La participación ciudadana es uno de los ejes fundamentales para favorecer el desarrollo comunitario. Sin embargo, para que esta pueda producirse, es imprescindible contar con espacios públicos que faciliten el encuentro y la reunión. En opinión del profesor de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna Vicente Zapata, “el diseño urbano a veces es inhóspito, sin sombras, sin bancos, sin espacios para generar diálogos. El diseño de la ciudad tiene mucho que ver con que sean más amables y favorezca la participación. El problema es que no se suele hacer contando con las personas que van a habitarla”.
Zapata dirige desde ayer, lunes 18 de julio, el curso de la Universidad de Verano de Adeje “Participación y desarrollo comunitario en mi barrio”, en el que se van a abordar de manera práctica las competencias para incorporar el enfoque comunitario y las herramientas de la participación en la acción política, técnico-profesional y ciudadana. Entre el alumnado hay personas con responsabilidades de gestión del propio ayuntamiento de Adeje, técnicos y personas vinculadas a participación comunitaria.
Dado que el curso versa sobre participación, es lógico que en su desarrollo la intervención del alumnado sea relevante y, por ello, el enfoque de su director es ir “construyendo el conocimiento de manera compartida”, es decir, a partir del diálogo con quienes participan, compartiendo sus diferentes experiencias. En esa misma línea, la segunda sesión de curso, hoy martes 19, ha consistido en un “itinerario dialogado” por Adeje, unas cuatro horas de recorrido desde el centro de la villa a barrios como El Galeón, Los Olivos o Las Nieves, durante las cuales hubo paradas en trece enclaves diferentes que destacan por su interés comunitario.
La idea de este recorrido era detectar recursos que puedan favorecer esos puntos de encuentro y, en este sentido, Zapata alaba que Adeje es “un caso paradigmático al ser un municipio que ha invertido mucho en equipamiento sociocomunitario”, de tal modo que en un recorrido de cinco kilómetros es posible encontrar gran cantidad esos enclaves, como pueden ser centros educativos, centros de salud, equipamiento deportivo, lugares públicos, manifestaciones artísticas en la vía pública, piezas de patrimonio, un centro municipal específico para la participación y convivencia e, incluso, un centro comercial. Adeje es un caso interesante para este geógrafo porque una parte importante de sus habitantes es foránea. “Con una población tan diversa, la convivencia es un reto, y en el municipio esa apuesta por lograr lugares de encuentro ha sido una respuesta muy positiva: tendríamos un problema si no hubiera lugares de socialización para personas diversas. El de Adeje es un modelo interesante”.
La idea del recorrido ha sido tratar de ver el potencial como enclaves comunitarios de infraestructuras que podría parecer que no lo tienen, como por ejemplo el centro comercial. “El alumnado del curso han parado en lugares que conocen muy bien pero seguro que no habían considerado desde una perspectiva comunitaria”. La idea subyacente es sacar provecho a los espacios comunes: “un centro de salud es también un lugar de encuentro intergeneracional, y podría ser un espacio de socialización. Lo mismo con un centro educativo: hay que darle una vuelta a esos lugares para que entronquen bien en la realidad sociocultural”.
Durante la primera jornada del curso se abordó la parte más teórica y conceptual, pero incluso en ella se fomentó la participación, por lo que el docente no se limitó a poner transparencias, sino que solicitó la visión del alumnado sobre cada uno de los conceptos. Con similar enfoque se abordará el cierre del curso, en el cual Zapata pedirá a sus estudiantes que relaten algunas de sus experiencias en el ámbito de la participación sociocomunitaria. “Lo que pasa en el aula lo podemos llevar al barrio, a una asociación vecinal, a un proceso de planificación participativa, a cualquier escenario de la vida real.