Sin pasar por alto que el tránsito por la senda hacia la sostenibilidad es un asunto en el que todos tenemos que arrimar el hombro, la implementación de estrategias necesarias para lograr vivir en un planeta más verde y sostenible involucra a tantos actores como escenarios deseables posibles. Ser capaces de adquirir un compromiso a largo plazo y una profunda comprensión de cómo nuestras acciones afectan al mundo que nos rodea, nos compete por igual.
La comunidad universitaria no podía quedarse fuera de ese compromiso asumido por gobiernos, empresas y sociedad. Mantenerse al margen del reto de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) plasmados en la Agenda 2030 adoptada por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2015 no entraba en los planes de las universidades españolas.
En esa búsqueda de soluciones a los desafíos globales ambientales y sociales que enfrenta el mundo, CRUE Universidades Españolas materializaba un pacto en 2021 con el que reivindicaba su “papel clave” en el cumplimiento de la agenda y manifestaba su voluntad de incorporar de forma transversal los principios, valores y objetivos del desarrollo sostenible a las políticas y actividades de las 76 universidades españolas.
Ante este hecho cabe preguntarse si verdaderamente hay una participación activa de la comunidad universitaria en este sentido. ¿Es consciente el alumnado de la Universidad de La Laguna de la importancia que tiene la sostenibilidad? ¿Hasta qué punto los estudiantes de la ULL mantienen un compromiso respecto al cumplimiento de los ODS? Según Itahisa Pérez Pérez, experta en pedagogía social, educación emocional y profesora del Departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia, la Educación y el Lenguaje, el alumnado actual sabe muy poco de los ODS.
“Cuando intentas profundizar un poquito te das cuenta de que, aunque los estudiantes tienen conocimientos, son muy esporádicos. Se trata de una idea muy vaga, y eso, por ejemplo, con los de tercer curso del Grado en Pedagogía, que tienen una asignatura de sostenibilidad, porque los de primero no tenían idea de nada”, comenta la experta e investigadora principal del estudio «Generando Agentes de Cambio: CV social y los ODS en la ULL», mediante el que se ha lanzado una encuesta para saber cuál es el grado de conocimiento, conciencia y compromiso del estudiantado de grado de La Laguna con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los ODS y el currículo
Es un hecho que en el ámbito universitario no se llega a determinar con claridad la inclusión de los ODS en el currículo académico. Al contrario de lo que sucede en las etapas de la educación primaria y secundaria, en las que el nuevo real decreto vela por la integración de la sostenibilidad en las aulas, los estudios universitarios no están sujetos a obligaciones y lo que hacen es seguir recomendaciones, pese a las indicaciones emanadas de la ONU, así como de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030 y el compromiso adquirido por la CRUE.
La incorporación de los ODS en los proyectos educativos ha de concretarse en propuestas y acciones que puedan llevarse a cabo en los colegios. Conseguir llegar hasta este punto, hasta la educación en valores con la que construir una sociedad mejor es un reto mayúsculo que obliga a cambiar comportamientos y a crear conciencia, porque “los ODS no son solo medioambiente y reciclaje”, dice Itahisa Pérez. “Los ODS son mucho más que las cuestiones de género o educación de calidad”.
“En nuestras carreras hay muchos ODS relacionados, pero se enfocan hacia el género y a la educación de calidad, tal y como se aborda en algunas asignaturas. Sin embargo, muchos alumnos no llegan ni siquiera saber por qué son importantes”. En este punto fundamental, “la clave está en trabajar la conciencia, un segundo objetivo que se une al planteado inicialmente, y que Pérez y sus compañeros de investigación de la Universidad de La Laguna esperan poder afrontar durante el curso 2023/2024.
