La Universidad de La Laguna acoge por segundo año consecutivo un curso organizado por la Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones (OIM) que pretende enseñar al alumnado en general y al de Periodismo en especial las claves para ofrecer una comunicación ética y ajustada acerca del fenómeno migratorio.
Con un carácter eminentemente práctico, esta formación persigue ofrecer a los estudiantes habilidades y herramientas para lograr un abordaje responsable acerca de la migración en los medios informativos. Bajo el lema ‘Migrando miradas’ eta actividad busca nuevos enfoques comunicativos, más asertivos, más cercanos sus protagonistas, alejados de clichés y de relatos no contrastados.
En ese sentido se manifestaron tanto el propio rector, Francisco García, como el decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, José Antonio Batista. Este último apuntó que, en cuestiones tan sensibles como estas, las palabras importan mucho, tanto desde un punto de vista ético como filosófico. “Lo que digamos afecta a las poblaciones de las que estamos hablando, como es el caso de emigrante ilegal, transmitiendo una carga muy negativa de esas personas cuando le ponemos el adjetivo, en el mismo campo semántico que la delincuencia o el crimen”.
En cuanto al aspecto filosófico, Batista consideró que las palabras sirven para ordenar y explicar la realidad, pero también la construyen, dijo. “La OIM dice que un migrante es una persona que viene de otro sitio por un tiempo determinado, pero estamos muy acostumbrados a ver en la imagen del emigrante al africano que llega en patera, siempre acompañado de personal de seguridad, y no al alemán que monta un negocio o reside en Tenerife”. Por eso, señaló, los periodistas tienen un papel relevante a la hora de intentar rebajar los comportamientos xenófobos.
Por su parte, la directora general de Protección a la Infancia y las Familias del Gobierno de Canarias, Sandra Rodríguez, afirmó que le cuesta hacerle entender a los menores migrantes que aquí, si eres menor de 16 años, vienes a estudiar y no vas a trabajar, pero ellos tienen la presión moral enorme de enviar dinero a su país. Recordó la cifra de más de 15.000 personas llegadas en patera el pasado mes de octubre a El Hierro, 3.000 de ellos menores. “Estamos hablando de personas que viene para quedarse como mínimo hasta los 18 años, que han visto cosas a las que no deberían haberse enfrentado a su edad. Por eso pido que cuando se hable de ellos se contrate siempre la información”.
El rector opinó que el lenguaje técnico con el que a veces nos referimos a este fenómeno nos anestesia y nos permite seguir con nuestra vida como si nada pasara. “Estamos en tierra de migrantes. Tenemos que migrar nuestra mirada -tal y como propone el curso-, demasiado acostumbrada a la comunicación instantánea en la que pasamos de una cosa a otra con demasiada rapidez”, sostuvo.
Inmediatamente comenzó el curso con una actividad práctica por grupos, imaginando la vida de una serie de personas de las que se mostraron diferentes fotografías, para comprobar la mella que en nosotros hacen los estereotipos. Se trata de una segunda edición de esta formación, como ya se señaló. Hasta la fecha, más de 400 estudiantes y docentes universitarios de toda España han llevado a cabo este curso, financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La actividad no solo está dirigida a estudiantes de Periodismo, sino de cualquier campo de las ciencias sociales.