirmo que la etnografía no es un simple método de investigación, sino algo más”.
Sobre los ponentes restantes, señala que Milena Horta puede aportar la experiencia de lo que significa trabajar en una institución tan relevante como el CIESAS CDMX, que puede ser un referente para los estudiantes que acudieron a la ponencia. Concretamente, presentó un trabajo sobre las mujeres de la comunidad iku o arhuaco del norte de Colombia, su relación con el medio y con el cuidado de sus propios cuerpos.
Por su parte, tanto las aportaciones de Grecy Pérez como de Juan Carlos Rosario se centraron en los movimientos migratorios en relación a los cultos religiosos, atendiendo especialmente la relación entre Cuba y América. Más detalladamente, la profesora de la Universidad de La Laguna habló especialmente sobre la Regla Osha o santería, mientras que el docente de la institución cubana se centró en la relación entre el culto a la Virgen de la Caridad y las migraciones entre la isla caribeña y Estados Unidos.