Ante el poco conocimiento del estudiantado, crear una conciencia y un cambio de peso no resulta sencillo. “Para poder sensibilizar a la persona hay que hacerle clic en la cabeza, y eso necesita un proceso porque, aunque se trate de conocimiento, también hay que tener en cuenta la práctica. Y puestos a la acción, durante el pasado curso se realizaron una serie de “cosas muy concretas y viables para que cada uno pudiera llevarlas a su terreno”, comenta esta experta en educación para la salud.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas en 2015 constituyen un llamamiento indiscutible para que todos los países pongan de su parte en la erradicación de la pobreza y protección del planeta, en la conquista de un mundo que garantice la paz y la prosperidad, en la reducción de las desigualdades, la acción por el clima, el trabajo decente, la energía asequible o la educación de calidad e igualdad de género, entre otros.
El paso a la acción de esta iniciativa de la Universidad de La Laguna se enfocó en la inclusión de los contenidos de la Agenda 2030 y los ODS en diferentes asignaturas −solo una que se imparte en el Grado en Pedagogía, Educación y Desarrollo Sostenible, tenía que ver con la sostenibilidad− que se incorporaron de manera transversal, siguiendo en todo momento las directrices que marca la agenda, así como el compromiso adquirido por la CRUE en 2021. “Aunque es un asunto que no se está moviendo mucho en el ámbito universitario, ha sido una oportunidad poderla incorporar en el Grado en Pedagogía, Maestro en Educación Infantil, y Economía y Turismo”, puntualiza Itahisa Pérez.
Influencers de la sostenibilidad
Los conocimientos que recibía el alumnado sobre los ODS movilizaban las redes sociales y plataformas digitales de la Universidad de La Laguna hasta el punto de generar el propio curriculum social, evidenciando así el nivel de compromiso de los estudiantes universitarios con la sostenibilidad, que se medía por el número de horas dedicadas o los ODS trabajados. Convertirse en ‘influencers’ por el cambio era uno de los objetivos, y se logró con una campaña en Tik Tok creada por los alumnos de primer y tercer año de Pedagogía.
“Como lo hacían por grupos, debían de trabajar todos los ODS, pero cada uno elegía uno, el que quisiera. Y si no tenían ni idea, tenían que formarse. Se pasaba una información mínima de calidad y a partir de ahí se documentaban por su cuenta, y eso les dio otra mirada. Se sorprendieron muchísimo por no haber tenido antes formación sobre eso, muy poca en el instituto, y relativa exclusivamente al reciclaje”, explica Pérez.
Un total de 3.100 me gusta en Tik Tok fue lo que obtuvieron los participantes en esta iniciativa, en su mayoría estudiantes de la Facultad de Educación, que se centraron en los ODS sobre ciudades y comunidades sostenibles, reducción de las desigualdades, paz y justicia, trabajo docente, producción y consumo responsable, o acción por el clima y energía asequible.
Los alumnos de la Universidad de La Laguna se convertían así en protagonistas de historias en pro de la sostenibilidad, en agentes de cambio o ‘influencers for good’. En definitiva, ‘changemakers’ dispuestos a poner su granito de arena para convertir este mundo en un lugar mejor. “Ese es el papel que tiene que tener, pero se tienen que encontrar con profesorado formado. No se trata de que se sepa de todo, pero cada docente dentro de su materia ha de centrarse en una cosa. ¿Para qué les voy a hablar de igualdad si ya hay compañeras en la Universidad de La Laguna que trabajan ese tema?”.
Pérez insiste en que en la universidad se pueden trabajar los ODS desde diferentes perspectivas. “Creo que la gente, desde el desconocimiento, lo que ha hecho es educación de calidad e igualdad de género, y eso es algo muy sesgado. Tienes que contextualizar para luego centrarte en un objetivo concreto. La universidad está formando a los futuros profesionales, independientemente de su ámbito”, explica remarcando en el hecho de que los alumnos no son la excepción.
Vincular los ODS solo al medioambiente y reciclaje es algo que también acusa el profesorado. “En nuestro proyecto no se ha podido cumplir la formación al profesorado porque cuando ejercí de vicedecana en el Grado en Educación Infantil, durante el proceso de modificación del título, se propuso responder a las nuevas normativas y a ese compromiso de la CRUE de incorporar la sostenibilidad de forma transversal, una idea que tuvo una aceptación regular, a pesar de haberse resuelto de forma favorable”.
