Las universidades fomentan el aprendizaje a lo largo de la vida para que las personas egresadas actualicen sus conocimientos mediante el posgrado. Esta práctica se suele centrar especialmente en másteres y títulos propios, si bien también hay quien elige el doctorado. Lo que suele ser poco habitual es que esta formación se produzca una vez superada la edad de jubilación, como ha sido el caso de Argelio Mauro González Morales, quien con 71 años cumplidos presentó su tesis doctoral en la Universidad de La Laguna el pasado viernes 26 de mayo, con un trabajo de la máxima relevancia sobre la implantación de sistemas de energías renovables en los puertos canarios y en cierto tipo de embarcaciones.
La tesis, titulada “La movilidad eléctrica del tráfico interior en los puertos canarios. Un análisis”, obtuvo una calificación de Sobresaliente Cum Laude por parte del tribunal presidido por el profesor de la Universidad de La Laguna Juan Albino Méndez Pérez, acompañado por los vocales Jesús García Rubiano, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y Catalina Rus Casas, de la Universidad de Jaén. El acto de lectura se desarrolló en la sala de grados de edificio de Física y Matemáticas, que estaba inusitadamente llena por familiares y amigos de González Morales, y también por los codirectores de su tesis, Manuel Rodríguez Valido y María de la Peña Fabiani Bendicho, ambos del Departamento de Ingeniería Industrial.
Si realizar una tesis doctoral resulta ya de por sí un trabajo ímprobo, en este caso las circunstancias han sido todavía más complejas: además de la paralización de los trabajos derivada de la pandemia de la Covid-19, el propio Argelio González tuvo que someterse a una cirugía que retrasó aún más su investigación. Sin embargo, finalmente ha podido desarrollar un trabajo que nace de su interés profesional, ya que él, licenciado en Radioelectrónica Naval, estuvo más de diez años trabajando en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife y, posteriormente, impartiendo clases sobre materias relacionadas con la de ingeniería en educación Secundaria.
Cómo explico después de conocer su calificación, cuando cesó su vida laboral, descubrió pronto que le aburrían las actividades que se supone que hacen los jubilados y echaba de menos algún reto intelectual. Casualidades de la vida, había sido compañero de deporte del profesor Rodríguez Valido, que eventualmente se convertiría en uno de los codirectores de su tesis y quien le animó a dar este paso académico para, así, poder seguir desarrollando las actividades relacionadas con la ingeniería que tanto le seguían interesando.
Contenido de la tesis
En su tesis, González Morales ha realizado un estudio exhaustivo de las posibilidades de utilizar energías renovables y eliminar combustibles contaminantes en el transporte marítimo de cercanía. Es su estudio preliminar del estado del arte (punto inicial de toda tesis), señaló como vía más prometedoras hasta la fecha para generar energía limpia la utilización de combustible drop-in (biocombustibles verdes), biometano o metanol, hidrógeno y motores totalmente eléctricos.
Centró su trabajo en el estudio de las embarcaciones de practicaje que operan en Santa Cruz de Tenerife, recogiendo datos durante dos años sobre sus rutas, duración de los viajes y de los periodos de atraque, y gasto energético, entre otros parámetros. De este modo, cruzando esos datos con los provistos por fuentes oficiales sobre la generación de energías alternativas, ha podido calcular que este tipo de tráfico portuario podría muy bien desarrollarse con embarcaciones dotadas con motores eléctricos y baterías. Es verdad que la autonomía de estos trayectos sería menor, pero con la adecuada organización, unas embarcaciones podrían navegar mientras otras aprovechan el tiempo de atraque para recargar baterías sin que se resintiera el servicio global.
Obviamente, la generación de esa energía eléctrica tendría que producirse mediante fuentes alternativas para ser sostenible, por lo que la tesis doctoral detalla, en los caos de la energía eólica y de la solar fotovoltaica, qué tipo de dispositivos, en qué cantidad y dispuestos de qué manera serían necesarios para poder abastecer ese consumo.
Tras esos cálculos, en sus conclusiones el ya doctor González Morales concluye que el uso de energías renovables en las instalaciones del Puerto de Santa Cruz de Tenerife podría generar una energía anual estimada de 185 gigavatios por hora, muy superior a los 3,3 consumidos en 2020. El excedente de energía podría ser comercializado para cubrir las necesidades industriales asociadas al puerto, inyectarse a la red eléctrica o almacenarse, tal y como sucede en otros puertos europeos. De ese modo, se podría evitar la emisión anual de unas 43.000 toneladas de CO2 equivalente a la atmósfera.