Estereotipos en el profesorado
Fue en ese momento cuando vio con claridad que los estereotipos y creencias sobre la sostenibilidad también están anclados en el profesorado universitario. “Sostenibilidad no es solo medioambiente. Aunque en ese momento no se pudo impartir esa formación específica para el profesorado, es necesario hacerla. Tendría que ser algo obligatorio”, de ahí la necesidad de ampliar a los docentes, en una segunda fase, la encuesta lanzada al alumnado el pasado mes de junio.
El cuestionario, que ha vuelto a retomarse con el inicio del nuevo curso académico, ahonda en el grado de conocimiento sobre los ODS que tienen los estudiantes de la Universidad de La Laguna, evidencia que el 90% vincula la sostenibilidad únicamente con el medio ambiente y pone de manifiesto que el 66% ha escuchado algo sobre ellos. Otro de los datos extraídos en esta primera fase muestra que los objetivos de desarrollo sostenible que más preocupan a los alumnos (93 encuestas completadas a finales del mes de julio) son la educación de calidad, la igualdad de género, el fin de la pobreza, la acción por el clima y la paz y la justicia.
Es un avance sencillo y básico para mapear y hacer una radiografía de la situación, por eso, la encuesta se retoma en septiembre con la idea de lanzarla a otras universidades. “Probablemente sea una encuesta masiva dirigida a los centros que quieran participar, porque no tenemos un estudio de base para saber cuáles son las universidades españolas que están trabajando esa línea, pero queremos hacer un sondeo que nos dé la pista de por dónde vamos”.
Los resultados de ese futuro sondeo y la posibilidad de trasladarlo al profesorado en una segunda fase son los principales objetivos de esta iniciativa, un “proyecto innovador” que arrancó en la Universidad de La Laguna en 2021, y que ahora sigue en marcha a través de su Fundación General. “Ese primer paso fue muy interesante porque hemos publicado comunicaciones en congresos y ahora estamos en proceso de elaboración de dos capítulos de libros, así como de la próxima publicación de los logros obtenidos en esta primera fase”.
El proyecto de Cabo Verde
Además de «Generando Agentes de Cambio: CV social y los ODS en la ULL», un nuevo proyecto llevará a Itahisa Pérez a Cabo Verde para trabajar con colectivos desfavorecidos, profesores y alumnos de universidad, con el fin de que se involucren en sus propios procesos de desarrollo. La profesora de Teoría e Historia de la Educación de la ULL y creadora de educoemocion.com da el salto a África para impartir formación sobre la importancia de la participación social y la necesidad de sensibilizar antes de pasar a la acción ante una situación determinada.
La experta contempla que las personas se conviertan en protagonistas de la sostenibilidad desde las propias emociones, una línea que concatena la parte emocional con la conciencia sostenible y la formación. “Cuando formas a las personas con concierna plena de nuestro proceso de desarrollo, los cambios que se pueden hacer tienen un mayor impacto para la formación social”.
En este sentido, el proyecto en Cabo Verde es una acción puntual enfocada a la igualdad de género y la conciliación familiar. Un primer paso con el que poder ir liderando estas líneas de investigación. “Tenemos previsto un viaje de dos personas del equipo del proyecto a Cabo Verde para impartir formación in situ en octubre, algo que se hará en La Laguna en noviembre mediante un seminario online para el alumnado y el resto del equipo, un equipo muy potente en el que participan compañeros de la ULL y profesionales de reconocido prestigio de otras universidades y organismos”.
Esta experta en pedagogía social no quiere dejar pasar la oportunidad para recalcar la importancia de incorporar las emociones en los procesos educativos, para incidir en la necesidad de fomentar la educación emocional. “Se trabaja desde el autoconocimiento, y en el autoconocimiento están las creencias. Hasta que no se toma conciencia de la realidad, hasta que no se sabe hasta dónde puedes llegar, a qué te puedes comprometer y cómo puedes llegar a tu entorno, las emociones son siempre una primera toma de contacto”.
Gabinete de comunicación